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Crítica | Nación cautiva
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Fracking’ alienígena

Esta distopía sobre un planeta sometido a una fuerza extraterrestre funciona como una interesante alegoría sobre el presente

Elsa Fernández-Santos

Nación cautiva es una película de una intensidad oscura, un laberinto de videojuego a veces demasiado confuso pero a la vez capaz de hacer creíble una distopía de un mundo gobernado por unos extraterrestres que a cambio de garantizar el orden y el sistema explotan los recursos naturales del planeta y a la mayoría de la población como mano de obra esclava. Como amorfos erizos metálicos, estos amigos del fracking se hacen llamar legisladores y tienen de su lado a unas élites que se benefician de su poder absoluto. Al resto, vigilados por drones y cautivos de un Gran Hermano que prefiere el subsuelo al aire libre, solo les quedan dos opciones: seguir tragando o prender la mecha que haga saltar por los aires el (nuevo) sistema.

El británico Rupert Wyatt se centra en la mecánica de esta primera mecha, en el detonante de esa rebelión y en sus principales ejecutores. Un juego de fichas frío que el director mueve con ritmo metálico por un paisaje posindustrial sobre la ciudad de Chicago. Entre una tamborrada de Calanda y un antiguo club berlinés, la banda sonora electrónica que firma Rob Simonsen envuelve una película futurista que aborda temas tan viejos como el colonialismo, el terrorismo y la revolución. El centro de la historia es el personaje que interpreta Ashton Sanders, hijo de un expolicía ejecutado por los extraterrestres y hermano pequeño de uno de los líderes del grupo terrorista. Sanders es un actor joven aunque a estas alturas con una presencia capaz de medirse con un veterano de la talla de John Goodman, que da vida al jefe de policía obstinado en acabar con esta organización clandestina, o Vera Farmiga, una misteriosa prostituta. La película quizá desperdicia a algunos de estos personajes o resulta alambicada en su desarrollo, pero hay algo en ella tan pegado al presente que provoca un profundo desasosiego. Da igual que su oscuridad llegue de manos de un sistema gobernado por alienígenas, una inteligencia artificial o tiranos de carne y hueso.

NACIÓN CAUTIVA

Dirección: Rupert Wyatt,

Intérpretes: John Goodman, Ashton Sanders, Vera Farmiga, Madeline Brewer, Machine Gun Kelly, D. B. Sweeney.

Género: 'thriller' futurista. Estados Unidos, 2019.

Duración: 109 minutos.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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