El coronavirus fuerza un Festival de Venecia sin divos y con muchas incógnitas

Ante la incertidumbre, más incógnitas. El Festival de Venecia ha anunciado hoy las películas de su 77ª edición, una programación repleta de riesgos, debutantes y nombres conocidos solo para los cinéfilos más aguerridos. O, tal vez, ni ellos. Andrei Konchalovsky, Amos Gitai, Michel Franco, Gianfranco Rosi o Chloé Zhao llevarán al Lido algunos de los filmes más esperados. Habrá mitos del pasado, como una entrevista perdida de Orson Welles a Dennis Hopper, o ídolos del presente, como el documental Greta, sobre la joven símbolo de la lucha por el planeta. También se verá una obra española, con el estreno de 30 monedas, la serie de Álex de la Iglesia para HBO. Pero lo demás serán sorpresas, o casi. Aunque la Mostra ya logró la certeza más importante: la de poder celebrar su certamen, físicamente, del 2 al 12 de septiembre.

Muchas dudas sobrevolaban el festival, la primera cita de cine de primer nivel que se realiza en tiempos de covid-19, tras la cancelación de Cannes. Tan solo se sabía que Lacci, de Daniele Luchetti, se encargaría de la inauguración, fuera de concurso, y que el León de Oro a la carrera será para Tilda Swinton y Ann Hui. Finalmente, la selección oficial resolvió muchos misterios, a falta de algún filme que pueda incorporarse en las próximas semanas. No habrá, pues, desembarco de divos. El coronavirus ha interrumpido la larga alianza entre Hollywood y la Mostra, casa habitual de estrellas y lanzamientos pensados para los Oscar. Ya fuera por los vetos mutuos entre la UE y el Gobierno de Trump sobre los vuelos, los muchos filmes aplazados o, simplemente, el criterio selectivo de Venecia, Zhao será la única cineasta procedente de EE UU. No será, sin embargo, la única directora en competición, como solía suceder en demasiadas ediciones recientes. El certamen ha dado un paso adelante agigantado, hasta casi rozar la igualdad: de entre los 18 filmes que se disputarán el León de Oro, ocho tienen la firma de una creadora.

Tras la aplaudida The Rider, Zhao trae al Lido Nomadland, donde la oscarizada Frances McDormand interpreta a una mujer que desafía al colapso económico y se lanza a la carretera y a una vida nómada. En lugar de la libertad, el ruso Konchalovsky relata en Dear Comrades su represión: el filme narra el drama real de una huelga obrera suprimida a balazos en la URSS de Brézhnev. La infinita investigación de Gitai sobre el conflicto en Oriente Medio le empuja esta vez a encerrarse en un local donde la vida nocturna mezcla israelíes y palestinos, en Laila in Haifa. El mexicano Franco ha filmado una historia de ciencia-ficción “durísima, sin esperanza”, en palabras del director del festival, Alberto Barbera: se titula Nuevo Orden. Y Rosi ha llevado su peculiar visión del documental, ya premiada en la Berlinale y la misma Venecia con Sacro GRA y Fuego en el mar, hasta Siria, con Notturno. “Que nadie se espere combates y cadáveres, sino la destrucción interior que deja una guerra”, aclaró Barbera.

El director del festival también explicó algunos cambios de este año: la sección de realidad virtual solo se celebrará online, el apartado más experimental, Sconfini, ha desaparecido, y habrá varias proyecciones al aire libre y también fuera del Lido, en salas de Venecia. Los acreditados han sido reducidos, aunque siguen superando los 3.000. Barbera insistió hace días en que se respetarán las medidas de seguridad pero se mantendrá la alfombra roja. Sin embargo, apenas habrá grandes estrellas para llenarla, con la excepción de la presidenta del jurado principal, Cate Blanchett. El jurado de la sección Horizontes, por cierto, esconde otro toque español en La Mostra: uno de sus miembros es el documentalista Oskar Alegria.

La disputa por el León de Oro se completa con The World to Come, un amor entre dos mujeres en tiempos prohibidos, narrado por la noruega Mona Fastvold; In Between Dying, del azerí Hilal Baydarov, de la que Barbera dijo que no se parece a “ninguna película del círculo comercial”; el melodrama de espionaje La mujer del espía, del japonés Kiyoshi Kurosawa; las adaptaciones de sus propias obras teatrales que realizan Emma Dante y Nicole Garcia con Las hermanas Macaluso y Amants; una nueva incursión en el biopic de la italiana Susanna Nicchiarelli, tras el éxito de Nico,1988: ahora cuenta en Miss Marx la vida y las luchas de la hija menor del pensador; tres retratos políticos muy distintos: la alemana Julia Von Heinz estudia el radicalismo en su país en And Tomorrow the Entire World; la bosnia Jasmila Zbanic evoca en Quo Vadis, Aida? la masacre de Srebrenica, 25 años después; y el italiano Claudio Noce cuenta en Padrenostro la violencia que hirió a su familia y su país en los setenta. El húngaro Kornél Mundruczó presenta Pieces of a Woman, la polaca Malgorzata Szumowska proyecta Never Gonna Snow Again, el iraní Majid Majidi propone Sun Children y el indio Chaitanya Tamhane mostrará con The Disciple el resultado de los dos años en los que tuvo a Alfonso Cuarón como tutor.

En todo caso, algunos, en las redes sociales, celebraban casi más la selección fuera de concurso que la principal. Ahí vuelve con City Hall Frederick Wiseman, que a sus 90 años todavía disfruta documentando EE UU con su cámara. Alex Gibney también regresa a Venecia con otro trabajo de investigación: Crazy, Not Insane. Se verán documentales sobre los músicos Caetano Veloso y Paolo Conte o el modisto Salvatore Ferragamo. Y The Duke, de Robert Mitchell (Notting Hill), regala el último vínculo español de La Mostra: rescata la historia de un taxista que entró en la National Gallery de Londres y se llevó un goya.