Quince discos esenciales del soul que hay que escuchar una y otra vez
Un libro selecciona los 100 mejores álbumes del género. Su autor, Luis Lapuente, ofrece una guía de escucha de un género incandescente
Luis Lapuente (Madrid, 65 años) es probablemente el español que mejor conoce la música soul. Además, es médico de familia, y como el soul es la música del alma, la conexión no resulta ni mucho menos descabellada. “Algunas veces he sugerido a mis pacientes que estaban bajos de ánimo que escuchasen a las Supremes o a los Four Tops. Y ha funcionado”, señala con una sonrisa, pero sin ironía. Soul en lugar de lexatines.
Lapuente acaba de terminar lo que él llama “la trilogía evangelizadora del soul”, tres libros, publicados por Ediciones Efe Eme, para conocer las pasiones y las canciones de la mejor música negra: El muelle de la bahía (2015), La tierra de las mil danzas (2020) y el reciente Los 100 mejores discos del soul (2022). Lapuente descubrió este género musical cuando tenía 15 años. “Ya conocía a los Beatles, a Hendrix o la Creedence. Pero un día escuché Papa Was a Rolling Stone, de los Temptations, en un programa de radio llamado Musicolandia, de Vicente Mariskal Romero, y me volví loco. Esa música mágica no tenía nada que ver con lo que yo había escuchado. Por la misma época vi a Otis Redding en la película del festival de Monterey. Y ya me atrapó para siempre”.
Empezó a comprar “todos los discos en los que veía un negro en la portada”. Y hasta hoy, cuando completa una discografía con 15.000 compactos y 10.000 vinilos de larga duración. Define así el soul: “La música que acompañó como banda sonora el despertar de la conciencia de la integración racial en EE UU en los sesenta. Un afortunado cruce entre el góspel y el rhythm & blues que culminó en la música más excitante del siglo XX”.
Le pedimos que seleccione los 15 discos esenciales del soul y que los comente. Los hemos puesto por orden cronológico...
- Ray Charles, ‘In Person’ (1960)
¿Quién es? Uno de esos casos de superación personal que se producen en la música cada mucho tiempo. Negro, pobre y ciego (desde los siete años), en un mundo donde se marginaba a alguien con ese perfil. Pero llegó a lo más alto, superando una adicción a la heroína cuando ya era una estrella que detalla con una sencillez narrativa suprema en su recomendable libro de memorias Brother Ray. Charles fue un grande del soul, pero también del blues, del jazz, del country, del jazz latino y hasta del pop. Incomparable.
¿Por qué es tan bueno In Person? “Grabación en mono de un concierto en Atlanta de 1959, apenas 27 minutos, pero no hace falta más para explicar las claves de la música negra del siglo XX, el desgarro del rhythm and blues, la elegancia deslumbrante del jazz más cool y el increíble aliento redentor del blues más atormentado. Con la versión definitiva del clásico What’d I Say en un diálogo frenético de Ray con sus Raelettes, quizá la cumbre inalcanzable del soul de todos los tiempos”, apunta Lapuente.
- Oscar Brown Jr., ‘Sin & soul… and then some’ (1960)
¿Quién es? El más desconocido de una lista llena de nombres populares. Oscar Brown primero fue músico de jazz y luego todo lo demás. Incluso llegó a presentarse a unas elecciones legislativas en Illinois con el Partido Progresista. Compartió escenario con grandes del jazz (Miles Davis, Dizzy Gillespie o John Coltrane), realizó musicales, programas de televisión y, durante muchos años, se dedicó a rentabilizar su capacidad sobre el escenario en espectáculos que aquí llamaríamos “de variedades”. También fue activo en la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos. Un coloso hasta 2005, cuando murió con 78 años.
¿Por qué es tan bueno Sin & soul… and then some? “Es una prodigiosa anomalía, mucho más que una hermosa amalgama de piezas elegantes y concienciadas con un pie en el jazz vocal, otro en el góspel y otro en el rhythm and blues. La estela luminosa de Oscar Brown Jr. se adivina en la obra de artistas valientes que iluminaron los numerosos afluentes del soul en los años ulteriores, desde Nina Simone y Lou Rawls hasta The Last Poets, Gil Scott-Heron y Gregory Porter”, dice Lapuente.
