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73ª Berlinale
Crónica
Texto informativo con interpretación

Sean Penn, un cineasta enamorado de sí mismo y del presidente Zelenski

La estrella estadounidense codirige ‘Superpower’, un documental que ilustra su amistad con el líder ucranio y los días iniciales de la invasión rusa. “Si queréis llamarlo propaganda, no me importa”, asegura a la prensa en Berlín

Sean Penn, durante la rueda de prensa de este sábado en la Berlinale.Foto: CLEMENS BILAN (EFE) | Vídeo: REUTERS
Gregorio Belinchón

“Los ucranios son los Beatles de nuestra era”. Tras esta afirmación, Sean Penn esconde todo un manifiesto, el que ilustra Superpower, el documental que ha codirigido junto a Aaron Kaufman sobre Ucrania, la invasión rusa a este país y, ante todo, sobre su amor por Volodímir Zelenski, el presidente ucranio. “Es increíble cómo un grupo surgido de Liverpool llegó a apelar a las emociones de toda la humanidad. Hoy pasa lo mismo con los ucranios, que son los Beatles de nuestra era”, contaba esta mañana ante la prensa, sin resquicio de dudas, como en pantalla. Porque en el filme, que ha sido presentado por la Berlinale “como la película más importante de esta edición”, Penn no alberga ninguna incertidumbre, al igual que al explicar su trabajo en vivo: “Me parece evidente que la propaganda bélica es distinto a este filme, que muestra la unidad de los ucranios. No creo que sea una película hagiográfica porque nuestro compromiso es con la verdad y con la defensa de los ucranios de la libertad, pero no me importa que la califiquen como propaganda si sirve para que el público sepa qué está pasando”.

Superpower nació en 2019 cuando el productor Billy Smith, que conocía a Penn, le preguntó si quería participar en un documental sobre Zelenski. La respuesta fue un sí rotundo, porque el actor ya estaba realizando su propia investigación: ¿quién era ese actor que se había convertido en la gran esperanza de una nación comida por la corrupción? Es más, el título surge de una de las secuencias de la serie Servidor del pueblo, en la que Zelenski interpretaba a un maestro de escuela que acaba presidiendo su país, una sátira televisiva que al final acabó devorada por la realidad. En ese capítulo, el protagonista le cuenta a su hijo de dónde saca su fuerza, un diálogo que acabará encontrando su eco en el discurso de investidura auténtico del Zelenski político.

Durante el confinamiento, el cineasta y el mandatario se conocieron y comunicaron por Zoom, y por eso Penn y su equipo estaban en la capital la semana antes de la invasión, filmando y entrevistando a todo tipo de expertos buscando respuestas a la pregunta de hacia dónde iba la Ucrania que había nacido de la revuelta de Euromaidán en diciembre de 2013. El 23 de febrero de 2022, con las cámaras apagadas, Penn se reúne por fin cara a cara con Zelenski; al día siguiente Rusia invade el país, bombardea las afueras de Kiev y el estadounidense entrevista con cámaras, tras horas de espera, al presidente de una nación en guerra.

Sean Penn y Volodímir Zelenski se reúnen el 24 de febrero de 2022 por la noche, en el inicio de la invasión rusa, como se ve en 'Superpower'.'
Sean Penn y Volodímir Zelenski se reúnen el 24 de febrero de 2022 por la noche, en el inicio de la invasión rusa, como se ve en 'Superpower'.'

En la crítica al documental en The Hollywood Reporter se puede leer: “Tras las dos horas de metraje, uno podría erróneamente creer que Penn tiene un papel fundamental en la guerra por su constante presencia en pantalla”. En uno de esos desaciertos chirriantes en pantalla, se narra con un suspense irreal la decisión, al comenzar la invasión, del equipo de Penn de trasladarse del Hyatt Regency al Intercontinental. Es decir, de un hotel de lujo a otro. Lo que no quiere decir que el actor, como insiste la publicación, esté equivocado en su objetivo en contra de una guerra de invasión, o que no se la haya jugado viajando hasta tres veces a Kiev en estos 12 meses. Pero en los créditos aparecen hasta siete operadores de cámara, y solo le enfocan a él.

