Suspendidas las corridas de toros de la Semana Grande de Bilbao
No se descarta la ‘reinauguración’ de la plaza este año si cambia la norma sobre el aforo
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La empresa BMF, arrendataria de la plaza de toros de Bilbao Vista Alegre, ha decidido suspender las corridas de toros de la Semana Grande de la capital vizcaína al considerar “imposible” celebrar esta feria “una vez examinadas todas la implicaciones, contingencias y circunstancias” derivadas de la normativa de seguridad sanitaria sobre la pandemia de la covid-19.
En un comunicado, la empresa recuerda que el pasado 15 de mayo el Ayuntamiento de Bilbao comunicó la cancelación de la Aste Nagusia de este año a causa de la pandemia, y que el 19 de junio el Gobierno vasco, una vez superado el estado de alarma, publicó una nueva normativa con protocolos "muy restrictivos", entre ellos la prohibición de reunirse más de 1.000 asistentes en cualquier equipamiento.
"Muy a nuestro pesar resulta imposible celebrar la feria taurina", según se destaca en la nota, en la que se añade el "deseo" de la empresa de que se supere la pandemia y retomar la normalidad el próximo año "con garantías suficientes para proteger la salud de la afición".
De hecho, fuentes de la empresa no descartan la posibilidad de reinaugurar la plaza esta temporada si se modifica la norma sobre el aforo.
El pasado mes de noviembre, la empresa BMF, formada por la casa Chopera y el empresario mexicano Alberto Bailleres, presentó el proyecto de explotación de la plaza de Bilbao, cuyo concurso había ganado para los próximos quince años.
En lo taurino, la apuesta es clara: el pliego exigía siete festejos como mínimo y la empresa presentó un total de 15, más del doble.
La otra gran novedad de la oferta de BMF es la modernización del edificio, que pasa a denominarse BIVA, un nombre que reúne Bilbao y Vista Alegre, y que pretende convertirse en un edificio emblemático para la capital vizcaína, después de que la empresa invierta una cantidad cercana a los tres millones de euros.
El Ayuntamiento de la capital aún no ha comunicado si exigirá a la empresa arrendataria el pago del canon de 250.000 euros anuales que BMF se comprometió a pagar, más del doble de los 105.000 euros que exigía el consistorio inicialmente.
