174 personas del ámbito de la cultura firman una carta en apoyo a Paco Bezerra

174 personas del ámbito de la cultura han firmado una carta en apoyo al dramaturgo Paco Bezerra. Llama la atención que entre los signatarios no figuran los directores de los principales teatros públicos con sede en Madrid. Tampoco hay mucha gente del mundo del teatro. En la carta, titulada Paremos la injerencia política (antes de que sea demasiado normal), los emisores critican la cancelación de la obra de Bezerra Muero porque no muero (La vida doble de Teresa) por parte de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid y piden su reintegración en el programa.

A Bezerra le avisaron de la cancelación cinco días antes de la presentación de la programación del nuevo curso, el pasado mayo, después de un año de trabajo y colaboración con Teatros del Canal. La directora del centro, Blanca Li, había sido llamada a comparecer el 20 de septiembre ante la Comisión de Cultura de la Asamblea de Madrid a petición de Más Madrid, pero rechazó presentarse para dar explicaciones de lo que la Comunidad dijo que fue un contratiempo económico, pero que la oposición sospecha que fue un acto de censura por el contenido de la obra y la presión de Vox.

En su obra censurada, Santa Teresa resucita y aparece en la España de hoy, 500 años después de su muerte, donde se ve obligada a recomponer su cuerpo, ligando todas las piezas descuartizadas y repartidas por medio mundo. El portavoz parlamentario de Voz, Gonzalo Babé, fue claro el 20 de septiembre con sus declaraciones en contra de la obra: “Les agradezco que no programen una obra tan dañina y esperpéntica, muchas felicidades por no programar semejante daño a la cultura española, a una santa doctora de la Iglesia. Que lo financie la izquierda y que vayan a verla todas las veces que quieran. Pero no con dinero público”.

Los firmantes denuncian explícitamente la censura política del arte en la comunidad de Madrid: “Si algo nos convoca en torno a este atropello a la obra de Paco Bezerra es la necesidad de denunciar la injerencia política y la consecuente censura en las programaciones de nuestros centros culturales. Necesitamos gestores culturales que trabajen con independencia de los intereses ideológicos o partidistas de quienes les han designado”.

Además, reprenden la falta de transparencia de las instituciones públicas culturales de la Comunidad de Madrid: “Lo importante es entender cómo se ha producido la supresión de su obra de la programación de los Teatros del Canal, qué fuerzas han intervenido para que eso sucediera y a qué se deben las pobres explicaciones que la Consejería de Cultura y Blanca Li, directora artística de los teatros, han dado a la ciudadanía”. También reprueban el silencio que Li mantuvo desde la cancelación de la obra en julio y califican sus explicaciones en la rueda de prensa del 16 de diciembre de “tardías”.