Fortes, un torero ‘coach’ para salir por la puerta grande de la vida

La personalidad, la trayectoria profesional pasada y presente y el pensamiento del torero Saúl Jiménez Fortes (Málaga, 1990) dan pie para una reflexión.

Arrastra una seria lesión de rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y arrancamiento del menisco, que se produjo el 26 de junio de 2021 en la plaza de Las Ventas, agravada posteriormente por la misma fractura en la pierna derecha, y trabaja intensamente para reaparecer en los ruedos en el mes de junio.

Entre continuas sesiones de rehabilitación, Fortes es, además, el promotor de una jornada que él titula ‘Una experiencia vital, más allá del toreo’, que se celebrará los días 18, 19 y 20 de este mes en una finca cercana a Sevilla; está dirigida a personas aficionadas o no a los toros, pero interesadas, según palabras del torero, “en aplicar los valores del toreo a sus vidas”. Y remata la publicidad del encuentro con una pregunta directa: ‘¿Quieres abrir la puerta grande de tu vida?’

“La experiencia que he adquirido a lo largo de mi carrera y la forma en que he debido afrontar situaciones complicadas me han hecho ver que esa resiliencia no es exclusiva de mi carácter, sino que se puede aprender por medio de estrategias mentales”, afirma el torero. “Yo propongo habilidades para afrontar circunstancias vitales como lo hace un torero, y, además, disfrutar de un fin de semana emotivo, divertido y formativo”.

Propongo habilidades para afrontar circunstancias vitales como lo hace un torero

Ciertamente, la trayectoria de Fortes le ha exigido una peculiar manera de plantarle cara a la existencia; no en vano es un hombre curtido en mil batallas, víctima de muchos y serios percances delante del toro, y aún con la esperanza no marchita de alcanzar el objetivo de ser figura del toreo. Y asegura, a pesar de todo, que él sí ha abierto la puerta grande de su vida.

“Quizá, en otro momento, hubiera contestado que no, y aunque tenga muchas metas por conseguir, considero que he abierto la puerta grande”, comenta Fortes. “Me siento orgulloso de mi camino como torero y como persona. He tenido suerte y estoy agradecido a la vida, con lo bueno y lo malo, percances incluidos. No me cambiaría por ninguna figura, y puedo decir que estoy a gusto por ser quien soy”.

Se casó en octubre de 2018, tiene un hijo, Saúl, de poco más de un año, y se siente muy ilusionado en su nueva vertiente de coach.

“Es muy bonito ayudar a otras personas a encontrar sus propósitos y a superar sus miedos”, afirma.

Aclara Fortes que ‘Más allá del toreo’, una iniciativa nacida en 2020 y que cumplirá este mes la sexta edición, no es un curso teórico ni está destinado solo a aficionados al toro. “Se torea de salón, y el último día participamos en un tentadero, pero el objetivo fundamental es reflexionar sobre los valores de la tauromaquia y vivir en torero en el sentido más amplio de la palabra”, afirma. “Se pretende unificar la inteligencia emocional con la posibilidad de acercarte al mundo del toro desde dentro”

“Siempre he tenido curiosidad por el crecimiento personal”, añade, “me he formado en esa materia y creo estar capacitado para que mi experiencia pueda servir de ayuda a otras personas”.

Pero Fortes no olvida que es torero, explica que su firme propósito es continuar su carrera profesional, y que esta profesión de coach “me sirve para alimentar mi filosofía del toreo”.

“Me quedan muchas puertas grandes que abrir en mi vida personal y profesional, y a ello dedico toda energía”, afirma. “Mi propósito es seguir toreando, que es lo que me hace feliz, y creo que todavía tengo mucho que decir”.

Mi propósito es seguir toreando, que es lo que me hace feliz

Pregunta. De todos modos, su trayectoria no ha sido fácil…

Respuesta. “No, y por eso me siento más orgulloso. Tengo cuatro o cinco argumentos sólidos para haber abandonado la profesión, y, sin embargo, he mantenido un nivel competitivo en el ruedo. No estoy plenamente satisfecho porque mi objetivo era estar hoy entre las figuras, pero sí contento por haber superado dificultades y por mi evolución como torero”.

P. Ha visitado usted la enfermería con excesiva frecuencia.

R. “Es verdad. Mi bautismo de sangre fue en mi primer año de becerrista y, desde entonces, no ha habido una temporada sin cornada. Creo que es la consecuencia de muchas circunstancias. Quizá, es que he pisado mucho el acelerador y me he colocado con mucha pureza delante de los toros, o que ese es mi destino… Otros compañeros tienen que sortear otras dificultades. Yo he estado en el banquillo por los percances, pero no por falta de contratos”.

De momento, prepara una nueva edición de su faceta como coach con el objetivo de que otros vivan los valores del toreo, mientras él no olvida que su más meta más grande es ser figura.

“Ser figura y torero de toreros, ese es mi anhelo. Ser torero es más que una profesión, es una vocación que no puedes soslayar. Quiero vivir mi vida toreando…” Mientras tanto, ayuda a que otros salgan por la puerta grande de la vida.