Abdulnasser Gharem: “El arte es una forma de ‘poder blando”
El artista saudí ha participado en Art Basel con una obra que alude al asesinato de Khashoggi
Antiguo militar cuyas obras cuestionan las ideas de autoridad y obediencia, Abdulnasser Gharem es uno de los artistas saudíes más relevantes y de mayor proyección internacional. Su nombre saltó a las noticias cuando en 2011 su Mensaje / Mensajero se vendió por un precio récord de 842.500 dólares (unos 600.000 euros entonces) en una subasta de Christie’s en Dubái. Nacido en la provincia de Abha en 1973, Gharem ha vuelto a levantar cejas con la instalación que ha llevado a Art Basel, una alusión a la controversia por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el Consulado saudí en Estambul.
The Safe (La caja fuerte) reproduce una habitación insonorizada de paredes blancas que recuerda a la celda de una cárcel o de un manicomio y en la que solo se admite la entrada de una persona a la vez por espacio de un minuto. “La diferencia entre un terrorista y un mártir está en la cobertura de los medios”, afirma uno de los sellos de tinta que el visitante puede estampar en la pared. Incluso si la referencia a Khashoggi es sutil, la instalación ha sido calificada de “arriesgada” por los críticos dado que Gharem vive en Arabia Saudí, donde la versión oficial del asesinato es que fue obra de agentes incontrolados y que las autoridades no tuvieron ninguna responsabilidad.
Pregunta. En su Twitter declara que su misión es “restaurar la influencia del arte en el comportamiento”. ¿Cuál es la misión del arte?
Respuesta. Las artes, y la cultura en general, son un medio a través del cual puedes inyectar ideas a la gente, es una forma de poder blando. A través de la cultura, el arte, la música se puede cambiar el comportamiento, hacer que la gente sea más consciente, mostrar conocimiento. El arte y la cultura son un medio muy importante si uno quiere expresarse ante otros, sobre todo las artes visuales, que no requieren traducción.
P. ¿Es esa la misión de The Safe?
R. Es un juego. Su misión es establecer un diálogo de nación a nación, no a nivel oficial, sino como un ciudadano. Lo que le ocurrió al periodista Jamal Khashoggi fue tan grave… el propio Gobierno [saudí] dijo que era horrible. Ha sido condenado en todo el mundo. La gente necesita escuchar al artista. Esa es la historia de The Safe. No estoy defendiendo a nadie. Es todo tan triste… Incluso han rezado por él en las Mezquitas Sagradas de La Meca y Medina. Todo el mundo está afectado. Necesitamos hablar de ello a nivel intelectual, lejos de la política.
P. ¿No debiera el arte criticar al poder y a la sociedad?
R. Sí, por supuesto. Siempre digo que el artista actúa de espejo de la sociedad. Al principio eso resulta molesto a algunos de sus miembros porque muestra quienes son [incluidos sus defectos], pero eventualmente entienden que reflejas la sociedad.
P. ¿Es posible la crítica en la actual Arabia Saudí?
R. Soy un artista y por lo tanto, un ciudadano global. No pertenezco a ninguna ideología y puedo trabajar en cualquier parte del mundo porque las artes visuales me dan una plataforma global. Mi misión es provocar el diálogo. Necesito a los espectadores, sus opiniones, que sean buenas o malas me da igual.
P. ¿No ha sufrido una reacción negativa tras exhibir The Safe?
R. Sigo viviendo en Riad. Soy un artista. Intento ser neutral.
P. Pero ¿nota que la situación sea distinta que hace unos años?
R. Es algo nuevo. Estas cosas, lo que le ha ocurrido a Khashoggi, no sucedían hace tres años, es algo de hace nueve meses. No se puede establecer una comparación. Yo me ciño al día a día. Pero estoy contento con lo que está pasando en el país. Es maravilloso.
Babelia
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