Éxitos y fracasos televisivos de los nominados a los Oscar
Olivia Colman reina en Inglaterra mientras que Alfonso Cuarón o Bradley Cooper tuvieron sonadas cancelaciones
El cine y las series fueron mundos paralelos que no se tocaban durante años. Muchas de las estrellas comenzaban en televisión, pero una vez que probaban las mieles de la gran pantalla no volverían a rebajarse hasta que las arrugas les llevarán a ser marginados por Hollywood. Existían estrellas de cine, y estrellitas de tele. Pero eso ya no es así. Muchos actores y directores saltan indistintamente entre ambas. Incluso si el latiguillo de "esta serie es una película larga" sigue presente en la industria televisiva, como si las series fueran cosa menor, esta línea comienza a diluirse. Algo que se nota en unas nominaciones a los Oscar de este año, llenas de rostros televisivos, que han tenido un éxito desigual.
Alfonso Cuarón
Uno de los más sorprendentes viajes a la televisión es el de el director Alfonso Cuarón. Su trabajo anterior a Roma es una serie de NBC de la que nadie se acuerda y que solo duró 13 episodios. Cuarón fue creador junto a J. J, Abrams, y director del primer episodio, de Believe, un drama de ciencia ficción bastante genérico sobre una niña con superpoderes, perseguida por agencias secretas a lo largo de EE UU. El nombre del director, recién llegado del superéxito Gravity (su primer Oscar como director), era algo en lo que asentar la promoción, pero ni eso funcionó. El cineasta, sin embargo, también comenzó en televisión, de la mano la antología de terror mexicano La hora marcada, para la que creó seis episodios y donde comenzaron Guillermo del Toro o Emmanuel Lubezki.
Adam McKay
El director nominado por El vicio del poder también se crió como guionista televisivo. Durante dos años fue guionista en jefe del icónico programa de sketches Saturday Night Live, escribiendo para el Will Ferrell, que precisamente interpretaba a Bush y que hoy es coproductor de la cinta nominada sobre Dick Cheney. Su estilo desarrollado en el estudio 8H se sigue colándose en todas sus películas, ya sean comedias o dramas como La gran apuesta. Es también productor del recomendable drama de HBO Sucession, sobre una familia disfuncional de millonarios al estilo de los Murdoch. McKay el mejor narrador lleno de humor negro de la sociedad.
Bradley Cooper
Hoy es actor taquillero y director de prestigio gracias a Ha nacido una estrella, pero durante años (hasta triunfar con De boda en boda y Resacón en las Vegas) Bradley Cooper no conseguía que su carrera despegara. Los adictos a la tele se acordarán de él por Nip/Tuck y Alias (de la que pidió salir a J. J. Abrams por lo irrelevante de su personaje), pero también por fracasos como Kitchen Confidencial, donde era un cocinero basado en Anthony Bourdain, o Jack & Bobby, un drama familiar y político sobre una familia del futuro similar a los Kennedy. Hasta cuatro de sus series fueron canceladas a la primera. Ya tras su éxito, ha regresado a papeles icónicos como secundario que le dieron en el cine con Wet Hot American Summer y Limitless.
Lady Gaga
Su compañera tuvo de reparto tuvo su primer papel con 15 años como figurante en Los Soprano. Lo primero que quiso ser Lady Gaga fue actriz, pero no le daba demasiadas oportunidades, así que Estefani Joanne Angelina Germanotta decidió mutar y apostar por la música. Una vez que se convirtió en icono pop, Ryan Murphy confió en ella para transformarse en reina vampiro en American Horror Story, aunque nadie hacía esperar que por aquella interpretación con la que ganó el Globo de Oro (y dejó un meme para la posteridad) pudiera lograr lo que hace en Ha nacido una estrella. Como diría ella, solo hace falta que en una sala donde hay 100 personas una se fije en ti.
Olivia Colman
Gaga se enfrenta en su categoría a una verdadera reina de la televisión británica. Olivia Colman triunfa en La favorita como la reina Anne, pero es otra monarca más moderna la que no le ha dejado hacer tanta campaña al Oscar. En estos momentos rueda la tercera temporada de The Crown, que la convierte en la nueva Isabel II durante dos temporadas. Ya se codeará con unos adolescentes Carlos y Camila, liderando una monarquía más asentada. Pero Colman es imparable en la pequeña pantalla. Acaba de estrenar la enésima adaptación de Los Miserables para BBC, donde interpreta a Madame Thernadier, brilló como la detective sin complejos y aquejada de un trauma en Broadchurch, también fue la madrastra de la alocada protagonista de Fleabag y la vimos embarazada en El infiltrado de John Le Carré, así como en Twenty Twelve, Rev y Mr. Sloane. Ya era hora de que la descubriera Hollywood.
