Paco Ureña sufre una grave cornada en el muslo derecho en Palencia

El matador de toros Paco Ureña ha sufrido una grave cornada en el muslo derecho este viernes cuando toreaba de muleta al segundo toro de la tarde en la primera corrida de la Feria de San Antolín en Palencia, en la que Diego Urdiales y Toñete lograron sendos trofeos.

El parte médico indica que el torero murciano “presenta una herida por asta de toro en el tercio inferior de la cara interna del muslo derecho de 5 centímetros, con una trayectoria de 25 centímetros hacia arriba y afuera, que produce desgarro muscular y hemorragia de colaterales venosos con contusión del paquete vasculonervioso femoral, y otra trayectoria hacia dentro hasta plano óseo femoral. Es intervenido bajo anestesia general, practicándole hemostasia de colaterales y drenaje de las trayectorias. Pronóstico grave. Ha sido ingresado en la Unidad de Reanimación del Complejo Asistencial Universitario de Palencia”.

Ureña exhibió su excelsa tauromaquia frente a ese segundo ejemplar de la ganadería de Antonio Bañuelos, un toro de excelente condición, con clase y recorrido en la embestida.

El de Lorca lo cuajó en el último tercio por ambos pitones, toreando por momentos a cámara lenta en tandas de cinco y seis muletazos de mano baja y trazo largo. Pero en el epílogo de la faena fue volteado feamente, y pronto brotó un chorro de sangre de su muslo derecho. Rápidamente, fue trasladado a la enfermería y no pudo continuar la lidia.

El percance enfrió sobremanera el ambiente, y ya nada en la tarde fue igual a pesar de los sendos trofeos que pasearon después Urdiales y Toñete.

Urdiales abrió su primera faena con unos toreros ayudados por bajo a un toro al que llevó después cosido a la muleta sobre la diestra a lo largo de un trasteo muy medido a un animal que acabó muy a menos.

Con el cuarto, soso y sin transmisión, Urdiales le cogió muy bien el pulso y logró pasajes de mucho sabor en el tramo final de faena. Cortó una oreja.

Toñete, que debutaba en Palencia, hizo un esfuerzo con el tercero, un toro áspero en los primeros tercios, al que el madrileño realizó una entregada faena, a pesar de que el astado acabo rajado.

Con el quinto, Toñete puso fibra en su labor ante un toro noble y de buena condición, y logró varias tandas estimables sobre la mano derecha.

En el sexto, el toro de más romana y remate del encierro, el torero anduvo acelerado, intermitente y tan voluntarioso como vulgar.