Acampadas y ansiedad en vísperas de los conciertos de Taylor Swift en Madrid: “Estoy cumpliendo un sueño”
La apertura de las tiendas oficiales de ‘merchandising’ y la llegada de los primeros fans llenan de expectación los alrededores del estadio Santiago Bernabéu
Los conciertos que Taylor Swift dará este miércoles y el jueves en Madrid están agitando la capital. Que si las calles se cortarán, que si los colegios alrededor han tenido que modificar sus horarios de entrada, que si los hoteles y los billetes han triplicado su precio, que si llegan celebridades como Ryan Reynolds o los Obama. El epicentro de este terremoto está en los alrededores del estadio Santiago Bernabéu, sede en España de la gira musical más lucrativa de la historia. Ya en la estación de metro se ven personas con bolsas con el nombre de la artista. En la calle, unas 200 personas entran y salen de la tienda oficial de merchandising que se abrió este martes y unos metros más hacia el norte, en el Paseo de la Castellana, están los primeros en hacer la cola para entrar, no más de 20 fans atrincherados desde por la mañana.
“A Taylor la sigue mucha gente por sus letras, son como historias que te cuenta y te ayudan mucho”, dice Lucía, de 17 años, que hace fila junto a su amiga de la misma edad para comprar camisetas, sudaderas, pósteres o pulseras. Cada una luce alrededor de 10 pulseras repartidas en ambas manos, hilos adornados con perlas de plástico con el nombre de alguna canción o letra de la cantante que se intercambian entre seguidoras. Unos puestos más atrás están Laura Marcos y Lucía Adrados, de 20 y 21 años. También le atribuyen su éxito ―la artista más escuchada en 2023 en iTunes y Spotify― a cómo pueden interpretar lo que dicen sus temas: “El significado de sus canciones es como un poema. Para cualquier persona tiene una canción, para el ex, el novio, la amiga”.
Alrededor de 130.000 personas asistirán a los conciertos en el Bernabeú entre el miércoles y el jueves. Cerca de la mitad son de fuera de Madrid y un 22% extranjeros. De este último grupo son Grace Chainer y su hija de 10 años, Charlotte, que han llegado desde Mánchester. “Es una muchacha que tiene muchos valores”, dice la madre, alineada con el fervor de la hija. También Mar Zaitonn llega desde el exterior, desde Islandia, para acompañar a su niña. Repetirán en julio, cuando Swfit llegue a Milán: “Yo creo que recibe todo este amor porque respeta mucho a sus fans”.
Las swifties, como se denominan los seguidores de la artista, perciben a su heroína como una persona humilde, sencilla, con una “vibra que te transmite algo”. Así lo piensan las neerlandesas Cristina Mainsfield (34 años) y Xaira Apada (27) o la malagueña Lluvia López, de 13 años, que aterrizó el domingo con su madre y aprovechan para pasar unos días juntas. La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) calcula que los ingresos de los hoteles en las noches del miércoles y del jueves rozarán los 20 millones de euros, con tarifas medias que podrían triplicar o cuadruplicar los precios normales.
Unas pocas calles más hacia el norte del estadio, cuando ya se apacigua la algarabía entre fans, turistas y las obras del campo, asoman los primeros que se han puesto a hacer cola para el concierto del miércoles. Unas 10 personas se disponen en el acceso para la zona VIP y otras cinco, unos 200 metros más allá, para el sector de Pista. Con sus tumbonas, mochilas de viaje y snacks, se han convertido en una especie de celebridades ante las que los que los medios hacen fila para entrevistarlas. Algunos, ya cansados, no quieren hablar más. No es el caso de Alejandro Cantillo, de 22 años, que transmite su emoción: “Estoy cumpliendo un sueño. Su música es un diario de vida”. Está ahí desde el lunes y esta noche espera que un amigo le haga el relevo para volver el miércoles con un outfit que él mismo se ha cosido, otro ritual entre swifties.
Maggie Santander (26 años) dice que fue la primera en llegar. Hace cola desde el lunes “muy temprano”. “Tengo que estar al frente, soy bajita, mido 1,57″. La organización la ha puesto debajo de un árbol que le da sombra y la protege de los 28 grados que se alcanzan al mediodía. Asegura que lo está llevando “tranquilo” y que no será la última vez que haga esto. “He pasado el rato haciendo pulseras y entrevistas”.
Con la gira The Eras Tour, Taylor Swift lleva 14 meses viajando por una veintena de países de cuatro continentes en un show que ha recaudado más de 1.039 millones de euros, según Pollstar. En abril pasado lanzó su nuevo disco, The Tortured Poets Department, que se ha convertido en el álbum más vendido de la década.
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