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Tres obras de la colección privada de Josep Lluís Sert, a subasta

Los descendientes del arquitecto venden un móvil de Calder valorado en un millón de euros

José Ángel Montañés
Ramona Longás, Monxa, viuda de Josep Lluís Sert en 1940, con el broche que le regaló Calder y que ahora se subasta.
Ramona Longás, Monxa, viuda de Josep Lluís Sert en 1940, con el broche que le regaló Calder y que ahora se subasta. Christie's

En un documental de televisión de 1985, Ramona Longás, viuda de Josep Lluís Sert (Barcelona 1902-1983), habla de forma extensa de su vida junto al arquitecto. Durante la conservación con el periodista en la que hojea un álbum de fotos llenos de recuerdos, Monxa, tal y como era conocida en su círculo de amigos y familiares, luce en su pecho un enorme broche de casi 16 centímetros, formado por una espiral y una estrella hechos con latón e hilo de acero por Alexander Calder. Esta pequeña obra de arte, que Monxa apreció toda su vida desde que se la regaló el artista poco después de crearla en 1939, está a la venta y pude adquirirse (por un precio de salida de 30.000 euros) en la subasta que celebrará el próximo 17 de octubre la sala Christie’s de París.

No es la única. Los herederos del más famoso de los arquitectos españoles modernos, que luchó contra el academicismo imperante y creó edificios tan emblemáticos como el Pabellón Español de la Exposición internacional de París de 1937 donde se expuso el Guernica de Picasso por primera vez; la Casa Bloc y de la Fundación Joan Miró, las dos últimas en Barcelona, entre otros muchos edificios, han puesto a la venta tres obras de la colección privada del arquitecto y de su mujer. La más destacada es un móvil que el mismo Calder realizó alrededor de 1948 y que parte con un precio estimado entre 800.000 y 1,2 millones de euros.

El móvil de Calder que regaló a Sert y que ahora se subasta en París.
El móvil de Calder que regaló a Sert y que ahora se subasta en París.Christie's

Sert, que tras la guerra civil, fue inhabilitado para ejercer su profesión a menos de 400 kilómetros de Barcelona, se marchó a vivir a París (donde se casó con Monxa, siendo uno de los padrinos Joan Miró) y luego a Estados Unidos. Allí se instaló a vivir durante un tiempo en casa de Alexander Calder de Long Island. Luego acabó siendo decano de la escuela de arquitectura de la Universidad de Harvard, sucediendo en el cargo de Walter Gropius.

El delicado móvil de Calder, intitulado, que se pone a la venta, es una sutil obra de 45 centímetros de altura y apariencia antropomórfica que cobra vida con la más mínima corriente de aire. La parte central es una piedra oval (un objeto encontrado) envuelta en hierro y alambre que se sustenta sobre un trípode de metal que se extiende hacia arriba a una rama horizontal rematada por un lado por cinco discos blancos, amarillos y azules. El contrapeso lo hace una espiral de latón.

El colgante que Calder regaló a Monxa, mujer de Sert.
El colgante que Calder regaló a Monxa, mujer de Sert.Christie's

Calder y Miró eran buenos amigos desde que el artista estadounidense llegó a París en 1926, manteniendo relación y correspondencia el resto de sus vidas. Una correspondencia que también se percibe en sus obras. Hay mucho en esta pieza que Calder firmó con el monograma CA en el disco amarillo, de las constelaciones de Miró que parecen gravitar en el espacio. Fue Miró el que presentó a Calder y Sert en 1930, naciendo una amistad entre ellos que también se prolongó a lo largo de los años. En 1932 el arquitecto lo convenció para que expusiera sus trabajos en el Salón de Decoradores de Barcelona y en 1937 lo invitó para que participara en el Pabellón de España de París en el que participó (fue el único artista extranjero) con una fuente de mercurio que simbolizaba la lucha de los mineros de Almadén ante el auge del franquismo. Calder regaló varios de sus trabajos a la Sert y su mujer, entre ellos este móvil intitulado y el enorme broche que lució toda su vida Monxa, tal y como se la puede ver en fotos de los años 40 que acompañan el catálogo de la subasta.

La tercera pieza que la familia de Sert pone a la venta es una pieza del surrealista André Masson, Souvenir de Long Island, de 1942 (que se vende a partir de 55.000 euros) y que está realizado poco después de su viaje desde Marsella a Nueva York donde llegó con su familia huyendo de la guerra europea. Se trata de un ensamblaje, un poema visual, formado a partir de madera, conchas, vidrio y clavos que el artista regaló a los Sert por su hospitalidad cuando los recibieron en su casa americana.

La obra 'Souvenir de Long Island', de André Masson, de 1942.
La obra 'Souvenir de Long Island', de André Masson, de 1942.Christie's

La salida a subasta de estas tres obras es la segunda en pocos meses en la que la parte de la colección privada de un gran artista se pone en venta por sus descendientes. A finales de febrero la familia de Antoni Tàpies sacó a subasta siete obras de la colección del pintor, entre ellos Homme, de Alberto Giacometti, que se vendió por 3,8 millones de euros, cuatro veces su precio de salida. Untitled (orange and yellow), una impresionante obra de Mark Rothko de 1969 que se vendía a partir de 4,4 millones de euros, no encontró comprador.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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