‘La sociedad de la nieve’, de Bayona, candidata por España al Oscar a mejor película internacional

La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona, ha sido elegida por la Academia de Cine española para representar a España en el Oscar a mejor película internacional. El drama sobre el accidente aéreo en los Andes en 1973 ha derrotado a 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola, y a Cerrar los ojos, de Víctor Erice, que completaban la terna de elegibles que hace dos semanas se anunció en la institución y que, a su vez, habían sido seleccionadas de entre 46 películas. El título finalista ha sido leído esta mañana por la actriz Bárbara Lennie.

La película recrea el accidente en el que el 13 de octubre de 1972 un Fairchild uruguayo se estrelló en los Andes chilenos. A bordo, cinco tripulantes y 40 pasajeros: 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club, y familiares y amigos. En el impacto fallecieron tres tripulantes y 10 pasajeros. Por los 30 grados bajo cero y las heridas, la primera noche murieron cuatro más. El décimo día, por un alud que sepultó los restos del fuselaje, fallecieron otros ocho. Y cuatro más murieron en diversos momentos de los 72 días aislados en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, alimentándose primero de los pocos víveres que iban en las maletas y, después, de los cuerpos de los fallecidos. La sociedad de la nieve es la gran apuesta de Netflix para esta edición de los Oscar y clausuró la Mostra de Venecia. Antes de su estreno en la plataforma, probablemente a finales de año, se verá en salas. En el festival italiano, el filme recibió buenas críticas tras su proyección.

En una entrevista con EL PAÍS, Bayona contaba, antes del estreno en Venecia: “Lo que me interesa del canibalismo es el concepto de entregar tu cuerpo a otro, más allá de lo simbólico. Ninguno de esos cuatro mueren de mala hostia, sino que entienden que llegarán a casa a través de sus compañeros. Transforman la entrega de la carne en algo tangible. El héroe no se puede asimilar a la persona que llegó, sino que no se puede entender sin aquel que hizo posible que él llegara; los héroes anónimos, una idea desde luego más europea que hollywoodiense”.

En la sede de la Academia, Bayona, acompañado de las productoras Sandra Hermida y Belén Atienza y el actor Enzo Vogrincic, ha confesado su alegría por el reconocimiento a todo el equipo técnico y artístico. Para Atienza, “ya no hay tantos reparos en elegir una película de Netflix, y las últimas ediciones confirman, con Roma o Sin novedad en el frente, que está normalizada esta posibilidad”.

El músculo del estudio en EE UU

“En esta carrera, y no hablo de mí, sino en general, importan la fortaleza de la película y el músculo del estudio que te acompaña”, apuntó Bayona. Ya ha empezado con las proyecciones en Los Ángeles. “Esta película es una rara avis, que nos ha costado 10 años levantar. Ya hicimos un proyecto similar [Lo imposible] y hubo que filmarla en inglés. Ahora hemos podido hacerla en español, y esta elección impulsa su promoción en EE UU”, agregaba el director. Sobre su estreno, Atienza contó: “Todavía no se conoce la fecha, porque se estaba esperando a esta elección. Eso sí, se podrá ver en salas sin problemas antes de su lanzamiento en la plataforma”. Según su director y coguionista, “esta es una película de actores, y estoy feliz con su trabajo”.

Sobre si se celebrará la gala de los Oscar por las huelgas de guionistas e intérpretes, el autor no tiene respuesta: “Yo estoy sindicado como director, pero desde luego apoyo las reivindicaciones”. En esa carrera, explica Atienza, “lo primero es que la vea el mayor número de académicos posible, porque todavía no se ha estrenado”, y Bayona desgranó: “No se ha hecho público, pero en octubre y noviembre participaremos en varios festivales, lo que ayudará a esa promoción. En fin, tras dos proyectos en los que mandaba la marca [Jurassic World y la serie [Los anillos del poder], he vuelto a casa con un filme en español, y a la vez me he sentido más vulnerable, puesto a prueba todo el rato. Agradezco esta elección porque proyecta el cariño de mis compañeros académicos”.

