El intercambio de princesas que frustró la viruela
Se cumplen 300 años de una intriga política entre España y Francia que fracasó por una terrible epidemia
Después de dos millones de muertos y 12 años de guerras, Francia y España acordaron un plan para sembrar la paz entre dos reinos devastados por la quiebra económica, las hambrunas, los conflictos bélicos y las epidemias que arrasaban Europa a principios del XVIII: intercambiar sus princesas. Una historia de la que se van a cumplir 300 años y que ha sido llevada al cine por Marc Dugain en Cambio de reinas (L'échange des princesses). Sin embargo, el plan fracasó porque nadie contaba con un enemigo oculto y mortal: la viruela.
Mariana Victoria de Borbón (1718-1781), hija del rey Felipe V de España, fue enviada con solo cuatro años a la corte francesa para casarse con el Luis XV, un chaval de 11 que estaba bajo la protección del regente de Francia, el duque de Orleans. Este, a su vez, mandó a España a su hija Luisa Isabel —toda la familia de Luis XV había muerto de viruela o de diversas infecciones y no había otras princesas disponibles— para que se casase con el Príncipe de Asturias, el futuro Luis I de Borbón. Eso sí, Luisa Isabel (1709-1742) era suficientemente noble para emparentarse con la Casa Real española, ya que era sobrina nieta del rey Luis XIV de Francia (el Rey Sol) por parte de su padre y nieta por su madre.
Pero lo que los políticos diseñan no tiene por qué salir bien y el desastre fue absoluto. La pequeña Mariana Victoria fue devuelta a España con siete años, ya que era imposible que a esa edad diese un delfín a Francia y el reino lo necesitaba ante la posibilidad de que Luis XV falleciese de viruela o de cualquier otra cosa (era bastante disoluto). Por su parte, Luisa Isabel (una mujer con un grave trastorno de la personalidad y a la que le gustaba recorrer el alcázar madrileño desnuda) fue enviada de vuelta a Francia cuando Luis I murió de viruela a los 17 años. Luisa Isabel de Orleans ya no servía a los intereses de ambos países. Por cierto, ella también cogió la viruela cuidando a su agonizante marido. Por su parte, Luis XV dejó este mundo a los 64 años. Por supuesto, también por la misma enfermedad.
El médico e historiador Xavier Sierra recuerda en su blog que fue “una epidemia terrible”. “Tal era la importancia de la enfermedad en aquella época que cuando se describía a los personajes, además de explicar sus características personales se destacaba si tenían o no marcas de viruela”. Sierra explica que “19 años después de morir Luis XV de Francia [el 17 de octubre de 1793], su tumba en la basílica de Saint Denis fue profanada por los sans culottes. Al abrirla, el pestilente olor les hizo retroceder”.
Casi todos los personajes de este drama fallecieron porque no fue hasta 1796 cuando el inglés Edward Jenner descubrió la vacuna. Inoculó muestras de una granjera infectada a un niño de ocho años. Después de siete días, el muchacho mejoró. Dos años después en su trabajo An Inquiry into the Causes and Effects of the Variolae Vaccinae, acuñó por primera vez el término variolae vaccine (viruela de la vaca), del que deriva la palabra vacuna.
El catedrático en Historia y escritor José Calvo Poyato introduce un elemento más en este caso de intrigas: Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V y madre de Mariana Victoria y del futuro Carlos III. “Ella diseñó la política exterior española por su interés en ver a sus hijos como reyes. Y lo consiguió. Cuando Louis Michel Van Loo pinta El retrato de la familia de Felipe V, la coloca en el centro, porque es quien manda. Lo palpa. Es parte fundamental de esta intriga”. Esta reina, que también sufrió la viruela, odiaba a Luisa Isabel, por lo que cuando la pequeña Mariana Victoria fue enviada devuelta a España “hizo lo mismo con ella”: la devolvió. Luisa Isabel de Orleans, reina de España, murió en el palacio de Luxemburgo a los 32 años abandonada y olvidada por todo el mundo
Sierra añade que “muchas veces no se da importancia a las enfermedades en la historia de los países. Los médicos no sabemos explicarlo y los historiadores no lo tienen en cuenta. Yo intento comprender las cosas desde la doble visión de la medicina y de las humanidades. Creo que así se puede entender mejor todo”.
La intriga acaba con Fernando VI (hijastro de Isabel de Farnesio) cuando llega al trono de España tras morir su hermano Luis I y se casa con la portuguesa Bárbara de Braganza. Un matrimonio acordado por Farnesio, que así pudo esposar también a Mariana Victoria —la que había rechazado Luis XV— con José I de Portugal, llegando la española a ser regente del reino luso a la muerte de su esposo. Y el duque de Orleans (Luis Felipe II, bisnieto del padre de Luisa Isabel) votando durante la Revolución Francesa que decapitasen al sucesor de Luis XV, Luis XVI. Todo por una viruela que cambió a los protagonistas de la historia.
Babelia
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