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La propuesta del PP de apoyar por ley a los “artistas de élite” enciende debates en la cultura

Una proposición no de ley sugiere dar a ciertos creadores beneficios educativos, fiscales y de seguridad social parecidos a los de los deportistas “de alto nivel”

Ley apoyo artistas de élite
El pianista Juan Pérez Floristán, en junio de 2023.Alberto Ortega (Europa Press)
Tommaso Koch

Juan Pérez Floristán nunca tenía recreo. Cuando sonaba el timbre más deseado, él no se movía del pupitre. Debía aprovechar para estudiar, porque no le quedaría margen por las tardes: las entregaba al piano. Ya con 12 o 13 años su genio musical pedía tiempo y espacio para despegar. Aunque la educación obligatoria tampoco podía dejarse a un lado. “Una vez me juntaron cuatro exámenes en un día porque debía viajar por un concierto. Y en alguna ocasión mi fisioterapeuta me falseó un justificante para evitar las clases de educación física. Darme un golpe jugando al baloncesto podía suponer un problema”, recuerda ahora. Hoy, con 30 años, es uno de los pianistas jóvenes más destacados de España. También, asegura, gracias a los maestros y centros que a lo largo de los años entendieron su situación o hicieron la vista gorda. Porque la ley no establece exenciones ni protecciones específicas para artistas como él. Pero, ¿hacen falta? Es lo que discutirá en unos días el Congreso.

Una proposición no de ley (PNL) presentada el 25 de enero por el PP plantea la creación de la categoría de “artista de élite”, a la que pretende asociar una serie de beneficios educativos, fiscales y de seguridad social. El texto, que cita como ejemplos a Pérez Floristán, María Dueñas, Tamara Rojo, Julio García Vico o Xabier Anduaga, afirma que la medida puede incentivar a los jóvenes a apostar por su talento cultural, además de entregar al Estado un “magnífico catálogo” de creadores valiosos. Y lo compara con los “deportistas de alto nivel o alto rendimiento”, un apartado reconocido desde hace décadas tanto a nivel estatal como autonómico, al que precisamente logró acogerse Pérez Floristán para realizar el bachillerato online. “Con la misma intensidad que en la práctica deportiva, muchos jóvenes españoles dedican tiempo a formarse en el ámbito artístico”, apunta la propuesta.

La idea ha despertado cierto interés, pero también rechazo o dudas en sus críticos, como el diputado de Sumar Jorge Pueyo: avisan del riesgo de discriminación, de abrir una brecha entre arte de primera y segunda división y de impulsar el elitismo, más que élites. Además, tenis, fútbol o atletismo se mueven por marcadores y criterios relativamente incontestables. En cambio, ¿cómo se decide qué creador es “de alto nivel”? “Ya no solo es suficientemente complejo delimitar qué es arte, sino que sin esta definición previa se pretende establecer lo que son artistas de élite. ¿Acaso podríamos tomar dos cuadros y decir que uno es de élite y otro no?”, apunta Pueyo, portavoz en la Comisión de Cultura del Congreso de Sumar, socio minoritario del Gobierno de coalición al que pertenece también el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.

El presidente de la SGAE, Antonio Onetti, el pasado enero.
El presidente de la SGAE, Antonio Onetti, el pasado enero.JUAN BARBOSA

Vaya por delante que una PNL es algo así como una sugerencia al Gobierno, en absoluto vinculante. Y, además, primero debe salir adelante en una votación ad hoc en la Comisión de Cultura. Es decir, para bien y para mal, actualmente todo son palabras. Y puede que solo quede en eso. Aunque, a la vez, se trata de la segunda discusión de peso sobre las artes que surge estas semanas: a favor o en contra de la descolonización en los museos. Y, ahora, los artistas de élite. De ahí que el sector puede registrar cierta atención por parte de la política, poco frecuente en la última década. “Por lo menos, que se debatan modelos. Para muchos ámbitos culturales, ni los hay”, apunta Pérez Floristán.

