Muere Luis del Olmo, creador de la tira cómica ‘Don Celes’
El periodista y dibujante ha fallecido este miércoles a los 99 años en Bilbao
Este miércoles nos dejó Luis del Olmo Alonso a los 99 años recién cumplidos, periodista y creador del personaje de tiras cómicas Don Celes Carovius, publicado por primera vez en La Gaceta del Norte el 19 de octubre de 1945. Muchos bilbaínos crecimos viendo lo que le ocurría a este personaje mudo dibujado en blanco, negro y rojo. Y muchísimos fueron los lectores que se acostumbraron a comenzar el periódico por detrás para ver a Don Celes, el cenizo en la última página de El Correo desde el 1 de abril de 1969, tras ser fichado por el antiguo director Antonio Barrena y Luis Bergareche.
Como Luis, me inicié en este mundo del periodismo en La Gaceta, pero Luis ya estaba trabajando en El Correo. Años después, y también con Barrena como director, llegué a El Correo.
No puedo negar que conocer a Luis del Olmo, el padre de Don Celes, fue para mí una de las grandes alegrías del diario bilbaíno. Luis acudía a la Redacción una vez a la semana. Bajo su brazo llevaba una pequeña carpeta marrón con cremallera donde se encontraban las tiras de Don Celes. Entraba sin hacer ruido, saludaba, hablaba unos minutos y se marchaba en silencio para no molestar. En una de esas visitas, también con su carpeta bajo el brazo, que no soltaba nunca, me dijo: “Tomás, cada vez conozco a menos gente en la Redacción”. Luis, personaje enamorado e ilustre de Bilbao, educado y muy próximo a la gente, siempre estaba dispuesto a dedicar un dibujo a todos aquellos que se lo pidieran.
Del Olmo comenzó a dibujar copiando el personaje del Doctor Nimbus, tira que se publicaba en Le Journal, cobrando literalmente dos duros, una fortuna para aquellos tiempos. El primer dibujo lo publicó el 23 de enero de 1943. A Del Olmo le faltaba un año para terminar la carrera para ser perito industrial. Sus compañeros trataron de convencerle para que terminara los estudios, pero él sabía que su futuro estaba en el periodismo y no en la electrotecnia.
Dos años después, el entonces director de La Gaceta del Norte, Aureliano López Becerra, le propuso crear un personaje propio ante el temor de que los dueños de Le Journal le pusieran un pleito por plagio. Un mes más tarde, creó un personaje narigudo, triponcete, bigotudo, bonachón y con tres pelos, al que bautizó como Celestino, aunque su director lo rebautizó como Don Celes Carovius, y a su esposa, Doña Petronila Pilonga.
Más adelante, la agencia danesa Press Ilustration Bureau cambió el nombre de Don Celes por el de Carlo para distribuirlo y venderlo por el mundo. La tira se publicó en diarios de Europa, Asia, América y África, siendo Oceanía el único continente donde no se ha publicado. De Bilbao a la conquista del mundo, del que había meses que cobraba más dinero del que recibía del diario bilbaíno.
Luis del Olmo siempre se consideró periodista, un periodista que dibujaba, pero que comenzó en el periódico haciendo la cartelera, los espectáculos, sucesos y la corrección de las crónicas de los corresponsales. Fue autor también de la columna De cuando en cuando, una crónica sobre la esencia del bilbainismo y la evolución de la ciudad, en la que usaba términos como “motorruidista”.
Del Olmo consiguió publicar la tira cómica todos los días durante casi 76 años —este miércoles salía la última en El Correo— y convertir a Don Celes en un icono bilbaíno.
Era hijo de un panadero que combatió con la República y desapareció en la primera batalla de la ofensiva en Otxandio (Bizkaia). Su madre, Hermesia, regentaba una casa de huéspedes en la Quinta Parroquia. Jugó en el equipo San Fernando de baloncesto y fue uno de los introductores de este deporte en Bilbao. También practicó el atletismo y llegó a ser campeón de España de relevos 4×400, además de aficionado a la natación.
Tuvo dos matrimonios y cinco hijos. Su primera esposa, María Victoria Álvarez, murió en 1979. Con la segunda, Aurora, también ya fallecida, formó una pareja moderna: cada uno vivía en su casa.
Hablando sobre los temores de la muerte, Luis del Olmo contestaba: “No sé lo que voy a hacer al otro lado. Lo que espero es que me dejen dibujar”. Descansa en paz Luis, y seguro que te dejan dibujar, maestro.
Tomás Ondarra fue redactor jefe de Infografía de El Correo entre 1986 y 1996, puesto que ocupó en EL PAÍS entre 1999 y 2018.
Babelia
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