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EL HOMBRE QUE FUE JUEVES
Columna
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Guillem Clua, alto y lejos

El dramaturgo catalán sigue triunfando con 'La golondrina' y en febrero estrenará 'Justícia'

Marcos Ordóñez
Carmen Maura y Félix Gómez, en una escena de 'La golondrina'.
Carmen Maura y Félix Gómez, en una escena de 'La golondrina'.JAVIER NAVAL

La golondrina, de Guillem Clua, sigue volando alto y lejos. Lleva año y medio en Brasil; se ha hecho en Montevideo, se ha vendido por Venezuela. “En México”, me dice, “lo va a dirigir Manolo Caro, el de La casa de las flores.Entretanto, sigue la gira por España, con un cambio: Dafnis Balduz acompaña a Carmen Maura. Cerramos en Madrid en mayo y, cuando Carmen acabe la versión española, empezará la versión francesa, después de verano. Es una coproducción entre Francia, Bélgica y Suiza. Todo el mundo quiere ver a Carmen en escena, y es un regalo verla tan comprometida con la obra. La ha hecho suya de una manera impresionante”.

Del 13 de febrero al 23 de marzo, habrá nueva obra de Clua, Justícia, en el Nacional de Barcelona. Casi tres horas: la historia de una familia catalana desde la Guerra Civil hasta el presente y con saltos al futuro. “El naturalismo se rompe desde el principio. Hay una disrupción constante entre espacio y tiempo. Los actores interpretan muchos personajes, hablan al público, narran. Josep Maria Pou es el eje sobre quien gira todo. Es un prohombre de la cultura catalana, un parlamentario que viene del pujolismo. Y un juez al que el día que se retira le montan una misa y una cena, y esa noche su mente comienza a desquiciarse y salen a la luz todos los secretos de su pasado”.

Hay 10 personas en el reparto de Justícia, dirigida por Josep Maria Mestres. Pou y Vicky Peña son los patriarcas. Los hijos, Anna Sahun y Roger Coma. El yerno es Pere Ponce; la nuera es Anna Ycobalzeta. Manel Barceló es el cura de la familia. Alejandro Bordanove, Marc Bosch y Katrin Vankova, los nietos, “son la gran promesa del partido, que nunca se menciona, pero se entiende que es Junts per Cat”, dice. “Me van a caer palos, porque es una obra muy política. No ha habido ningún pero. Pou fue una propuesta de Xavier Albertí cuando me encargó el texto. Me dijo: ‘Escribe lo que quieras para la sala grande”. El problema del Nacional catalán —añade— es que es un teatro en el que se invierte mucho dinero para hacer funciones que duran seis semanas. “Luego mueren y no tienen ninguna repercusión en el resto del territorio, excepto contadas coproducciones que se pueden hacer con Madrid. Es increíble, y una lástima que sea así. Pero es el concepto que tienen ahora los responsables del teatro catalán”. Dure o no dure Justícia, Clua no puede quejarse de sus funciones “comerciales” recientes: no hay que olvidarse, aparte de las citadas, de Smiley, que se está haciendo mucho (“en Italia vuelve a montarse este año”). Después del amor se estrenará en el Club Capitol (“será su última función”) el 14 de mayo. “Y luego gira, en otoño”. Clua escribe y dirige, con los actores originales, Albert Triola y Ramon Pujol. Y los tres producen. Arola, además, le publica su Teatre reunit (“14 textos, desde el primero, Invisibles, de 2002, hasta Justícia, incluyendo los escritos en castellano, como Invasión o Ilíada”).

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