The Death of Robert: la armonía del negro
El cuarteto barcelonés posee la orquestalidad de Olivemoon, el exotismo de Lacrosse y el espíritu de Arcade Fire
En época de cuarentena, restricciones y tijeretazos por todos lados, el sector musical derrama sangre y pintura por los cuatro costados, pero aún hay grupos que se resisten a difuminarse. Son pocos. The Death of Robert, el cuarteto barcelonés integrado por Lara, Pablo, Robert (sí, es él) y Simón, es uno de ellos. Y su caso llama la atención, no solo por el hecho de que han eclosionado en medio de una época decadente, sino porque, paradójicamente, la banda se define dentro de unos rigores musicales especialmente armónicos e instrumentales. En otras palabras: proyectan vida, degradando de un amarillo a un verde, pero también de un verde a un azul oscuro. Su épica pasa por muchos estados, y eso es algo que queda bien dibujado en Casablanca, álbum debut que han editado por su propia cuenta.
Todas las canciones del LP tienen en común riqueza instrumental y definición sonora, y aquí el responsable también ha sido Alberto Pérez Sánchez, quien produjo en el estudio Sol de Sants.
Duty tiene una melodía compungida, según ellos “el tema trata de explicar, desde un punto de vista personal e introspectivo, las obligaciones y deberes sociales que son impuestas desde que nacemos, con el objetivo de cumplir las expectativas propias de cualquier ser humano a lo largo de la vida”. Una pieza de encaje más dentro de un repertorio musical que destaca por su variedad paisajística. Entre la orquestalidad de Olivemoon, el exotismo de Lacrosse y el espíritu de Arcade Fire. Referencias dispares y descontextualizadas que sin embargo en The Death of Robert conviven con arte.
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