- Sam Cooke, ‘Live at Harlem Square Club, 1963′
¿Quién es? Era el colmo de la elegancia vocal, pero también podía sacar las garras, siempre desde una sofisticación que acompañaba con una imagen impoluta. Tuvo un final feo lleno de interrogantes: fue tiroteado por la dueña de un motel. Solo tenía 33 años.
¿Por qué es tan bueno Live at Harlem Square Club, 1963? Luis Lapuente: “Un directo salvaje (publicado dos décadas después de la muerte de Cooke) con el enorme King Curtis en el saxo y al frente de una portentosa banda, donde sobresalían los guitarristas Cliff White y Cornell Dupree, y un cantante en estado de gracia arropado por un público entregado, una especie de mayúscula ceremonia eclesial que cerró el círculo de la carrera de este grande del góspel que fue el príncipe del soul”.
- The Temptations, ‘Sing Smokey’ (1965)
¿Quiénes son? Una banda que encaja perfectamente con los valores de la Motown. Primorosa en sus armonías vocales (masculinas), The Temptations fueron avanzando por los estilos de música negra siempre con resultados excepcionales. Hasta que los choques de los diferentes vocalistas convirtieron la agrupación en un rosario de músicos que iban y venían. Su aportación en las décadas doradas de los sesenta y setenta es inmensa.
¿Por qué es tan bueno Sing Smokey? “Los Temptations rindieron homenaje a su factótum Smokey Robinson con esta brillante colección prologada por la inmortal The Way You Do the Things You Do, en la que destacan piezas góspel soul del calibre de You’ve Really Got a Hold On Me, Baby Baby I Need You y, sobre todo, la deliciosa My Girl, con el estribillo a tres voces más famoso de la historia del soul. Siete años después, inventaron el soul psicodélico con Papa Was a Rollin’ Stone”, afirma Lapuente.
- Otis Redding, ‘Otis blue/Otis Redding sings soul’ (1965)
¿Quién es? Cada vez que escuchamos la voz de Otis Redding no podemos sino lamentar el maldito 10 de diciembre de 1967, cuando la avioneta en la que viajaba con su grupo se estrelló para acabar con la vida de los músicos (se salvó uno). Solo tenía 26 años. Pensar en lo que este hombre podía haber dado a la música popular si hubiese muerto en la vejez resulta hoy dolorosísimo. Mejor disfrutar de su música.
¿Por qué es tan bueno Otis Blue/Otis Redding Sings Soul? “Todo el mundo conoce y reconoce las canciones de Otis Redding: se escuchan en bandas sonoras de películas, en anuncios de televisión, en los grandes almacenes y los ascensores. Sus canciones son como las de los Beatles, pequeñas obras maestras de belleza y simplicidad absolutas, a las que hay que saber dejar respirar. Aquí, el genuino diccionario del soul sureño que germinó después en la póstuma (Sittin’ on) The Dock of the Bay”, subraya Lapuente.
- Four Tops, ‘Reach out’ (1967)
¿Quiénes son? Otra de las bandas más productivas de la Motown. ¿Su fuerte? La apasionada y dramática voz de Levi Stubbs, al que llamaban el Sinatra negro. Pocas veces los desgarros del corazón se cantaron de una forma tan volcánica.
¿Por qué es tan bueno Reach Out? “El álbum donde se incluye Reach 0ut (I’ll Be There), la mejor canción de la historia, la cumbre del soul sinfónico en el sentido más conmovedor de la palabra, una melodía barroca absolutamente única, cuatro voces privilegiadas, la memorable pulsión dramática vocal de un Levi Stubbs absolutamente genial, una orquesta en estado de gracia y toda la épica sentimental de las mejores producciones de Holland, Dozier & Holland para Motown”, aclara Lapuente.
- Sly & The Family Stone, ‘Stand!’ (1969)
¿Quiénes son? El grupo de Sly Stone, el más vanguardista de los músicos negros de los sesenta. Sly Stone construyó el puente por el que luego pasaron Michael Jackson, Prince o Kendrick Lamar. Y luego se inmoló entre montañas de cocaína. Todavía vive (tiene 79 años), pero arruinado y, en algunas fases de su vida, mendigando.
