La investigación genética del ADN de Colón descifrará el enigma de su origen
Un proyecto científico de la Universidad de Granada y varios laboratorios internacionales analizarán los huesos del navegante para determinar si era italiano, valenciano, portugués, mallorquín, gallego, manchego o navarro
Uno de los mayores enigmas históricos de todos los tiempos puede quedar resuelto el próximo octubre gracias a la tecnología genética más avanzada. ¿Dónde nació Cristóbal Colón, descubridor de América? Una investigación emprendida por la Universidad de Granada ―Colón ADN, su verdadero origen―, que requerirá de la colaboración de laboratorios de la ciudad andaluza, Florencia, Roma, Texas y México, determinará su lugar de nacimiento tras el análisis genético de los huesos del navegante, además de su comparación con los de sus posibles progenitores y descendientes. Las certezas de los libros de historia están en juego. Sus promotores lo explican así: “Estamos en la etapa más decisiva, la que ha requerido mayor tiempo de espera hasta disponer de una tecnología de análisis genético avanzada que garantizara mayores posibilidades de éxito”.
Colón murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, dejando abierto el interrogante de su verdadero origen. José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, el antropólogo físico Juan Carlos Álvarez Merino y el historiador Marcial Castro, que encabezaban un equipo interdisciplinar, exhumaron en 2003 los restos del almirante y de su hijo Hernando del sepulcro donde estaban depositados en la catedral de Sevilla. Al tener la tumba del descubridor la consideración de bien de interés cultural, las negociaciones resultaron muy complejas. Extrajeron finalmente parte de los huesos y los trasladaron a la universidad granadina, junto con los de Diego Colón, hermano del marino, que se encontraban en la fábrica La Cartuja-Pickman de Sevilla. Allí se guardaron en una sala blindada. En el transcurso de aquella investigación, se confirmó el parentesco entre los tres cuerpos (los dos hermanos, Cristóbal y Diego, y el hijo del primero, Hernando). República Dominicana sostiene que el navegante descansa en la catedral de Santo Domingo, en una caja encontrada en 1877 donde se lee la inscripción “Cristóbal Colón”.
La disputa entre España y el país caribeño sobre los restos tiene su origen en que los cuerpos del descubridor y su hijo fueron trasladados desde la Península en 1523 a la isla de La Española (territorio hoy en día compartido por la República Dominicana y Haití), donde deseaba ser enterrado el marino. Los restos fueron depositados en la catedral de Santo Domingo, hasta que en 1793 España cedió la isla caribeña a Francia. Los féretros fueron entonces transportados a la catedral de La Habana, donde permanecieron hasta la independencia de Cuba en 1898. De allí, con todos los honores, se enviaron de nuevo a España y se ubicaron en la catedral de Sevilla, donde el almirante reposa en una impresionante sepultura obra de Arturo Mélida. Los promotores del proyecto están intentando, a través del Gobierno de España, que el Ejecutivo dominicano ceda también los huesos que conserva para analizarlos.
Está previsto que los restos mortales, guardados desde 2003 en la caja blindada de la Universidad de Granada, salgan este jueves para ser analizados por la propia universidad y por diferentes laboratorios de Europa ―incluidos algunos italianos, para evitar suspicacias, si finalmente se determina que el descubridor no era genovés― y América. Los resultados de la investigación se harán públicos en octubre en un documental dirigido por Regis Francisco López, producido por RTVE y Story Producciones, los mismos que desvelaron el año pasado el origen europeo-bereber de los guanches canarios.
Existen teorías de que Colón falseaba su ascendencia, al ser judío converso
La hipótesis más aceptada por los historiadores sitúa la cuna de Colón en Génova (Italia) en 1451, como hijo de Giovanni Colón o Colombo y de Giovanna Fontanarrosa, familia de tejedores. Diversos documentos históricos, como el testamento de su hijo Hernando Colón, lo ratifican. Persisten, con todo, las dudas, ya que jamás escribió una línea en italiano y en sus escritos utilizaba giros idiomáticos valencianos, mallorquines, gallegos o portugueses. De hecho, existen numerosas teorías que sostienen que el almirante ocultaba o falseaba su origen al ser judío converso o por problemas legales de herencias. Reputados historiadores establecen su procedencia en países tan dispares como España, Portugal, Croacia o Polonia.
