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El compositor Philip Glass, premio Fronteras del Conocimiento

El galardón reconoce “su extraordinaria contribución a la creación musical y a la ópera, con gran impacto en la historia de la música de los siglos XX y XX”

Philip Glass
El compositor Philip Glass, en una imagen cedida por la Fundación BBVA.
El País

El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera, que reconoce la creación cultural de excelencia, ha sido concedido este miércoles en su 14ª edición al compositor Philip Glass “por su extraordinaria contribución a la creación musical y a la ópera, con gran impacto en la historia de la música de los siglos XX y XXI”, según el jurado. “Con un estilo distintivo y un novedoso enfoque de la composición”, continúa el fallo, Glass “ha abarcado diferentes tradiciones culturales de todo el mundo, forjando un estilo único y personal y siguiendo su propio camino con valor y convicción”. El jurado lo destaca también como “una figura internacional que atrae a un público de todas las generaciones y cuyas obras se interpretan en los auditorios más importantes y por las principales formaciones orquestales de todo el mundo”.

Estadounidense nacido en Baltimore (Maryland), de 85 años, Glass ha compuesto en su trayectoria 26 óperas, de pequeño y gran formato, entre las que destacan Einstein on the Beach (1976); Satyagraha (1979); Akhnaten (1983); y The Voyage (1992), sobre Cristóbal Colón. Además, es autor de 14 sinfonías, 13 conciertos, nueve cuartetos de cuerda y obras para instrumentos solistas como el piano o el órgano. Su relación con la música comenzó desde niño porque su padre era propietario de una tienda de discos, en la que recibió las influencias de clásicos como Beethoven, Shostakóvich y Bartók. Con siete años comenzó a estudiar piano y flauta. Vivió la escena jazzística de Chicago, estudió composición en Nueva York. Luego se mudó a París para estudiar en el Conservatorio Americano de Fontainebleau. Su experiencia con la música oriental, que completaría a través de un viaje a la India en 1966, influyó de modo decisivo en su estilo. “Para crear la música que quería componer necesitaba encontrar un lenguaje diferente”, ha declarado Glass sobre su trayectoria tras conocer la noticia del premio. “Lo que yo he buscado siempre es un lenguaje musical que establezca una relación entre el movimiento, el sonido y la imagen”.

En 1967 se instaló en Nueva York, donde creó su propio conjunto, el Philip Glass Ensemble, una formación compuesta por sintetizadores, teclados y vientos-metales amplificados, con la que llevaría a la práctica una nueva aproximación a la creación musical, que fue denominada “minimalismo”. El compositor está muy ligado a esta ciudad, “un lugar tan maravilloso al que la gente llega de todo el país y de todo el mundo, generalmente con la mente abierta, deseando trabajar con otros”.

Sobre su estilo, que él mismo definió hace años como “un intento de integrar los tres elementos musicales: melodía, armonía y ritmo”, afirma que ahora prefiere redefinirlo: “Hablemos de lenguaje, imaginación e intuición”. Esa manera novedosa de componer no fue, en un primer momento, bien digerida por el público de Estados Unidos, como apunta Víctor García de Gomar, secretario del jurado y director artístico del Liceo de Barcelona: “El mundo canónico le veía más como un creador de actos de resistencia cultural”. De hecho, en 1976, cuando se estrenó su ópera Einstein on the Beach, su primera gran obra y con la que obtuvo éxito de público, aún se ganaba la vida como conductor de taxi y reparador de electrodomésticos.

Música para películas

Glass es conocido por sus colaboraciones con otros artistas: “Esto ha ha impulsado los mayores éxitos de mi carrera. Lo que cuenta no es el lenguaje de la música por sí solo, sino cómo se integra con las contribuciones de los demás colegas con los que trabajamos”. Así, ha participado en medio centenar de películas, entre ellas, Kundun (1997), de Martin Scorsese; El show de Truman (Peter Weir, 1998) o el filme biográfico sobre Stephen Hawking Una breve historia del tiempo (Errol Morris, 1992). Ha sido nominado a los Oscar en tres ocasiones.

Otra de sus pasiones es la ciencia. Ve a los científicos “como visionarios, como poetas”, a los que ha dedicado varias de sus obras, como en el caso de Galileo Galilei, en una ópera homónima estrenada en 2002; Johannes Kepler o la banda sonora que compuso para la película sobre Hawking. “Desde una edad muy temprana empecé a leer sobre ciencia. La ciencia teórica siempre me fascinó y por ese motivo me interesé en las matemáticas”, ha declarado en alguna ocasión.

El jurado del premio, presidido por Tomás Marco, compositor, musicólogo y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ha contado como secretario con Víctor García de Gomar. Los vocales han sido Mauro Bucarelli, coordinador artístico de la Academia Nacional de Santa Cecilia (Italia); Raquel García-Tomás, compositora; Pedro Halffter, director de orquesta y compositor; y Kathryn McDowell, directora general de la Orquesta Sinfónica de Londres.

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