Milan Kundera recupera la nacionalidad checa después de 40 años
El autor de 'La insoportable levedad del ser' recibió de nuevo la ciudadanía de su país natal el pasado 28 de noviembre, informó este martes el embajador de la República Checa en Francia
El escritor Milan Kundera recuperó la nacionalidad checa, que le había sido retirada en 1979 por las autoridades del régimen comunista de la desaparecida Checoslovaquia. La noticia fue confirmada este martes por el embajador de la República Checa en Francia, Petr Drulak, quien entregó al autor un certificado que lo acredita como checo el pasado 28 de noviembre.
Kundera, de 90 años, llegó exiliado a Francia en 1975, y recibió la nacionalidad de ese país en 1981. A partir de 1994, adoptó el francés como lengua de producción literaria. Según el diplomático checo, devolver la ciudadanía al autor de La insoportable levedad del ser constituye "un gesto simbólico muy importante" para reparar la injusticia de la que fue víctima hace cuatro décadas "el mejor escritor checo", como le definió.
La entrega del documento a Kundera fue hecha en una sencilla ceremonia civil en el domicilio parisiense del escritor. Allí, sin banderas ni himnos, Drulak le ofreció disculpas en nombre de la República Checa por "los ataques que sufrió durante años", dijo el embajador a la radio pública francesa. Al acto solo asistió Vera, la esposa del novelista quien, según el funcionario checo, "estaba de buen humor" y agradeció el gesto. La devolución de la nacionalidad a Kundera ocurre un año después del encuentro que el escritor sostuviese con el primer ministro checo, Andrej Babis, quien, en noviembre de 2018, le hizo la oferta.
A pesar de ser el novelista checo más reconocido de su país desde Franz Kafka, Milan Kundera ha tenido una relación complicada con su país natal, incluso después del fin del régimen comunista, hasta el punto de abandonar el idioma checo para escribir y negarse a revisar las traducciones de sus obras a su lengua materna.
Kundera, que representó a la oposición al régimen prosoviético durante la Primavera de Praga, en 1968, no visita el país desde hace por lo menos 25 años. Su sátira del comunismo estalinista en la novela La broma (1967) le valió reconocimiento literario en Checoslovaquia, pero también un posterior veto cuando se reinstauró un régimen fiel a la Unión Soviética.
El novelista ha declinado cada invitación para regresar a su país. En 2007 no asistió a la entrega del Premio Nacional de Literatura, gesto que muchos tomaron como desplante. La insoportable levedad del ser, su novela más famosa, publicada en 1984, tan solo llegó a la República Checa en 2006.
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