En esta ocasión, según afirman los expertos de la Universidad de Granada en su nota, “se trata de la investigación científica más ambiciosa sobre el origen de Colón, que recopila el trabajo desarrollado por las diferentes tesis surgidas hasta el momento y que cuenta con posible información genética para contrastar. Valencia, Portugal, Galicia, Navarra o Mallorca serán algunas de las posibilidades estudiadas”.
Congreso internacional
Este miércoles ha comenzado en Granada un encuentro mundial de autores que sostienen las diversas teorías y que han entregado al catedrático Lorente el material recopilado hasta el momento, que incluye fuentes documentales, legajos históricos y hasta restos genéticos. Francesc Albardaner i Llorens, miembro de la Sociedad Catalana de Estudios Históricos, defiende la cuna valenciana del navegante. Considera que nació en el seno de una familia de judíos conversos. Su padre, según el historiador, fue un emigrante que llegó a Valencia procedente de Liguria (Italia) y que se casó con una valenciana. Por eso, mantiene, “debido a ser hijo de un matrimonio mixto, tanto podía presentarse como genovés de nación como súbdito natural de la Corona de Aragón”.
Los expertos barajan, entre otros, un origen valenciano, gallego, italiano, mallorquín o navarro del navegante
Fernando Branco, profesor de la Universidad de Lisboa, cree que el descubridor era portugués. Su nombre real, dice este miembro honorario de la Academia de Historia Portuguesa, era Pedro Ataíde y era un corsario que huyó a Castilla en 1485. Por su parte, los historiadores José y Antonio Mattos e Silva aseveran que era el hijo bastardo de la princesa portuguesa Leonor de Aviz. Una tercera hipótesis lusa la defiende el investigador Carlos Evaristo, quien afirma que, en realidad, era hijo del duque de Beja y Visey y de Isabel Gonçalves, una mujer de ascendencia judía. Cristóbal Colón, ajustándose a esta versión, se llamaría Salvador Fernandes Zarco y habría nadico en Cuba, en el Alentejo portugués. De adulto, se convirtió en capitán y espiaba a Castilla en nombre del rey Juan II de Portugal. El autor lo califica de una especie de “agente 007″ del país vecino.
El médico José Mari Ercilla afirma, en cambio, que el descubridor nació en Navarra, en la localidad de Ainza, y que portaba el antígeno HLA-B27, característico de los agotes, una minoría discriminada que vivía entre España y Francia. Recuerda que solo en Navarra y América existen poblaciones llamadas Ainza. “Este nombre no ha existido en otra parte del mundo más que en América tras el descubrimiento de Colón. Un topónimo que solo alguien nacido allí podría conocer pues los Colom, según los censos reales navarros, habitaban este pueblo de tan solo cinco casas”.
La hipótesis de Gabriel Verd Martorell, presidente de la Asociación Cultural Cristóbal Colón, es que era hijo natural del príncipe de Viana, hermano de Fernando el Católico, y de la mallorquina Margalida Colom. Llegó al mundo en Felanitx (Mallorca), en 1460. Y que el navegante puso el nombre de Margarita a una isla que descubrió en 1498 frente a las costas venezolanas en recuerdo de su madre.
Eduardo Esteban Meruéndano, presidente de la Asociación Cristóbal Colón Galego ‘Celso García de la Riega’, defiende el origen gallego del navegante. Por su parte, Alfonso C. Sanz Núñez, profesor asociado en el Departamento de Análisis Geográfico Regional en la Facultad de Geografía de la Universidad Complutense, asegura que Colón vino al mundo en Espinosa de Henares (Guadalajara) el 18 de junio de 1435 y está enterrado en Cogulludo (Guadalajara). Era nieto de Diego Hurtado de Mendoza, almirante de Castilla, oficial mayor del rey en la armada, e hijo de Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona. Cuando esta falleció le dejó 13.000 maravedíes en herencia, pero su tío, el marqués de Santillana, se los robó. Los Reyes Católicos, dado su linaje, le hicieron Almirante de la Mar Océana. Desde luego, un mar de dudas.
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