En concreto, los populares instan al Ejecutivo a reconocer “en coordinación con las Comunidades Autónomas [...] artistas con méritos suficientes en cualquier disciplina artística, y a promover y favorecer medidas de formación y educación, laborales y fiscales pertinentes a dicha clasificación”. Entre otras posibilidades, el texto sugiere un porcentaje de plazas reservadas en las “enseñanzas oficiales universitarias de Grado” —igual que sucede en casi todos los niveles educativos con los deportistas de alto nivel—, mientras que se muestra más genérico en otras aplicaciones prácticas. Aunque se cita a los bailarines como símbolo de artistas obligados a cultivar su don ya desde la niñez a base de esfuerzo, formación e insistencia.

La bailarina Tamara Rojo, en mayo de 2023.
La bailarina Tamara Rojo, en mayo de 2023. FERNANDO ALVARADO (EFE)

La PNL del PP plantea que sea el Ministerio de Cultura —que prefirió no comentar la iniciativa, preguntado por este diario, ya que “se debatirá en el Congreso, donde corresponde”— el encargado de establecer los criterios para acceder a la categoría. El PP esboza algunas opciones: “Premios internacionales, participación como invitados en instituciones culturales internacionales, realización de giras artísticas, o bien, a través de un histórico de hitos artísticos alcanzados, valorados por un consejo asesor o técnicos pertinentes con capacidad para otorgar dicha acreditación”. En el deporte se consideran de alto nivel aquellos atletas que participan en “modalidades o pruebas olímpicas” o en las “definidas y organizadas por las federaciones internacionales en las que estén integradas las federaciones españolas”.

“La propuesta podría ser un punto de apoyo a partir del cual sentar las bases de muchos artistas que necesitan soluciones. Sin embargo, no lo es. Parece que se pretende crear artistas que, como afirma la PNL, pueden ser embajadores de nuestra cultura. Por tanto, habrá otros que no. A aquellos embajadores que hagan seguidismo cultural político se les aplicarán medidas fiscales específicas y al resto no. Podría provocar que haya artistas que copen mercados por su seguidismo en la línea de ese consejo asesor y su coordinación con las Comunidades Autónomas”, señala Pueyo. “El ecosistema del trabajo cultural no es comparable al deporte, en el que podría tener sentido la diferenciación entre lo amateur y lo profesional. No es el caso de la cultura, donde lo amateur no es un problema; y donde se precisan medidas específicas y equitativas para su desarrollo”, completan fuentes del grupo parlamentario de Sumar. Y agregan que la PNL se desliga del marco más apropiado y equitativo para mejorar las condiciones de los creadores: el Estatuto del Artista, del que aún quedan por aprobar unas cuantas medidas.

“El criterio no debe ser el contenido. Se tendría que ir a cuestiones objetivas laborales: los bailarines o los músicos, por ejemplo, empiezan muy jovencitos. Puedes ser mejor o peor, pero eres de élite en el momento en que con 12 años te están haciendo contrato”, defiende Pérez Floristán. “Toda buena ley artística debe contemplar mucha casuística. Y entiendo que es políticamente incorrecto usar la palabra élite. Pero, sin ser un asunto troncal, sí existe gente con altas capacidades. Igual que se acompaña, con toda la razón del mundo, a quienes sufren complicaciones para el aprendizaje, habría que apoyar a quienes tenemos dificultades en sentido opuesto”, agrega. Aunque muestra sus dudas respecto a la reserva de plazas en la universidad, ya que los deportistas suelen tener carreras más breves y los artistas obtienen en su mayoría un título debido precisamente a sus estudios artísticos, ya sea en un conservatorio o una academia.

“Cualquier medida cuyo objetivo sea el desarrollo creativo de las autoras y autores de nuestro país nos parece positiva. Resulta transcendental implementar políticas que incentiven el trabajo de los creadores”, valora la PNL el presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Antonio Onetti. “Puede ser una buena propuesta, pero, primero, hay que cuidar la base. Es precisamente el problema que existe en el deporte: hasta que llegas al alto nivel, no hay apoyos. Ante todo, hay que invertir más en las enseñanzas artísticas, crear un buen régimen de compatibilidad en horarios académicos y más espacios y plazas de enseñanzas artísticas públicas”, reflexionan fuentes de Gabeiras y Asociados, despacho de abogados especializado en cultura.

A falta de la votación y de conocer el desenlace de la propuesta, por lo menos hay una noticia: el debate cultural en la política española continúa.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.
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