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Bad Bunny: relato de cuatro días en los que el ‘perreo’ conquistó a las élites

El puertorriqueño da un golpe en la mesa con su nuevo disco y consigue romper los prejuicios hacia el imparable reguetón

Carlos Marcos
Bad Bunny, en una actuación en Los Ángeles en enero.
Bad Bunny, en una actuación en Los Ángeles en enero.Taylor Hill (Getty Images)

Ocurrió cuando llevaba dos minutos y medio de actuación en el programa de Jimmy Fallon, el late night al que acuden todas las estrellas. Un chico puertorriqueño de 26 años estaba en el plató interpretando su nuevo lanzamiento, Ignorantes. Vestía una falda negra y de sus orejas colgaban largos pendientes. Se quitó la chaqueta y sobre una camiseta blanca se pudo leer en letras grandes negras y rojas: “Mataron a Alexa, no a un hombre con falda”. Y ahí empezó todo. Fue el sábado. Han pasado cuatro días y Bad Bunny es hoy el artista más escuchado del mundo. Al día siguiente salió por sorpresa su nuevo disco, YHLQMDLG (Yo Hago Lo Que Me Da La Gana), los medios latinos y anglosajones lo califican con la mejor nota y las plataformas de streaming revientan con su música, España incluida. Hay que contar primero quién era Alexa. Un transexual asesinado en un Mc Donald’s de Puerto Rico. La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, informó de que todos los indicios apuntaban a un crimen de odio. En el informe policial se describía a la víctima como “un hombre con falda”. La reivindicación en The night show de Jimmy Fallon (un programa que no solo se sigue en directo: al día siguiente sus vídeos tienen miles de visualizaciones) apuntala el perfil de Bad Bunny. Seguramente es el músico que más ha hecho por enterrar definitivamente los clichés (acusaciones de machismo y homofobia) que se tienen sobre las letras del reguetón.

Fue gracioso ver cómo Fallon hacía esfuerzos para pronunciar ante las cámaras de televisión el título del disco: “yo hagu lo que me di la gana”. Ya estaba encendida la mecha. El sábado se editaba el trabajo, el tercero (contando el que firma con J Balvin, Oasis) de su carrera. Son 20 canciones, una hora y cinco minutos de música. Otro puñetazo en la mesa: la reivindicación del disco largo en un momento en el que solo se escuchan canciones. YHLQMDLG es un trabajo tan experimental como comercial. Se inicia con la melodía de Chica de Ipanema, de Jobim y a partir de ahí encontramos reguetón, rock, electrónica, música urbana, balada… En cualquier estilo el resultado es absolutamente vendible. Las críticas empiezan a llegar. Todas sobresalientes. Los medios de referencia no flaquean. Suzy Exposito, crítica de la edición estadounidense de Rolling Stone lo califica con un 4’5 sobre 5. Y dice: “Excelente disco de la superestrella latina que convoca a una reunión de raperos y reguetoneros”. En Vulture señalan: “Bad Bunny está rompiendo todas las reglas y lo más emocionante es que lo estamos viendo”. Si acudimos a Spotify es resultado es igual de triunfante. En España, su canción La difícil es la más escuchada. De los doce temas más pinchados en nuestro país, seis son del último disco del puertorriqueño. Si acudimos a la lista mundial, cuatro canciones del trabajo se meten entre las once primeras.

Una de las peculiaridades del trabajo es que está enteramente en español. Bunny es el favorito de las estrellas que triunfan en inglés en Estados Unidos: el actor Will Smith o la exestrella de la NBA Michael Jordan están entre sus rendidos seguidores, y ha colaborado con Pharell Williams, Jennifer Lopez, Drake o Cardi B. También estaba en la actuación pop sobre la que más se ha hablado en los últimos tiempos, la de Shakira y Jennifer Lopez en el intermedio de la pasada Super Bowl. Para apreciar el cambio de escenario en el reguetón, un dato: Rolling Stone destaca la canción del nuevo disco Yo perreo sola, y dice: “Es el himno de las mujeres independientes, un gran servicio para el feminismo”. Una de las armas de Bad Bunny (de nombre real Benito Antonio Martínez Ocasio, nacido en San Juan, Puerto Rico, en 1994) es haber sabido conservar al núcleo duro de los seguidores del género y convencer a los escépticos. Un ejemplo de ello es su presencia en el programa de música latina Masacote, al que acude a menudo para dar largas entrevistas aunque sea un medio underground.

Tiene esa deferencia porque los oyentes de este espacio son considerados auténticos. En una de sus largas entrevistas, los presentadores se relamían al preguntar al músico por anécdotas relacionadas con el sexo. “Con todas esas mujeres siguiéndote…”, le jalean. Bunny conduce con tiento la conversación con respuestas como: “Soy un tipo muy tranquilo. A veces canto de chingar y de droga. Soy un bellaco, claro que sí. Pero, cómo te digo... La gente piensa que yo cuando termino el show voy al camerino y hay 15 mujeres, cuatro rallas de perico… Pero no. Yo llego y me como algo de fast food y a acostarme a dormir”. O: “Soy un enamorado desde chiquito. Desde el primer grado ya llevaba la medalla de San Valentín, que le daba a la mujer más linda. Me enamoro, sufro y lloro. Soy de ese flow, muy sentimental. Me he enamorado mil veces, he roto el corazón mil veces y me han roto el corazón mil veces. Muchas de las canciones que canto son en boca de ellas. Cuando digo ‘soy peor por tu culpa’ quiero decir ‘ella es peor por mi culpa”. Hace un año y medio, cuando al músico le explotó el éxito (comenzó colgando su música en Internet), decidió dar un paso atrás. Se retiró de las redes sociales (una de sus armas) durante un tiempo. “Fue duro. Yo era un chamaquito que iba a cenar y al cine, tranquilamente. Pero, de repente, no podía salir a la calle. La gente quería sentarse a mi lado, pedirme fotos… Si no me hubiera apartado igual me habría retirado de la música. Renté una casa para mí y mis amigos, estuvimos un mes, al carajo Instagram. Grabando y viviendo tranquilo con la gente que me quiere. Iba a ver a mi mami. Me retiré a comprender por qué carajo no estaba contento si tenía éxito”, explica en Masacote.

El triunfo de Bad Bunny pone el foco de la música comercial mundial en Puerto Rico. De allí también son superventas como Residente (gran repercusión su última canción, René), Ozuna (dúo con Rosalía en Yo por ti tu por mi), Anuel AA (su tema China estuvo semanas entre los más vendidos en muchas partes del mundo como España)… Un grupo de cantantes que también se han implicado políticamente. Bunny, Residente y Ricky Martin acudieron a las manifestaciones para obligar a dimitir al gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, tras la filtración de unas conversaciones en las que el político hacía comentarios machistas y homófobos. Rosselló dimitió.

Ahora, Bad Bunny dice controlar su vida. Pronto empezará la gira de su último disco, que pasa por España: actúa en Primavera Sound (junio), en Madrid Reggaeton Festival (junio), Bilbao BBK Live (julio), Fuengirola, Málaga (julio)… Con su nuevo disco, Bad Bunny ya no solo convence a la calle: las élites se han rendido a su perreo (el baile sensual con el que mucha gente baila sus canciones). La impresión es que el mundo de la música hace tiempo que debería dejar de arquear la ceja cuando escucha la palabra reguetón.

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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