Glenn Close
El Oscar a mejor actriz, sin embargo, parece estar en casa de Glenn Close. Tras siete nominaciones durante décadas, toca. Entre película y película, igual que a actrices de su generación como Jessica Lange o Helen Mirren, la televisión ha dado a Close la oportunidad de tocar papeles de mujeres maduras que en cine son difíciles de ver. Gracias a eso la vimos mandando en The Shield durante una temporada y en Daños y Perjuicios, donde interpretó a una abogada que acababa con todo lo que se le ponía enfrente, fuera Ted Danson, William Hurt o John Goodman. Era una serie hecha para ella. Pero, además, Close tiene un papel icónico en televisión que no envejece. El de madre de Homer en Los Simpson, que aunque lo abandonó en su niñez ya vuelve casi cada año.
Regina King
Para el Oscar de actriz secundaria la favorita es Regina King por El blues de Beale Street, otra reina de la televisión. Y no solo por su nombre. Ganadora de dos Emmy por American Crime y Seven Seconds, la actriz se ha convertido en experta en dramas sobre los conflictos policiales con afroamericanos y también la vimos en Southland. Pero además tiene la capacidad de saltar de 24 a The Leftovers, a Shameless o The Big Bang Theory, y que en todas parezca perfecta. Su próximo reto: la adaptación del cómic Watchmen en HBO. Hacer justicia con el creador de The Leftovers, Damon Lindelof, a la obra clave del noveno arte creada por Alan Moore.
Mahershala Ali
Antes de ganar el Oscar con Moonlight y darse a conocer al gran público, Mahershalalhashbaz Ali— que se tuvo que reducir el nombre para que entrase en los carteles— era otro de estos actores que saltaba por proyectos televisivos dejando siempre buen sabor de boca. Hoy su fama le hace protagonizar la tercera temporada de True Detective con un personaje en tres épocas distintas, pero la primera vez que lo vimos era secundario en el policial Crossing Jordan o en Los 4400, donde interpretaba a una de estas personas con poderes que tras desaparecer durante años reaparece misteriosamente junto a su pareja blanca. En su carrera: Treme, House of Cards, villano Marvel en Luke Cage... Pese al éxito, para volver a la televisión, que era lo que él quería, ha tenido que pasar por audiciones.
Melissa McCarthy
Otra que tenía una larga carrera en televisión antes de ser reina de la comedia estadounidense y ya doble nominada al Oscar con ¿Podrás perdonarme algún día? es Melissa McCarthy, que hasta hace un par de años seguía protagonizando su propia sitcom romántica, Mike & Molly. Antes, McCarthy se aburría de ser la amiga graciosa en series como Samantha Quién y sobre todo Las chicas Gilmore, que le dio trabajo durante 8 años como la cocinera mejor amiga de Lorelai. En los últimos tiempos, Saturday Night Live convirtió a esta maestra del sketch y la improvisación en el destructivo jefe de prensa de Trump Sean Spicer.
Richard E. Grant
En Reino Unido la línea entre televisión y cine siempre fue difusa. Este gran secundario británico no solo aparece en películas tan diferentes como Gosford Park, Spice World y Logan, sino que ha hecho de todo en televisión, desde Doctor Who (de villano, claro) a Downton Abbey, Juego de Tronos (uno de los actores de la obra paródica sobre poniente) y Girls o numerosas miniseries: Jekyll y Mr. Hyde; Karaoke y Cold Lazarus de Dennis Potter, con Albert Finney; Tiempos difíciles de Dickens; Pétalo Carmesí y Flor Blanca, y La Pimpinela Escarlata. Mucha capa y espada y época como manda la tradición británica.
Esos pueden ser los casos más llamativos, pero hay otros que controlamos de sobra. A Rami Malek, Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody, lo conocíamos por Mr. Robot, aun habiendo hecho apariciones en The Pacific y 24. Amy Adams ha brillado este año en Heridas abiertas (tras seis nominaciones al Oscar, es hora de que al menos le den el Emmy) y Emma Stone en Maniac, y parece que Sam Rockwell tiene todas las papeletas para triunfar en 2019 por fin en televisión con Fosse/Verdon, biopic sobre la figura del coreógrafo y cineasta Bob Fosse, responsable de Cabaret, Chicago y All That Jazz. Todo tras ganar un Oscar el año pasado y volver a estar nominado este. La frontera entre medios ya no se nota.
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