Muere a los 59 años el cantante y modelo Nick Kamen, autor de ‘I Promise Myself’
El artista, que se hizo famoso en los ochenta por un anuncio de Levi’s, consiguió el elogio de Madonna, que le compuso canciones
Forró carpetas de miles de adolescentes, ejemplificó el concepto de símbolo sexual, fue un one hit wonder (el término en inglés para definir a un artista de un solo éxito) de libro y se apartó del foco con una dignidad poco habitual en un mundo tan buscafamas como el musical y el de las pasarelas. Eso es lo que representaba Nick Kamen, que murió este martes a los 59 años después de una larga enfermedad. La noticia la dio su amigo, el también cantante Boy George, que escribió en sus redes sociales: “Que descanse en paz el hombre más bello y dulce, Nick Kamen”.
Kamen (de nombre real Ivor Neville Kamen), nacido en Essex (Reino Unido) en 1962, nació en una familia de artistas. Su hermano, Chester Kamen, ha trabajado muchos años como guitarrista de sesión: entre sus clientes se puede citar a los Pink Floyd de David Gilmour, o a Brian Ferry. Otro de los hermanos, Barry, era modelo. Barry falleció en 2015, a los 52 años, de un ataque al corazón.
Nick Kamen se hizo mundialmente famoso en 1984 cuando protagonizó un anuncio de la marca de pantalones vaqueros Levi’s. Mientras sonaba I Heard It Through the Grapevine en la voz de Marvin Gaye, el modelo entraba en una lavandería llena de gente (la mayoría mujeres) y se desnudaba para introducir sus tejanos en la lavadora. Luego, se sentaba en calzoncillos a esperar su ropa mientras hojeaba una revista. Su esbelto cuerpo provocaba la admiración de los presentes. El típico anuncio de erotismo light ochentero que lo transformó en un símbolo sexual.
A partir de ese momento su bello físico fue el predilecto de miles de adolescentes. El modelo se hizo tan popular que Madonna contactó con él y le ofreció una canción, Each Time You Break My Heart, un descarte de su disco True Blue (1986). Durante los ochenta, Kamen se mantuvo con un éxito razonable con temas como Tell Me, donde Madonna hacía coros. La estrella dijo de él que tenía “mucho carisma y una voz bellísima”. Kamen participó de ese sonido de los ochenta de producciones metalizadas, heredero de los nuevos románticos. Eran canciones con mucha presencia de teclados y cajas de ritmo, música donde los estribillos surgían exuberantes acompañados de flexibles coros femeninos. Muchos la denostaron en la época; hoy las disfrutan cuando las cazan en el dial.
Pero no fue hasta años más tarde, en 1990, cuando consiguió su gran bombazo con I Promised Myself, una canción pop acelerada adornada por su suave tono de voz. Un éxito inmediato, el causante de que la generación de los nacidos a principios de los setenta llenase las pistas de baile de las discotecas. Este tema sonó en la radio con mucha frecuencia en los primeros años de la década de los noventa y lo sigue haciendo en las emisoras nostálgicas. Actualmente alcanza los 30 millones de escuchas en Spotify.
Entre 1987 y 1992 editó cuatro discos. Después, desapareció. Agobiado por la fama se recluyó con sus íntimos. Llevó una vida discreta con escasas apariciones públicas. Pintaba y producía música poco comercial sin apenas repercusión. Huía de todo lo que tuviera que ver con la fama. Hace un tiempo se supo de su grave enfermedad.
La especial personalidad de Kamen con su actitud desdeñosa hacia la fama le reportó mucha admiración. En cuanto se conoció su fallecimiento varios artistas expresaron su pesar. John Taylor, bajista de Duran Duran, escribió en Twitter: “Es muy triste conocer la noticia del fallecimiento de Nick Kamen, uno de los hombres más amables y adorables que he conocido. Además, era un amigo querido por mi hija y su madre. Te echaremos de menos, Nick “. La diseñadora Susie Cave, esposa de Nick Cave, compartió una foto de Kamen en Instagram y escribió: “RIP Nick Kamen, mi dulce amigo”.
Babelia
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