¿Por qué es tan bueno Stand!? “La Era de Acuario cruzada con el funk. La primera y más completa de las tres obras maestras del grupo, afortunado collage de sonidos callejeros (Everyday People), soul psicodélico (I Want to Take You Higher) y proclamas de afirmación racial (Stand!, Don’t Call Me Nigger, Whitey). ‘Defiende aquello en lo que crees firmemente’, canta Sly en el tema que da título al álbum, y el movimiento de los Panteras Negras adoptó ese grito como himno y bandera”, recuerda Lapuente.
- Curtis Mayfield, ‘Curtis’ (1970)
¿Quién es? El rey del falsete y del soul sofisticado. Además de ser relevante en la vertiente social: es autor de People Get Ready. Genial músico con una compleja personalidad. En 1990 se le cayó un andamio mientras preparaba un concierto al aire libre. Quedó en una silla de ruedas para el resto de su vida. Sus últimos años (murió en 1999 a los 57 años) fueron penosos.
¿Por qué es tan bueno Curtis? “Nunca antes de los ocho minutos de crescendo dramático de (Don’t Worry) If There’s a Hell Below, We’re All Going to Go se había escuchado nada parecido en el soul. Quizá solo Jimi Hendrix apuntara hacia territorios similares en los surcos del doble Electric Ladyland. Aquí, además, piezas de resistencia (We the People Who Are Darker than Blue), canciones de amor (The Makings of You) y un himno bailable y pegajoso (el inmortal Move On Up)”, detalla Lapuente.
- The Isley Brothers, ‘Givin’ it back’ (1971)
¿Quiénes son? Una de las bandas de música negra más influyentes de todos los tiempos. Nacieron a finales de los cincuenta y algunos miembros de la familia Isley todavía siguen dando conciertos, aunque, evidentemente, los mejores Isley Brothers fueron los de los sesenta y setenta. Le dieron al soul, al funk, a la música disco, al pop o al rock y siempre con resultados notables.
¿Por qué es tan bueno Givin’ It Back? “La banda de Ohio radicada en Nueva Jersey, que ya había sido grande en el góspel, el twist y el soul de Motown, se entrega al soul de guitarra de palo. Álbum fascinante e infravalorado, con lecturas portentosas de clásicas de Stephen Stills (Love The One You’re With), James Taylor (Fire and Rain), Bob Dylan (Lay Lady Lay) y una canción que combina a Neil Young (Ohio) con Jimi Hendrix (Machine Gun), con la guitarra del gran Ernie Isley echando chispas”, explica Lapuente.
- Marvin Gaye, ‘What’s Going On’ (1971)
¿Quién es? Impulsó éxitos imperiales de tres minutos típicos de la Motown en los sesenta. Se podía haber quedado ahí, pero en su ambición creativa no cabían las estrecheces. En los setenta lanzó dos de los discos fundamentales de la historia de la música, este What’s Going On, de 1971, y Let’s Get It On, de 1973. Luego, cayó por un terraplén de drogas. El 1 de abril de 1984 fue asesinado a tiros por su padre durante una discusión. Un día después, el músico habría cumplido 45 años.
¿Por qué es tan bueno What’s Going On? “La belleza cegadora, etérea y revolucionaria de este álbum descansa en un repertorio impecable, sembrado de denuncias proféticas, hermosos alegatos contra la degradación del planeta, inocentes declaraciones de amor iluminadas por la lectura de los textos bíblicos, y dolorosos aullidos de crítica social inspirados en las experiencias vividas por el hermano de Marvin en Vietnam. Quizá el mejor álbum de la historia, con permiso de Stevie Wonder”, asegura Lapuente.
- Aretha Franklin, ‘Amazing Grace’ (1972)
¿Quién es? Reyes del soul hay varios; reinas del soul solo una: Aretha Franklin. Maltratada por su padre, despreciada por negra y, cuando ya era famosa, con fama de controladora y diva caprichosa, su desgarro a la hora de entonar surgió de una vida tempestuosa. La revista Rolling Stone revisó hace un año su lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. En 2004 se alzó con el primer puesto Like A Rolling Stone, de Bob Dylan; hoy, Respect, interpretada por Aretha Franklin, ocupa el primer lugar.
