Cinco madres ruedan la película porno que les gustaría que vieran sus hijos
Un grupo de mujeres se convierten en directoras y productoras de cine para adultos en una serie documental británica que emite Movistar +
Consentimiento es uno de los términos que más veces se repiten a lo largo de los tres capítulos de Madres haciendo porno. Como avanza el elocuente título de esta miniserie documental que emite Movistar + bajo demanda, un grupo de mujeres británicas con hijos de entre 6 y 24 años de edad se alía en este programa para encontrar la fórmula del porno ético.
En #MadresHaciendoPorno reflexionaremos sobre las nuevas formas de consumir pornografía y el papel que desempeña en la educación sexual de los adolescentes. ESTRENO el 2 de agosto en #0. pic.twitter.com/PEiAHCCFFd
— #0 de Movistar+ (@cero) July 29, 2019
El reto, a primera vista, parece imposible. Cada una tiene su profesión y sus creencias, pero juntas tienen que unir su visión del mundo para dar con el contenido que les gustaría que se encontraran sus hijos cuando navegan por Internet.
"¿Te gustaría que ellos vieran eso?, era la pregunta que queríamos lanzar a estas mujeres antes de proponer que se convirtieran en directoras de cine para adultos. En su mirada, encontramos una nueva perspectiva sobre el impacto que la pornografía tiene en la educación sexual de los jóvenes", cuenta a EL PAÍS Emma Morgan, productora creativa de este formato creado por la compañía Firecracker Films.
Las elegidas, Emma, Sarah-Louise, Jane, Anita y Sarah, exploran la red a modo de investigación previa. Casi todas ellas aseguran no consumir porno y, casi de inmediato, quedan horrorizadas. Unir un mensaje de liberación sexual, igualdad de género, diversidad y belleza real con el rodaje de varias escenas que incluyan sexo explícito y real es su objetivo común.
Una vez pasado el susto inicial, las nuevas cineastas pasan al trabajo de campo. Acuden a estudios de grabación en los que las mujeres están al mando de producciones de cine para adultos. Tras varias experiencias, encuentran en Erika Lust a su mentora. Es para ellas una excepción aislada en la industria que están descubriendo paso a paso. Desde el año 2000 esta sueca afincada en Barcelona demuestra que un porno feminista es posible. Al menos, de vez en cuando.
Con sus consejos, Lust ayuda a este grupo de madres a rodar, guionizar y editar la película resultante: Four Play. A diferencia de la serie, la cinta solo puede verse en el Reino Unido.
“Como es inevitable, estas mujeres reflexionan sobre machismo y sobre las actitudes tóxicas a los que se exponen sus hijos y sus hijas. Pero también hablan sobre el modo en que se entiende el sexo estos días, solo enfocado en el placer inmediato y que está repleto de códigos agresivos”, cuenta por teléfono la productora del proyecto. “Lo que les pedimos no fue fácil, pero creo que crecieron en el proceso. Ahora, algunas de ellas van a las escuelas a dar charlas sobre sexo seguro”.
La conversación que ha generado esta serie británica en los países en los que se ha emitido hasta el momento ha hecho que Alemania y Dinamarca ya preparen sus propias versiones del proyecto.
Sus protagonistas podrían ser perfectamente madres españolas. El 25% de los adolescentes en España ha visto porno antes de cumplir los 13 años, cuenta un estudio de la Universidad de las Islas Baleares. Contenidos sexuales cada vez más violentos están a solo dos clics de distancia de los menores. Y no solo de chicos. Las chicas son cada vez más espectadoras de este tipo de vídeos.
Además de completar su objetivo como creadoras de su propia película, las mujeres de Madres haciendo porno se lanzaron a conversar con sus hijos sobre asuntos de los que no habían hablado antes. “Una de las cosas que hemos constatado con este pequeño experimento es que hay que trabajar en la comunicación y educación sexual de los jóvenes. Si los padres superaran su vergüenza y charlaran con ellos de estos temas, el porno dejaría de ser un tabú y un placer prohibido. Y así perdería parte de su atractivo”, comenta Morgan.
En femenino
Aunque la inmensa mayoría del cine para adultos que se rueda en pleno 2019 sigue manteniendo los códigos y las formas de hace décadas, un pequeño número de productoras independientes buscan alternativas a una industria anclada en el pasado.
Erika Lust (Estocolmo, 1977), estrella invitada en Madres haciendo porno, lidera con su productora Lust Cinema el movimiento que pretende aportar una mirada femenina al asunto.
Recientemente, ha ampliado la esencia de su web Xconfessions con una serie para Internet en la que rueda las fantasías eróticas que le ha hecho llegar su audiencia habitual. Sus escenas no son solo sexo; también tienen diálogos propios de comedias actuales como Broad City o Insecure.
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