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La FIL afirman que “nunca se planteó retirar” el premio Sor Juana a María Gainza

La ausencia de la autora argentina de la ceremonia de entrega había disparado la polémica sobre una posible cancelación del pago de los 10.000 dólares del galardón

David Marcial Pérez
La escritora María Gainza en una foto sin datar.
La escritora María Gainza en una foto sin datar.Rosana Schoijett

María Gainza no viajó en diciembre a México para recibir el premio Sor Juana Inés de la Cruz y, a partir de esa ausencia, se dispararon las especulaciones en remolino sobre el destino final del galardón, dotado con 10.000 dólares. Pese a que las bases no exigen la presencia de la premiada, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), organizadora del premio, decidió suspender la ceremonia de entrega y remitir a un comité el veredicto final. La FIL confirmó este lunes que no retirará el premio a la autora argentina y que, de hecho, nunca barajaron esa posibilidad. El comité solo entrará a analizar cómo, cuándo y dónde se llevará a cabo la nueva ceremonia de entrega.

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La cancelación del evento durante la semana de celebración de la feria ya levantó suspicacias, pero la polémica se había avivado esta semana por la crítica del Leila Guerriero en una columna de este diario, donde censuraba la postura inicial de la feria, que dejaba entrever la presencia de Gainza era una condición necesaria para la concesión del premio. Una crítica que fue secundada en las redes sociales por más escritoras.

La FIL ha querido zanjar el asunto atribuyendo la polémica a un malentendido. “Para nosotros es importante que el autor tenga un encuentro con el público, pero en ningún momento se planteó retirarle el premio. La dotación económica se entregará próximamente y sería magnífico que pudiera venir, pero será una decisión en conjunto con la autora”, señala un portavoz de la FIL.

Su ausencia de la ceremonia de diciembre tuvo que ver con la salud de su hija Azucena, de 12 años: el día en que su madre iba a subirse al avión la ingresaron en el hospital aquejada de una neumonía con derrame pleural. Gainza (Buenos Aires, 1975), viuda desde hace cuatro años, no iba a dejarla sola. Entrevistada vía correo electrónico por EL PAÍS, la autora argentina recalcó días después: “Yo tengo la cabeza en la salud de mi hija”. Y sobre la deliberación del comité añadió: “Como decía Perón, aunque algunos se lo atribuyen a Napoleón: ‘Si querés que algo no se resuelva, llamá a un comité’. Quizás para los mexicanos funcione distinto y mejor. Hay que esperar”.

Consultada este lunes por este diario con motivo de la reavivación de la polémica, la autora prefirió no hacer declaraciones y remitió cualquier postura a su editorial. Desde Barcelona, fuentes de Anagrama confirmaron que “la FIL ya nos había asegurado que el premio sí se va a otorgar”. La obra galardonada por el prestigioso certamen mexicano, instituido hace treinta años para destacar la mejor novela publicada en español por una mujer, es La luz negra, su segundo título, una trama detectivesca alrededor de las falsificaciones en el mundo del arte.

Gainza, durante años crítica de arte, sufre una la enfermedad neuromuscular autoinmune que la obliga a limitar los viajes y condiciona su vida pública. El reconocimiento internacional de su primera novela, El nervio óptico, publicada en 2014 por una editorial independiente argentina –Mansalva- y relanzanda en 2017 por Anagrama, disparó las especulaciones románticas, tan del gusto en el sector, acerca de su fama de autora esquiva, su poca afición a las entrevistas y a las fotografías.

En su columna, Leila Guerriero, puntualizaba que “María Gainza es reservada y casi no realiza presentaciones públicas. Muchos colegas varones hacen lo mismo, pero en las mujeres esto no suele percibirse como autopreservación, sino como síntoma de fobia o divismo inverso. Esa postura vital puede hacer que muchos comportamientos no necesariamente derivados de ella se juzguen como la confirmación de que la autora es “difícil” y, por tanto, capaz de usar excusas para evadir compromisos públicos”. Y cerraba con un recado por el premio Sor Juana Inés de la Cruz: “el galardón da por sentado que existe algo específicamente femenino en alguna literatura y, por tanto, asume también que la vida de las mujeres está dotada de dificultades y/o facilidades características del género (aplicables, por ejemplo, a criar un hijo sola)”.

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Sobre la firma

David Marcial Pérez
Reportero en la oficina de Ciudad de México. Está especializado en temas políticos, económicos y culturales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en El País. Antes trabajó en Cinco Días y Cadena Ser. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en periodismo de El País y en Literatura Comparada por la UNED.

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