¿Por qué es tan bueno Amazing Grace? “Es un extraordinario doble disco de góspel grabado en directo en la Iglesia Bautista Misionera del Nuevo Templo, de Los Ángeles. El fuego interior que acariciaba la garganta de Aretha desde pequeña, ese góspel profundo y transparente en que había crecido como mujer y como artista, le sirvió para grabar desde el púlpito su obra más íntima, arriesgada y vibrante, en una época en que el soul explotaba en discos que desarrollaban una historia”, recuerda Lapuente.
- Stevie Wonder, ‘Innervisions’ (1973)
¿Quién es? El músico negro más influyente de los años setenta y seguramente quien más éxito comercial ha tenido partiendo desde el góspel y el soul. Un titán de la música del que todavía (tiene 72 años), y a pesar de los achaques, se esperan más canciones.
¿Por qué es tan bueno Innervisions? “Entre 1972 y 1980, Stevie Wonder reescribió la historia del soul, abrió caminos inéditos, experimentó con ideas y sonidos incluso en sus trabajos más oscuros e incomprendidos. Su particular década prodigiosa es la más fértil y brillante de toda la historia del soul, pero la explosión absoluta de su talento se produjo con Innervisions, un glorioso pandemonio taumatúrgico concebido en los estudios neoyorquinos del bajista londinense Malcolm Cecil y del productor estadounidense Robert Margouleff. Stevie tocó todos los instrumentos en seis de los nueve cortes del álbum, y asombró a propios y extraños con aquellas canciones mágicas, acariciadas por una suerte de gracia divina, donde alternaba la denuncia social con su visión del amor y de las circunstancias políticas del momento”, concluye Lapuente.
- Gladys Knight & The Pips, ‘Imagination’ (1973)
¿Quiénes son? Gladys Knight, un modelo para todas las cantantes de soul (y pop en general) que vinieron después. Con una voz que fusiona calidez y garra, todavía en 2022 y con 78 años se la ha visto llenar locales en unos conciertos sensacionales.
¿Por qué es tan bueno Imagination? “Tras dejar Motown y firmar con Buddah Records, Gladys Knight & The Pips registraron su obra magna basada en el cancionero de Jim Weatherly, mezcolanza perfecta entre las historias con moraleja del country, los vientos sincopados del soul y el pálpito góspel de una banda en estado de gracia. La cima de una vocalista que aún no había cumplido 30 años y que seguiría grabando discos sensacionales con y sin los Pips, coronada como una de las diosas del soul que siempre fue”, subraya Lapuente.
- James Brown, ‘Star Time’ (1991)
¿Quién es? El creador del funk; también un pionero del hip hop y, en general, el tipo que llenó de ritmo y furia las pistas de baile. Además, quizá el que mejor de esta lista supo trasladar la música negra al directo y convertirla en un espectáculo incendiario.
¿Por qué es tan bueno Star Time? “Con el Padrino del Soul hay que hacer trampa y elegir una antología: imposible resumir su colosal legado en un solo disco. El epítome del funk, el espíritu del soul electrizante, desenfrenado y rabiosamente festivo se paladea mejor en esta cajita de cuatro compactos, la piedra de Rosetta de la música negra. Please, please, please, Papa’s Got a Brand New Bag, Cold Sweat, Sex Machine y muchas más. Star Time es un artefacto perfecto sobre la música de James Brown que luego se puede completar con cualquiera de los dos primeros Live at the Apollo”, recomienda Lapuente.
- D’Angelo, ‘Brown sugar’ (1995)
¿Quién es? Misterioso, talentoso y perezoso en la composición. D’Angelo suma solo tres discos largos (el último, Black Messiah, en 2014), en 30 años de carrera. Es la última gran estrella del soul, de quien se siguen esperando muchas cosas. Todavía tiene 48 años.
¿Por qué es tan bueno Brown sugar? “Ricas en texturas y generosas en matices, las canciones de este álbum tienen vida propia, huelen a sexo urgente y a dolor carnal, transpiran insolencia, enlazan, en fin, con el corazón del soul, la música que mejor ha explicado el infortunio, el deseo, la soledad, el gozo. Como dijo otro grande, Raphael Saadiq, en las páginas de Vibe: ‘Hubo un Marvin Gaye, un Michael Jackson, un Stevie Wonder y un Prince. Y ahora hay un D’Angelo”, explica Lapuente.
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