Una nueva subasta de Banksy concluye sin golpes de efecto en París
Los cinco lotes del artista fueron adjudicados sin incidentes, por un volumen total de 127.000 euros
Los asistentes contuvieron la respiración, pero no ocurrió nada. La primera subasta de obras de Banksy organizada desde la autodestrucción de una de sus creaciones, Girl with balloon, en la sede londinense de Sotheby’s a comienzos de octubre, tuvo lugar en la noche del miércoles en la casa parisiense Artcurial. Ayer no hubo incidentes ni sorpresas. Los cinco lotes del misterioso artista británico fueron adjudicados por precios relativamente moderados, muy lejos de los 1,04 millones de libras (1,2 millones de euros) por los que se vendió su obra en la capital británica.
La mejor venta fue la de la pieza principal de la noche, Stop and search (2007), una serigrafía sobre papel que presidía la sala, encuadrada en un marco tan delgado que resultaba imposible que escondiera una trituradora. Fue adjudicada por 65.000 euros, por encima de la estimación inicial, alrededor de los 35.000 euros. Otra serigrafía, Soup can yellow (2005), se vendió a 46.800 euros, más del doble de su estimación inicial, mientras que otras tres piezas menos relevantes fueron colocadas por precios que iban de los 1.700 a los 11.700 euros. En total, los lotes del artista generaron un volumen de 127.000 euros.
“Ha habido un efecto Banksy. Son precios elevados, teniendo en cuenta que eran serigrafías y obras no firmadas. El artista quiso denunciar la especulación, pero la ha hecho incrementar todavía más”, analizó tras la venta Arnaud Oliveux, especialista en arte contemporáneo de Artcurial, que condujo una subasta con un ambiente eléctrico. “No esperábamos que hubiese otro acontecimiento como el de Londres, porque sería sorprendente que Banksy hiciese dos veces lo mismo. Pero sí había un nerviosismo…”, admitió Oliveux. De hecho, en el momento de adjudicar una de las obras de Banksy, el experto escuchó el timbre del móvil de uno de sus colaboradores en la tarima, que confundió fugazmente con el arranque de un nuevo happening por parte del artista de Bristol. “Pero fue una falsa alarma”, sonreía Oliveux, que está convencido de que Banksy no se encontraba en la sala.
La subasta, que dispersó una colección privada de street art en la que había otras estrellas del género como Shepard Fairey, Zevs o J.R., logró sumar un total de 770.000 euros y un 77% de lotes vendidos. El mejor lote perteneció al cotizadísimo Kaws, que colocó una obra temprana de 2001 por 123.500 euros. Artcurial extremó las precauciones antes de la subasta y llegó a verificar la identidad de los asistentes para evitar sorpresas como la de Londres. “Les hemos pedido que se identifiquen y hemos investigado un poco”, reconoció Oliveux.
La semana pasada, Banksy reconoció en su cuenta de Instagram que Girl with balloon debió haberse autodestruido al completo. La trituradora instalada en el marco se atascó, por lo que solo la mitad inferior de la obra quedó desmenuzada, pero el plan original del artista era que desapareciera íntegramente. Banksy señaló que, durante los “ensayos” previos a la subasta, el dispositivo había funcionado correctamente. “Hay quien piensa que la obra no fue destrozada. Sí lo fue. Hay quien piensa que la casa de subastas estaba al corriente. No lo estaba”, añadió Banksy a través de su cuenta de Instagram. El valor de su obra, adquirida por una coleccionista europea de la que no se divulgó el nombre, se multiplicó por dos pocas horas de su autodestrucción.
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