El nuevo Ayuntamiento del PP borra un mural republicano de Manuel Sierra en un pueblo de Valladolid
Izquierda Unida denuncia que el teniente de alcalde y dos vecinas de Castronuño han tapado de blanco la obra reivindicativa pese a las protestas de otros vecinos y al prestigio del artista
Izquierda Unida (IU) ha denunciado el borrado de un mural en favor de los represaliados republicanos durante la Guerra Civil en Castronuño (Valladolid) y acusa al teniente de alcalde, del PP, y dos vecinas más de haberlo pintado de blanco este lunes por la tarde. La obra la realizó en abril de 2022 el artista Manuel Sierra, autor de muchos otros homenajes pictóricos en defensa de la II República, en una localidad de un millar de habitantes e históricamente de gobiernos izquierdistas, hasta que el pasado mayo el poder recayó en el PP. IU ha lamentado “esta falta de respeto” y la ha tachado de “grave atentado contra el patrimonio municipal y contra la propiedad intelectual”. El exregidor, Enrique Seoane, señala a los tres responsables de haberlo eliminado “a plena luz del día” pese a las críticas de otros vecinos.
El mural se encontraba en una pared perteneciente al Ayuntamiento y ubicada en la zona alta del pueblo, cerca del colegio local. Manuel Sierra contó con la colaboración de varios castronuñeros cuando el 30 de abril de 2022 creó este homenaje visual a los republicanos bajo la financiación de IU, que convocó el “Abril de memoria republicana” con varias actividades. El partido proclamó entonces la necesidad de avanzar en Memoria Histórica rumbo a “verdad, justicia y reparación”. Castronuño cuenta también con el primer Stolpersteine de la provincia vallisoletana, piedra colocada para rememorar a las víctimas del nazismo, para evocar a un vecino que sufrió la acción fascista el siglo pasado. Este mismo fin de semana el municipio acogió una festividad local y decenas de personas pasaron ante la obra, impoluta, aunque solo hasta este lunes. “Restituir la memoria de los republicanos represaliados y asesinados por el fascismo… y recordamos como en 1985 nacimos para ser felices y libres”, señalaba la creación en alusión a otra pintura de ese año de Sierra, en honor al día del trabajador, y que el secretario general del sindicato Comisiones Obreras, Unai Sordo, de madre castronuñera, aún tiene colgada en su perfil de Facebook.
La eliminación de la composición de Sierra llega meses después del cambio de mando en el Consistorio local. Castronuño, una localidad con extensas parcelas agrarias, ha sido históricamente un bastión izquierdista en una zona rural fundamentalmente conservadora, con 44 años de mandatos del Partido Comunista, Izquierda Unida y una legislatura del PSOE. La deriva cambió en mayo pese al empate entre el PP e IU a tres concejales: el edil socialista se abstuvo ante el candidato del PP, José Ignacio Vázquez, y lo aupó al poder local.
Enrique Seoane acusa al teniente de alcalde, Sergio Ramos, y a dos vecinas “afines” a este partido de haber teñido de blanco el mural, pese a las críticas de algunos habitantes presentes en ese momento, el lunes por la tarde y sin haberse escondido o disimulado en absoluto. Seoane lamenta la pérdida de “un patrimonio municipal bajo un decreto que autorizaba al pintor a hacer la obra”, suprimida “a plena luz del día con un cubo de pintura y sin contar con nadie”. “Se queda muy mal cuerpo, no han sabido apreciar lo que tenían, Sierra está valorado en todo el mundo y tenerlo en Castronuño era un motivo de orgullo, un patrimonio comunitario violentado hasta la desaparición”, añade el predecesor de Vázquez, quien achacó la acción a “una decisión conjunta del nuevo equipo de gobierno”. Vázquez no ha respondido a EL PAÍS alegando que está “preparando las fiestas, reuniones y no es el mejor momento para hacer entrevistas”.
Castronuño, una localidad con extensas parcelas agrarias, ha sido históricamente un bastión izquierdista”.
Lo ocurrido en Castronuño se une a la desaparición en la también vallisoletana Medina del Campo hace unos meses, cuando también se borró una creación prorrepublicana de Manuel Sierra. En aquella ocasión el mural solo duró cuatro días. Seoane anuncia su voluntad de llevar lo acontecido ante la justicia por un “delito contra un bien patrimonial, otro delito contra la propiedad intelectual del artista con los permisos pertinentes y un delito más de odio. Con la Ley de Memoria Democrática se coge con pinzas la acción”.
Babelia
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