El desierto de Tabernas, lugar de culto para cinéfilos

El desierto almeriense de Tabernas, 280 kilómetros cuadrados de sobrecogedora naturaleza, se convirtió en la década de los sesenta del pasado siglo en el gran escenario del spaghetti western gracias al genio de Sergio Leone y desde entonces la claqueta no ha parado de sonar. Las más de 300 películas que se han rodado en este paraje desde 1950 hasta 2020 han llevado a la Academia de Cine Europeo a designarlo Tesoro de la cultura cinematográfica europea, un galardón que reconoce lugares simbólicos para el cine que deben mantenerse y protegerse.

El paraje natural de Tabernas, la única zona desértica de todo el continente, es la 12ª localización que la Academia de Cine Europeo (EFA, en sus siglas en inglés) incluye en esta lista, en la que España es el país mejor representado con otros dos enclaves: la colegiata de Sant Vicenç, en Cardona (Barcelona), donde Orson Wells rodó Campanadas a medianoche, y la Plaza de España, en Sevilla, un conjunto proyectado por el arquitecto Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929 que ha servido como escenario a Lawrence de Arabia y Star Wars: El ataque de los clones.

El árido paisaje del llamado Hollywood europeo se suma a lugares de peregrinación para los amantes del séptimo arte que antes han sido señalados como tesoros por la EFA como las escaleras Potemkin, en Odesa (Ucrania) en las que Eisenstein rodó en 1925 una de las más famosas escenas del cine en El acorazado Potemkin, o la noria gigante de Viena (Austria) que Orson Wells inmortalizó en 1950 en El tercer hombre. La lista de tesoros de la cultura cinematográfica europea, que la EFA creó en 2015 y no tiene una periodicidad concreta para las nuevas incorporaciones, incluye también un paraje inmaterial: el mundo del poeta y dramaturgo italiano Tonino Guerra en Pennabilli (Rímini), autor entre otros muchos de los guiónes de Blowup (Antonioni) y Amarcord, Y la nave va y Ginger y Fred, todas de Fellini.

“La noción del salvaje oeste se creó en la edad dorada de los wéstern, esa noción se expandió y amplificó en España, que se apropió del género cuando tantos directores eligieron rodar en Tabernas. Primero por su parecido con el oeste americano; pero después con los wéstern modernos como Brimstone, de Martin Koolhoven [2016], se ha redefinido y sigue atrayendo nuevas producciones. Tabernas, gracias a la magia del cine, se ha convertido en el salvaje oeste. Tabernas se ha reinventado para para el cine contemporáneo”, ha asegurado Mike Downey, presidente de la EFA.

“El desierto de Tabernas es un espacio telúrico con una fuerza y un magnetismo extraordinarios que el cine ha sabido aprovechar”, ha comentado Eduardo Trías, director del Almería Western Film Festival, que celebrará el próximo octubre su décima edición. “El wéstern es un género muy vivo y con muchos seguidores por todo el mundo, así que este reconocimiento contribuirá a acercar a Tabernas a más aficionados”, añade.

“En Europa no existe un lugar que haya acogido tantas y tan importantes producciones cinematográficas y televisivas. Esta distinción es una gran noticia y será una promoción extraordinaria para Andalucía, tanto para el turismo como para atraer a futuras producciones”, ha asegurado Piluca Querol, directora de la Andalucía Film Commission. Este reconocimiento llega en un momento crítico para el sector puesto que la crisis del coranavirus ha paralizado 119 proyectos audiovisuales en el comunidad autónoma, de los cuales 25 son largometrajes, según datos de la Plataforma del Audiovisual Andaluz.

Desde que André Cayatte eligió el imponente paisaje de Tabernas para su película Ojo por ojo (1957), el enclave no ha dejado de recibir equipos de rodaje, tanto europeos como internacionales. “Solemos tener al año más de 30 entre películas, series y anuncios publicitarios. Últimamente han grabado las series White Lines o Vis a vis y en 2018 The Sisters Brothers, con Joaquin Phoenix”, ha dicho José Díaz, alcalde de Tabernas.

La industria internacional también ha elegido el desierto almeriense para algunas de sus grandes producciones como Cleopatra (1963), Conan el bárbaro (1982), Indiana Jones y la última cruzada (1989) o Exodus: dioses y reyes (2014).

“Espero que esto sea un motivo más para visitar el desierto de Tabernas, especialmente después de este parón que hemos tenido con la pandemia, y que la gente descubra la flora y la fauna autóctona de esta zona y la luz que le da una belleza incomparable”, ha afirmado el alcalde de Tabernas, que con 3.800 habitantes es el pueblo más importante de los cinco cuyos términos municipales incluyen el desierto (Tabernas, Gádor, Santa Cruz de Marchena, Alboloduy y Gérgal) en el que Sergio Leone rodó su famosa Trilogía del dólar que lanzó a Clint Eastwood con Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966).