La primera criba del Oscar a mejor película internacional se realizará en tres meses, el 21 de diciembre, cuando se anuncien las 15 preseleccionadas. Las cinco finalistas se harán públicas, junto con el resto de las nominaciones, el 23 de enero de 2024. La 96ª edición de los premios Oscar se celebrará el 10 de marzo en el teatro Dolby de Los Ángeles, la casa habitual de la ceremonia. Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar, en la ceremonia de 2020, fue la última película española que entró en ese quinteto finalista. En la pasada edición, la seleccionada por España fue la ganadora del Oso de Oro de Berlín Alcarràs, de Carla Simón.

Numerosos países ya han elegido su representante, aunque faltan pesos pesados como Francia o Italia. Curiosamente, en esta edición están entrando bastantes documentales o documentales de creación o formatos híbridos, con mezcla de actores con personas reales, porque las reglas son claras: aquí pueden competir películas de cualquier formato (documental, ficción, animación, híbridos de formatos) de al menos 40 minutos de duración y con diálogos que no superen el 50% en inglés.

Casi medio centenar de países han presentado ya sus candidatas: entre otros, Finlandia (Fallen Leaves, de Aki Kaurismäki, que ya ha ganado el gran premio Fipresci de la crítica mundial a mejor película del año), Brasil (con el excepcional documental Retratos fantasmas, de Kleber Mendonça Filho), Rumania (No esperes demasiado del fin del mundo, de Radu Jude), Bután (El monje y el arma, de Pawo Choyning Dorji, que con su anterior filme, su primer largo, Lunana, un yak en la escuela, fue nominado), Turquía (Abiut Dry Grasses, de otro peso pesado, Nuri Bilge Ceylan), Países Bajos (Sweet Dreams), Islandia (Godland, una de las favoritas a pasar el primer corte), Japón (Perfect Days, de Wim Wenders, que en el pasado festival de Cannes se llevó el premio a mejor actor para Koji Yakusho, y que ha eliminado a Monstruo, de Kore-eda), Ucrania (20 días en Mariupol, sobre el asedio en esa ciudad, que salió premiado de Sundance), Portugal (Mal Viver, de João Canijo), Marruecos (The Mother of All Lies, documental híbrido sobre las revueltas por hambre en 1981), Irán (The Night Guardian, de Reza Mirkarimi), Túnez (Las cuatro hijas, una curiosa docuficción, porque del cuarteto de hermanas son las de verdad y otras dos, intérpretes), Canadá (Rojek), Chile (Los colonos, de Felipe Gálvez, poderoso viaje a la peor cara del colonialismo), Alemania (Sala de profesores), Bolivia (El visitante), Suiza (Thunder), Australia (Shayda, con Cate Blanchett como productora ejecutiva y la iraní Zar Amir Ebrahimi como protagonista), Colombia (Un varón), Perú (La erección de Toribjo Bardelli), Uruguay (Temas propios), Corea del Sur (Concrete Utopia), Estonia (Smoke Sauna Sisterhood), Taiwan (Mi boda con un fantasma), Croacia (Traces), Bosnia y Herzegovina (Excursion) y Bélgica (Omen, que viaja al Congo de la mano del rapero Baloji),

En la pasada edición se presentaron 92 países y 40 de ellos eran europeos. En el quinteto final quedaron la belga Close, la polaca EO, la irlandesa The Quiet Girl, la argentina Argentina, 1985 y la alemana Sin novedad en el frente, que al final se llevó la estatuilla. Si hay un derrotado clásico en esta categoría es Israel, 10 veces nominado, pero que nunca se ha llevado el Oscar. O Portugal, una única nominación en 37 ediciones en las que presentaron candidatura. Filipinas tiene otro récord negativo: es el único país que no ha vuelto a lograr otra nominación desde el primer año de esta categoría, 1956, cuando compitieron junto a España, Suecia, Japón, la entonces República Federal de Alemania, Italia, Dinamarca y Francia, que además han logrado, sin excepción, el Oscar. España lo ha obtenido en cuatro ocasiones.