En el centro de Barcelona hay un refugio donde nacen las últimas tendencias del arte
El centro municipal La Capella, en el corazón del Raval, exhibe la obra de 10 creadores emergentes integrados en ART Situacions III
Es difícil saber cómo, dónde y cuándo se definen las tendencias de cualquier ámbito relacionado con la creatividad. Por más que se escriba o especule sobre los factores que tienen poder para marcar intereses futuros, lo cierto es que, como repetía Duchamp, las certezas no existen en ningún ámbito. Para algunos, las modas las fijan el mercado y los galeristas que pueden imponer sus reglas en bienales y ferias internacionales. Pero fuera de apabullantes tinglados económicos hay discretas iniciativas capaces de dar espacio y voz a artistas con mucho que contar. El resultado de una de ellas, ART Situacions, se puede ver ahora en Barcelona (hasta el 5 de noviembre) en La Capella, espacio municipal situado en el Raval, dentro del bello recinto arquitectónico de lo que fue el antiguo Hospital de la Santa Creu construido en el siglo XV.
La Capella, de acceso gratuito, es desde 1994 un espacio dedicado al arte emergente. Bajo sus espectaculares bóvedas pueden exponer artistas residentes en Barcelona o vinculados de alguna manera a la ciudad. Los artistas representados en la exposición de este año son cinco españoles y cinco franceses: Elena Aitzkoa (Apodaka, 39 años), Nora Aurrekoetxea (Bilbo, 34 años), Lucía Bayón (Madrid, 29 años), Aleix Plademunt (Hostalric, 43 años) y Pablo Capitán del Río (Granada, 41 años); y los franceses Salomé Chatriot (Francia, 28 años), Marie-Luce Nadal (Francia, 39 años), Benoît Piéron (Ivry-sur-Seine, 40 años), Elsa Brès (Francia, 38 años) y Yoan Sorin (Cholet, 41 años). Estos artistas han sido seleccionados por un comité formado por María de Corral, Lorena Martínez de Corral, Chus Martínez y Vicente Todolí.
Todos han nacido entre mediados de los ochenta y comienzos de los noventa; una media de edad que compartían los participantes de la primera edición (con Portugal como país invitado) y los de la segunda, (con Italia como país visitante). Los creadores de la iniciativa, la pareja de empresarios y coleccionistas Pilar Forcada y Marcel Pascual, están centrados en la parte más vulnerable de un entramado artístico que sin ayudas de este tipo tiene difícil su supervivencia. Después de la muerte de Forcada, hace dos años, su esposo anunció que redoblaría el esfuerzo por mantener su apoyo al arte emergente.
La arquitecta Olga Subirós ha diseñado un espacio expositivo en el que la obra de cada uno de los artistas tiene un microespacio desde el que puede observar las piezas de los demás con una perspectiva muy amplia. Cada uno muestra una decena de obras. Una de ellas ha sido financiada por el mecenazgo de ART Situacions. Las demás han sido escogidas por los autores para completar la visión de su producción.
Desde el umbral del portalón acristalado que da acceso a la gran nave, el visitante tiene una colorida perspectiva del arte que está por consolidarse. A la entrada, a la izquierda, Marie Luce Nadal exhibe un bosque de artefactos científicos con los que intenta capturar nubes y relámpagos. Descendiente de una familia de viticultores, la artista e investigadora queer amasa brumas y nubes con las que parece intentar controlar la naturaleza. A caballo entre la ciencia y el arte, sus instalaciones suman la singularidad plástica con la investigación científica y la viabilidad técnica.
La combinación de arte y ciencia con la que trabaja Marie Luce Nadal será una de las tendencias creativas indiscutibles que se verán en temporadas próximas, en opinión de David Armengol (Barcelona, 1974), comisario independiente y director artístico de La Capella desde 2021.
¿Qué se entiende por arte emergente? Armengol precisa que toda definición es inexacta, pero que el término “emergente” puede englobar la obra de aquellos que han empezado, que apuntan talento y que necesitan un empujón para darse a conocer. “Las becas, las residencias y este tipo de mecenazgo ayudan a los artistas, pero hay que reclamar mayor implicación pública y privada para que no se queden en jóvenes promesas incumplidas”.
Otro de los temas más trabajados por los artistas de La Capella es la precariedad, un asunto que afecta de manera especial a los jóvenes creadores. Pablo Capitán del Río crea composiciones que hablan de desmoronamiento y fragilidad. Con materiales de derribo compone unas piezas escultóricas que amenazan con desplomarse.
La enfermedad y la vulnerabilidad del ser humano son los materiales que ha utilizado Benoît Piéron. Sus esculturas tienen forma de lámpara, silla o biombo hospitalario iluminado con rosas y verdes. Con un cuerpo en permanente sufrimiento por meningitis, hemiplejia y cáncer, el mundo hospitalario es su ecosistema personal. La sensualidad de las plantas, los límites del cuerpo y la temporalidad de las salas de espera son sus temas principales.
¿Qué tienen en común todos estos autores además de la juventud y la necesidad de expresarse? En el libro editado como acompañamiento de la exposición itinerante, la comisaria Chus Martínez escribe que “los artistas seleccionados forman un grupo ecléctico que busca abordar la necesidad de ternura, cuidado y un nuevo amor por la vida, tanto en lo formal como en lo material”.
Las obras contemporáneas expuestas no se encogen bajo el rotundo escenario gótico y barroco en el que han sido instaladas. Sus volúmenes, colorido e iluminación parecen intentar competir con el espacio anfitrión.
¿Están aquí las nuevas tendencias del arte? ¿Las ideas que emanan de estos núcleos tienen una influencia mayor que lo que podría imponer el mercado? Armengol responde que galerías y mercados van por otro lado. “Lo emergente puede entenderse como adivinador de tendencias y de prácticas que serán muy representativas en el futuro más inmediato”. Como ejemplo señala las formas escultóricas con materialidades plurales y siempre muy frágiles porque hay algo indiscutible, asegura: “No hay nada para la eternidad”.
La inspiración de los temas que nutren a los artistas emergentes sale de la calle, de las realidades sociales con las que cada uno convive. La propia La Capella, que comparte recinto con instituciones ilustres como la Biblioteca de Catalunya o el l’Institut d’Estudis Catalans, también tiene como vecinos a centros municipales en los que se intentan atender las necesidades de las mujeres migrantes y de jóvenes que se sienten desplazados. A media mañana, el patio interior es un hormiguero de grupos que van y vienen a cada uno de los variados servicios del complejo creado en torno al viejo hospital. También confluyen en el patio sucesivas oleadas de turistas en bicicleta que hacen difícil el juego de los niños. Ese bullicio y amontonamiento del Raval sirven para inspirar las obras de los artistas emergentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.