Ningún interés por Putin

Porque en pantalla quien reina es Penn. Aparece en todos los planos posibles, solo deja de vérsele en imágenes de archivo, en las tomas aéreas filmadas con un dron en Kiev y en un momento que él mismo usa su móvil para mostrar el cráter de un misil ruso que ha destrozado un bloque de apartamentos. El resto del metraje es, sencillamente, Penn en sitios, Penn mostrando su frustración por lo que considera falta de apoyo de Estados Unidos a una Ucrania atacada y Penn escuchando a gente. En el haber del documental está la ingente aparición de expertos que desmenuzan de dónde viene Ucrania, una nación joven corrompida por los oligarcas, de dónde sale Zelenski y la desconfianza que provoca incluso entre sus votantes cuando es elegido presidente y cómo poco a poco construye su imagen presidencial, que además dinamita algunos mensajes rusos: si Ucrania es una nación gobernada por nazis, como afirma el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ¿por qué su presidente es un cómico judío con muchos negocios en Rusia y cuya lengua materna es el ruso?

Zelenski, en su aparición el jueves por la noche en la ceremonia de inauguración de la Berlinale. De espaldas, en el centro, Sean Penn.
Zelenski, en su aparición el jueves por la noche en la ceremonia de inauguración de la Berlinale. De espaldas, en el centro, Sean Penn.CLEMENS BILAN (EFE)

Al actor le preocupa qué ocurrirá en el futuro. “En realidad, esto no va tanto de si Ucrania pierde la guerra, que no ocurrirá. Pero... si Rusia gana, estamos todos jodidos, mortalmente jodidos”. Según Penn, “nunca nos interesó contratar lo narrado con una visión rusa”. Y prosiguió: “No voy a hacer una película sobre ese lado, donde no podemos trabajar con transparencia. Superpower no es una película equidistante porque esta no es una guerra ambigua. No tengo ningún interés en conversar con Putin”. Al presidente lo definió rotundamente: “No me gusta cómo un niño horripilante amenaza a la humanidad”. En cambio, le gustó ir al frente, al Donbás, donde llega a asomarse a 150 metros del ejército ruso. “Estar allí era sentarme en compañía de seres humanos, de héroes. Cada vez que tenga una oportunidad de estar con héroes, iré”. En su sacrificio por Ucrania, Penn incluso visitó los estudios de los informativos ultraderechistas Fox News, donde tiempo atrás le habían calificado de “enemigo del Estado”. Él lo tiene claro: “Ante muchos problemas, la comunidad es la respuesta. Así han reaccionado los ucranios y así se están cuidando. Cuando creces en EE UU, te hacen creer que eres un tipo excepcional, pero estamos perdiendo ese espíritu de comunidad, de cuidado colectivo. En el frente los soldados hacen lo que hacen por amor a su país y por cuidar a su pueblo. La lección es clara”.

Zelenski y Penn, en 'Superpower'.
Zelenski y Penn, en 'Superpower'.

Hasta en cinco ocasiones Penn ha pedido en rueda de prensa el envío de artillería, de misiles de largo alcance y de todo tipo de armamento a Ucrania: “Necesitamos el mayor esfuerzo posible de ayuda humanitaria para apoyar con armas a los ucranios, porque libran una guerra en la que han sido invadidos”. De su relación con Zelenski, al que en pantalla define como un “alma pura”, ahora se consideran camaradas. De ahí que el Oscar que ganó Penn como actor con Mystic River esté ahora en el despacho presidencial. “Es solo un gesto simbólico, pequeño, entre dos amigos. Él me ha mostrado su coraje y el de todos los ucranios. La vida es frágil, tenemos que luchar por preservarla”. Y solo se permitió una risa, vapeador en mano, durante su comparecencia acerca del lema (KillerTacos) de la gorra que llevaba: “Es de un restaurante donde sirven los mejores tacos del mundo”.

La semana pasada Penn volvió a Kiev a mostrarle la película al presidente. Seguirá apoyándoles: “Lo haré personalmente o a través de Core, la organización humanitaria que dirijo. Pero jamás me meteré en política, porque no tengo dobleces, sino una sola cara. Esta”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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