El club de los dos millones cierra por el coronavirus

Hasta esta mañana, una de las mayores preocupaciones de los gestores de La Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba, la Catedral y el Real Alcázar de Sevilla, era lidiar con la afluencia masiva de personas. Tras la Sagrada Familia (4,60 millones en 2018), estos cuatros monumentos, todos en Andalucía, son, con más de dos millones de visitantes, los más vistos de España. Esta mañana, sin embargo, el vacío ha sustituido a las colas habituales que se forman en su perímetro. El cierre impuesto por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla para hacer frente al coronavirus ha alterado el ajetreo de turistas a su alrededor, que ya había empezado a languidecer en estas dos últimas semanas, pero que hoy ha desaparecido.

Solo la Mezquita y la Catedral han mantenido sus puertas abiertas, si bien el conjunto cordobés ya había anunciado a primera hora que la última visita sería a las siete de la tarde, antes de suspender su actividad por 15 días y el Cabildo sevillano ha esperado hasta última hora de la tarde para tomar la misma decisión a partir del sábado. En ninguna de las siete puertas que dan acceso al templo gótico más grande del mundo había aglomeraciones este viernes cuando ha abierto a las 11 de la mañana. “Esto es nuestra ruina, la actividad está parada”, explica a las puertas de la catedral sevillana Pilar Armasilla, una de las 200 guías contratadas como autónomos por la Junta de Andalucía que trabaja en la capital andaluza.

La Catedral de Sevilla recibió en 2019, 2.298.702 visitantes. Para evitar la saturación del edificio, tanto la venta en taquilla como por Internet se limita a 220 entradas cada 15 minutos. “Llevamos muchos días sin completar el aforo permitido”, confirma el trabajador. Justo enfrente del templo se encuentra el Real Alcázar de Sevilla, el segundo conjunto histórico más visitado de la capital andaluza. La tendencia alcista del turismo en esta ciudad había impulsado que el año pasado registrara cifras récord de asistentes: 2.067.016 en 2019, un 10% más que el año pasado. El Ayuntamiento de Sevilla, a quien pertenece desde 1931, decidió cerrarlo durante 15 días en la noche del jueves.

A primera hora, algún turista desinformado se acercaba a leer la nota colgada en su imponente portón de madera. Se suspendían las visitas y a aquellos que hubieran reservado entre el 13 y el 22 de marzo se les devolverían automáticamente el precio de la entrada. Helen Mathews, turista del Reino Unido, no estaba contrariada. “Entendemos perfectamente la situación, qué le vamos a hacer”, decía resignada. Cada día están autorizados a pasear por sus estancias, patios y jardines 750 personas, pero desde hace unas semanas, nadie hacía cola para entrar. “Como no viene nadie, tampoco se sube nadie”, se lamenta Fran Jiménez, propietario de un coche de caballos, que tiene el suyo aparcado frente al Archivo de Indias -también cerrado- y sin pasear desde hace varios días, sostiene. “Hemos perdido el 60% de nuestros ingresos”, afirma.

El mismo conformismo se respiraba a las 8.30 de la mañana en las taquillas de La Alhambra, hora del primer pase a los palacios nazaríes. En ese momento, apenas seis de las 300 personas que tenían entrada se habían presentado. Al pase de las nueve, no había nadie aguardando. En los alrededores del monumento, algunas docenas de turistas, prácticamente todos extranjeros, dudaban qué hacer. Roonie, un turista noruego llegado desde Alicante, ha optado por dar un paseo con su mujer por el bosque de la Alhambra y sus alrededores. “No hay mucho más que hacer”, dice sin ningún atisbo de enfado.

Primer cierre forzado de la historia

Según fuentes del Patronato de la Alhambra, esta es el primer cierre forzado y de largo plazo desde que están documentadas estas situaciones. “Se ha cerrado algún día, como el del atentado de ETA, pero nunca nada más de eso”, explican. Mientras, en el recinto alhambreño se respira una paz inusitada. “¡Qué tranquilidad!”, comenta un trabajador en un espacio que esta mañana de viernes está vacío y que cualquier día está a rebosar, con cientos de personas. El conjunto arquitectónico granadino es el más visitado de Andalucía y el segundo de España. El año pasado expidió 2.763.500 entradas. Con todos los tickets vendidos para los próximos días –6.500 diarias en temporada de invierno–, el Patronato ha indicado a través de redes sociales que la devolución de su importe se realizará por el mismo método que el que se adquirieron.

La Mezquita, que ya había decidido reducir a mil los visitantes por día como consecuencia del coronavirus, ha decidido esta misma mañana cerrar sus puertas a partir de las siete de la tarde. “Lo hacemos siguiendo las recomendaciones de la Junta y el Gobierno central”, explica Agustín Jurado, responsable de comunicación del Cabildo Catedral. El templo nazarí introdujo la venta por Internet el pasado mes de diciembre y ya despacha el 30% de las entradas por esa vía, que en 2019 ascendieron a 2.079.160. “Hasta justo estas dos últimas semanas no habíamos notado un descenso de visitantes motivado por el coronavirus, el parón ha venido a principios de este mes”, reconoce Jurado, que informa de que las devoluciones se están realizando con total normalidad. “A final de mes decidiremos si mantenemos la medida, en consonancia con la Administración”.

Los responsables de los cuatro monumentos consultados evitan pronunciarse sobre las repercusiones económicas. La mayoría venían de superar los ingresos por venta de entradas respecto de 2019, pero ahora, dicen, lo importante es velar por la salud y la seguridad sanitaria. El coronavirus también afecta al club de monumentos de los dos millones.