Vanesa Martín: “Siete veces sí' ha sido un disco psicomágico”
La artista compuso su último trabajo inducida por la intensidad emocional de la primera ola de la pandemia
Una noche Vanesa Martín (Málaga, 40 años) soñó que corría por un largo pasillo. Su final era una plaza con diferentes puertas. Intentaba abrirlas, pero no conseguía salir a su vida anterior. “Me provocó mucha angustia”, recordó la semana pasada en un encuentro con lectores del diario, enmarcado en el programa de actividades exclusivas de EL PAÍS+. Unos días después de la pesadilla, cogió la guitarra y compuso Seis puertas, una de las canciones de su último disco, Siete veces sí. La cantante conversó sobre el proceso de creación de este trabajo, un álbum “psicomágico”, pues le ayudó a sobrellevar la primera ola de la pandemia. “Es un disco en el que aceptas la realidad como viene y continúas”, resumió.
Siete veces sí no estaba previsto para este 2020, pero al igual que la crisis del coronavirus cambió la vida de todos, también irrumpió en la de Vanesa Martín y, en su caso, provocó el disco. “Con la emoción a flor de piel, con esa incertidumbre, con todo lo que ocurría, con mis padres que trabajan en el hospital, que hablaba a diario con ellos y era consciente de la realidad independientemente de lo que leyera en medios de comunicación o en redes sociales, de repente empiezo a componer, el proceso de creación se acelera y no puedo parar”, relató a los lectores.
Todo esto sucedió durante el confinamiento de la pasada primavera. Hubo que frenarla. En junio ya tenía el disco listo con 12 temas y el nivel de producción ha sido tal que Martín confesó que podría haberse marcado un Taylor Swift y sacar dos álbumes en un mismo año. La cantante señaló su facilidad para desplegar historias porque es “muy peliculera” y cualquier sentimiento que la altere, “para bien o para mal” la lleva a escribir, desde un sueño a una conversación ajena oída desde una ventana.
Siete veces sí es hijo de una pandemia, con lo que cabría esperar un disco gris, pero ni mucho menos, defiende la artista. Si bien cuenta con canciones de “reflexión y búsqueda”, hay sobre todo “alegría y ganas de volver a la normalidad”.
Así, ofrece canciones de esas que dejan al oyente echo una miseria con versos demoledores, en los que Martín es experta. “Seré los brazos que vas a querer, la doble vuelta de tuerca en tu piel, la luz del fondo que siempre te invita”, canta en Me voy. Pero también chutes de energía muy conscientes, como Y vuelo, producida para satisfacer una necesidad: “En pleno confinamiento me ponía a correr en la cinta y decía ¿qué canción mía me pongo?, cuando la gente quiera correr, ¿qué canción mía se pondrá? y no la encontré”. Así que creó un tema con el que desgañitarse cantando y encarar un esprint. “Cojo aire y vuelo, viaja con mi cuerpo un corazón despegado del suelo”, dice la letra.
Escribir es para ella un “desahogo” que la lleva incluso a las lágrimas en los temas más duros. Deja puertas abiertas para que cada cual pueda ser el sujeto de las canciones y así se “engrandezcan” a través de las vidas de otros. Admitió su sorpresa por la riqueza de las interpretaciones ajenas y puso ejemplos: “Salto Mortal se la escribo a Cisco García [atleta paralímpico], pero hay mucha gente que la han interpretado de otra manera, como atreverse a hacer algo importante en su vida o que han perdido un familiar o alguien querido y cómo remontan ese duelo o ese dolor”.
Vanesa Martín contestó a las preguntas de los lectores, que evidenciaron su añoranza por los conciertos. Aunque todavía no tiene fecha para su gira, la cantante aventuró que la primavera podría ser un buen momento para arrancar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.