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Doble capa de pintura

La galería Fahrenheit de Madrid apuesta por el arte neoyorquino con una exposición en torno a la obra de dos jóvenes pintoras: Heidi Hahn y Bridget Mullen

'Greater eclipse', obra de Bridget Mullen.
'Greater eclipse', obra de Bridget Mullen.
Silvia Hernando

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La galería Fahrenheit abrió el pasado mes de septiembre en Madrid con varios objetivos en mente: promocionar el arte neoyorquino en España, apoyar la creación actual en femenino, aunque no necesariamente en exclusiva, y forjar un espacio de libertad para la pintura, la fotografía y otras disciplinas. La exposición The Painter (hasta el 11 de enero de 2020), que reúne trabajos recientes de dos artistas estadounidenses, Heidi Hahn y Bridget Mullen, da fe de esa vía de trabajo. Desde el punto de partida de dos prácticas diversas, una figurativa y la otra semiabstracta, la muestra explora el valor y el alcance de la pintura en la era de la tecnología ubicua. A petición de la galería, ambas pintoras han colaborado para realizar esta propuesta a cuatro manos, de modo que sus imágenes dialogan entre ellas en un espacio conjunto.

'Shame when needed comes from the hand', de Heidi Hahn.
'Shame when needed comes from the hand', de Heidi Hahn.

En el caso de Hahn, sus lienzos van superponiendo capas de color que generan una apariencia contundente y áspera, que contrasta con la delicadeza de los gestos de sus protagonistas: mujeres plasmadas en el lienzo pintando, en un ejercicio de metaarte cargado de añoranza y melancolía. "Creo que dado que el mundo está saturado por la tecnología, decantarse por la pintura parece una opción rebelde. Para mí se trata de un modo de expresar ideas íntimo y genuino", apunta Hahn por email. "Me siento alienada cuando uso las redes sociales para conectarme, pero pienso que la pintura no tiene esa barrera para protegerse a sí misma, no es un filtro sino una vía directa para la comunicación". 

Vista de la exposición.
Vista de la exposición.

Los cuadros de Bridget Mullen remiten a la idea de imágenes en proceso de gestación. Sus figuras recuerdan a cuerpos reales, aunque nunca lo son realmente. Tampoco lo contrario. "Mis cuadros son abstractos y figurativos al mismo tiempo. A veces no resulta evidente para el espectador que hay figuras incrustadas", explica la artista. "Esa situación me parece fascinante y creo que la experiencia es tan válida y verdadera hacia lo que es la pintura como cuando las figuras sí que se detectan. ¡Qué extraña composición es el cuerpo dentro y fuera de sí mismo!" 

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Sobre la firma

Silvia Hernando
Redactora en BABELIA, especializada en temas culturales. Antes de llegar al suplemento pasó por la sección de Cultura y El País Semanal. Previamente trabajó en InfoLibre. Estudió Historia del Arte y Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca y tiene dos másteres: uno en Mercado del Arte y el otro en Periodismo (UAM/EL PAÍS).

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