Las fallas en... Arabia Saudí
Una empresa española lleva los 'ninots' valencianos al festival de verano de Yedda
“¿Qué? ¿Dónde?”. Cuando a David Sánchez Llongo le propusieron construir varias fallas para un festival en Arabia Saudí, pensó que le estaban tomando el pelo. El joven artista nunca imaginó que las Fallas fueran a salir de Valencia y mucho menos a 5.000 kilómetros de allí. Apenas dos meses después, el primer ninot está plantado en el Paseo Marítimo de Yedda, la segunda ciudad del Reino del Desierto, en la costa del mar Rojo.
La pareja de bailaores, enmarcada por un sol, una guitarra y una cabeza de toro, se eleva 12 metros sobre los asistentes al Jeddah Seasons, el festival de verano de Yedda. La mera presencia de una estatua con forma humana hubiera sido anatema apenas tres o cuatro años atrás. No digamos ya la música y los bailes que acompañan a la falla. Pero Arabia Saudí está abriéndose a espectáculos y expresiones culturales que hasta ahora tenía vedadas por la estricta interpretación oficial del islam.
“Mumtaz!” (¡excelente!), responde Abdulá al concluir el primer pase del espectáculo que acompaña a la falla. La base, diseñada como un burladero, sirve de escenario al que cada noche durante esta semana se suben bailarines del ballet nacional flamenco y el grupo Los Vivancos. De momento, sólo hombres porque el permiso para que hubiera bailarinas llegó tarde. Abdulá, estudiante universitario, ha acudido con unos amigos, pero también hay grupos de mujeres y familias que extienden sus pícnics sobre el césped. Sin segregación. La función es al aire libre y gratuita, como dos tercios de las actividades programadas por el festival.
Fuera de la escena, los hombres con más éxito de la noche son los jinetes sin caballo Iván y Josel. “Nos facilitaron uno árabe muy bueno, pero se asustaba con algunos sonidos y resultaba peligroso”, explican. Así que se pasean entre el público con unos sombreros cordobeses en la mano que todo el mundo quiere ponerse para hacerse un selfi con ellos. “Incluso las mujeres con niqab [velo integral]”, aseguran.
El espectáculo Las Fallas ha hecho el camino de Valencia a Yedda de la mano de Producciones Merlin, una empresa española de eventos que ha sido pionera en el recién abierto mercado saudí. “Todo empezó con el circo”, recuerda el director general, Domingo Sánchez. Su Cirque des Sens se representaba en el parque Tivoli de Benalmádena y gustó a un príncipe saudí que había acudido con su familia; le contactó para llevarlo a su país. Desde entonces, Merlin ha participado en casi todos los festivales que se han celebrado en Arabia Saudí, y en Yedda organiza también varias animaciones callejeras, un montaje con caballos, una exposición y una competición de Fortnite, el videojuego de moda.
Superada la sorpresa inicial, el artista fallero planteó dos cuestiones, recuerda Miguel Moreno, el director artístico de Merlin que le presentó el proyecto. La primera, la logística. ¿Cómo iban a trasladar los ninots desde Valencia? Demasiado complicado. Encontraron un taller en Riad, la capital saudí, a mil kilómetros de Yedda, y allí está trabajando Sánchez Llongo (salvo una rápida escapada a Alicante para montar su falla de San Juan) con cuatro colaboradores. La otra pregunta era sobre el destino de las figuras.
A diferencia de las de Valencia, las fallas de Yedda no van a quemarse. Aunque ese era el plan inicial de los productores, la organización del festival no quería que su mensaje de abrazo cultural terminara en llamas. Así que las seis esculturas fueron indultadas de antemano, como el ninot de Sanchez Llongo en las Fallas de este año.
“Ha sido arte de magia que se haya conseguido montar en una semana, lo que suele llevar casi un año”, declara Moreno mientras el equipo sigue preparando al mismo ritmo las siguientes fallas: África, China, India, Estados Unidos y Arabia Saudí. Irán inaugurándose en semanas sucesivas a lo largo del festival que dura hasta el 18 de julio. Cada una con un espectáculo relacionado. “Es un paseo por el mundo”, explica entusiasmado el responsable artístico convencido de que su trabajo contribuye a la transformación de la sociedad saudí.
Babelia
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