Manuel Carrasco cierra su gira ‘Hay que vivir el momento’ en Sevilla con el concierto más multidinario en España en 2022
Más de 70.000 personas se reunieron el sábado por la noche en el Estadio de la Cartuja
Se conocían los números antes de que diera comienzo el concierto más multitudinario de nuestro país en este 2022: 74.534 personas reunidas delante de un solo artista, en una única noche y en un escenario alejado geográficamente del eje Madrid-Barcelona. Las cuentas oficiosas lo sitúan incluso como el recital con más público en la historia de la música en España. Sin embargo, era necesario estar en el Estadio de la Cartuja de Sevilla para conocer —prácticamente limitarse a sentir— la verdadera dimensión de lo que allí ocurrió la noche del pasado sábado. “Esto es un momento histórico porque Sevilla lo ha querido. Y no lo está haciendo alguien de Manchester, ni de Wisconsin, sino alguien de aquí al lado, de un pueblo pequeño, Isla Cristina. Es mucho más de lo que había soñado”, lo decía un empoderado Manuel Carrasco a mitad del concierto que cerró este fin de semana su gira Hay que vivir el momento, con gesto, eso sí, a ratos de incredulidad, a ratos de euforia, pero siempre de gozo y gratitud ante un público en permanente estado de éxtasis.
Así que si Manuel Carrasco dice que hay que vivir el momento, se vive. Se vivió, se bailó, se cantó, se batieron récords de asistencia —y de altas temperaturas— para reconocer la trayectoria y la entrega de un artista que ha hecho historia en la música en vivo española sin estridencias, solidificando una carrera en el pop nacional colmada de grandes éxitos destinados sin complejos al gran público, pero que generan el respeto de músicos independientes y no renuncian a la canción de autor. Con un pie en sus raíces folclóricas andaluzas y otro fuera de su zona de confort, Manuel Carrasco no abusó de guion y ofreció un concierto a la medida de Sevilla, como también lo hizo a la medida de Bilbao, Madrid, Barcelona, Córdoba, Granada y su Isla Cristina natal, ciudades donde ha atracado este barco de emociones y canciones diseñadas, ex profeso, para cada plaza en la que se ha encerrado en solitario.
La exigencia de Carrasco fue máxima, así como el respeto al público que lo encumbró la noche del sábado como un artista de masas. Arrancó, efectivamente, con un tema compuesto expresamente para la ciudad Sevilla, para continuar en un continuo crescendo que alcanzó las tres horas de duración —el artista se resistía a abandonar el escenario y el público las gradas— en el que fue desgranando lo mejor del amplio repertorio que ha recopilado durante sus ya 20 años de carrera, aunque destacaron los temas incluidos dentro de su último disco, La cruz del mapa. Un espectáculo ya rodado —Sevilla ha sido la última cruz del mapa que se desplegó en Bilbao el pasado 11 de febrero—, pero que necesitó aumentar y ampliar la producción para estar a la altura de un recinto de las dimensiones del Estadio de la Cartuja de Sevilla.
Momentos épicos, como No dejes de soñar, y continuas concesiones a la ciudad que lo ha coronado como un artista de récord jalonaron las tres horas de recital: cantó y tocó por bulerías, subió al escenario la guitarra vibrante y en plena forma de Raimundo Amador para cantar Si tú te vas, yo me quedo en Sevilla hasta el final, el mítico tema de Pata Negra. Y en un gesto de insólita generosidad, se prodigó en guiños a otros artistas que mueven masas al Sur de Despeñaperros, como el rumbero Ritmo de la calle de Los Delinquentes. Los aplausos no cabían en el Estadio de la Cartuja.
Los bises vinieron en dos tandas. Tras una batukada espectacular que acompañó el tema Yo quiero vivir, Carrasco se marchó para regresar con Me dijeron de pequeño, el tema que quizás resuma con más precisión lo que ha sido su proceso de construcción como artista, marcado por un triunfo sigiloso, cocinado a fuego lento, del que, presume, no se ha dejado seducir por los cantos de sirena del éxito fácil.
En un verdadero bucle de piropos de ida y vuelta entre el artista y su público, con Manuel Carrasco arrodillado ante una muchedumbre sobrecogedora, terminó una gira que había quedado truncada por la pandemia. La gira La cruz del mapa fue igualmente la más exitosa de 2019, un hito sin precedentes con el que el de Huelva recorrió buena parte de la geografía nacional. Ahora toca Vivir el momento.
Babelia
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