Ryan Gosling: “Ha sido complicado llegar a la Luna; déjame saborearlo”
Ryan Gosling encarna en 'El primer hombre' a Neil Armstrong, un tipo taciturno y marcado por la muerte de su hija, que acabó comandando la misión del Apolo XI al satélite terrestre
A Ryan Gosling (Ontario, 1980) la ciudad de San Sebastián le ha recibido como a las grandes estrellas: con gritos, cariño, muchas fotos y fans sufriendo una hora de espera hasta su llegada el domingo por la noche, cuando bajó de un coche que le trajo desde el aeropuerto de Bilbao.
Damien Chazelle, que le regaló el personaje de La La Land —y de paso, uno de los momentos más delirantes de su carrera, en los Oscar, cuando Gosling se contuvo a duras penas la risa mientras alguien gritaba que el sobre del Oscar estaba equivocado—, le ha reclutado para encarnar a Neil Armstrong en El primer hombre, que se proyecta en la sección Perlas del festival antes de su estreno comercial el 11 de octubre.
Y Gosling ha respondido con una de sus caracterizaciones taciturnas. Porque El primer hombre es la historia de un matrimonio a punto de desmoronarse tras la muerte de una hija y la huida mental del marido a un oscuro mundo interior. Sin embargo, la pareja debe ocultar todo su dolor y su distanciamiento; son los Amstrong y él, Neil, está a punto de viajar a la Luna.
Pregunta. Usted compone un personaje huraño que marca todo el tono de la película.
Respuesta. Es curioso. Sí, un personaje puede indicar el tono de un filme, pero no es decisión del actor. Yo solo te puedo decir que le preguntes a Damien, que por otro lado disfruta de la colaboración con los actores. Para mí, Neil es un caso muy especial, porque existió. Su exesposa [que falleció en julio] y sus hijos han velado por su memoria y nos han ayudado muchísimo. El tono del filme lo han dado el carácter del protagonista y el libro en el que se basa el guion.
P. ¿Chazelle le advirtió de que no iba a ser una película de héroes sino un drama familiar?
R. En realidad, hablábamos poco de Neil Amstrong y más de Gene Kelly porque las dos películas estaban en su cabeza. No había guion, y aun así acepté el reto. Damien es muy claro. Quería subrayar el peligro constante que vivieron aquellos hombres, las muertes, los sacrificios... No fue una victoria predestinada, ni siquiera Neil era el señalado. Por eso, en el proceso hemos desnudado de capas al mito para llegar al ser humano.
A la otra cara de la pareja, Janet, le da vida Claire Foy, en estado de gracia tras The Crown. “No era una mujer convencional de la época”, asegura la actriz. “Se empeñó en tener una vida normal, y muchas de sus compañeras de aflicciones, las otras esposas de astronautas albergaban su propio universo independientemente de lo que hicieran sus maridos. Estaban entre la confusión y la esperanza”, cuenta en un encuentro previo con periodistas. Gosling está de acuerdo: “Creo que hay algo único en Neil y Janet que les hacía muy similares. Ambos, humildes, sublimaron muchos sentimientos a la búsqueda de cumplir su trabajo, de un bien superior”.
P. La película ambiciona un estilo Malick de atrapar la vida.
R. Y de asemejarse a un documental, o a las imágenes de la época. Y de retratar aquella locura. No se puede olvidar que les metían en naves que parecían misiles nucleares a los que les habían quitado la carga para poner a un hombre con una linterna. Llevaban menos tecnología que la que hoy contiene un móvil. En fin, luego volvían a casa a sacar la basura. Damien y yo insistimos mucho en esos extremos: la luna y el fregadero de la cocina. Empezamos el rodaje ensayando mucho y viviendo en la casa de los Amstrong para asumir esos extremos.
P. Como actor rehúye lo acomodaticio. Y ahora, ¿qué toca?
R. No hay planes de futuro. Ya he vivido antes estos momentos sin rodajes, aunque sí de trabajo de promoción. Ahora disfruto esa pausa porque la dedico a la familia. Ha sido complicado llegar a la luna, déjame saborearlo.
P. ¿Le ha vuelto a picar el gusanillo de la dirección?
R. He pasado muy buenos momentos actuando, pero sí, estoy buscando material para volver a dirigir.
Babelia
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