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Zulú o enano no gustan en el museo

El centro nacional holandés de Culturas del Mundo publica un listado de palabras alternativas

Páginas de la guía.
Páginas de la guía.
Isabel Ferrer

El peso cultural añadido a algunos términos de uso común no es fácil de evitar. Zulú, por ejemplo, se refiere a “un pueblo de raza negra que habita en el África austral”, según la primera acepción del Diccionario de la Real Academia Española. La tercera, dedicada al lenguaje coloquial, sirve para señalar a un “bárbaro, salvaje, bruto”. Se usa como insulto, incluso si la verdadera intención del hablante tenía más de broma que de humillación, pero en el arte, estas dobles interpretaciones ya no son bien recibidas. Words Matter (Las palabras cuentan), recuerda el Museo Nacional holandés de Culturas del Mundo, que ha titulado así lo que califica de guía incompleta sobre el uso del lenguaje en el sector cultural.

La corrección política asociada a una iniciativa de esta clase se compensa con la advertencia añadida a la presentación del volumen, y colgada ya en la página de web del museo. Dice así: "Nuestros objetos son intemporales, el uso que hacemos del vocabulario no lo es". De ahí que "bárbaro" se describa como “un término relativo en inicio a la antigüedad clásica para describir a gentes de lengua y cultura desconocidas; luego señalará la piratería y la esclavitud". "Bárbaro equivale a incivilizado". ¿Qué propone la guía? "Aquí no hay alternativa posible. Lo mejor es describir el contexto histórico". Palabras como "blanco", son menos complicadas. Se prefiere la voz wit (que en neerlandés señala un color) a blank (asociada a la raza) porque esta última implica también pureza y sin tacha. "Islamita" es otro ejemplo. "Aunque no está mal porque significa seguidor del islam, la mayoría de los musulmanes prefiere ser llamado así, musulmán; está más cerca de la terminología árabe. En neerlandés, además, islamita se confunde con islamista, que suele tener connotaciones negativas".

Pensada para promover el debate cultural y social, la guía ha sido elaborada por el Museo Tropical, el Museo Etnológico y el Museo de África, el trío que conforma el Museo de las Culturas del Mundo. Wayne Modest, jefe de su instituto de investigación, la ha presentado sin rodeos. En su opinión, "las palabras no están desnudas o solas, hay un mundo tras ellas y siempre se refieren a algo concreto. Sobre las colecciones etnográficas planea la sombra de la clasificación colonial. Cuenta la perspectiva o la posición del que escribe y exhibe", asegura en la introducción del trabajo.

La guía busca también el origen de términos como "aborigen", "exótico", "descubrimiento" o "enano". A propósito de esta última, se recuerda que "fuera del entorno médico, enano se percibe como un insulto". "En la lengua neerlandesa se usa desde el siglo XIV, pensando en que alguien era monstruoso. Sus equivalentes son pigmeo y liliputiense". ¿Sugerencia? Persona de talla baja, pequeña o con un problema de enanismo. Se puede usar enano o pigmeo en un plano histórico y entre comillas".

Con cáncer, el insulto más usado en Holanda cuando algo sale mal, o bien como crítica personal, una campaña nacional animó al ciudadano a no hacerlo en nombre de los enfermos reales. La guía no pretende ir tan lejos, pero Modest ha sido claro: "Si no escuchamos a la gente que quiere formar parte de la sociedad, la mujer no votaría. Se trata de ser inclusivo". Como sucede en el Rijksmuseum, que espera tener lista en dos años la digitalización de los títulos de sus obras para evitar a su vez acepciones como "moro" o "negro", la guía no pretende modificar la Historia. "Tampoco crear un nuevo vocabulario de palabras buenas o malas. Estamos abiertos a la crítica y solo llamamos la atención acerca de algunas expresiones que pueden herir", según Stijn Schoonderwoerd, director del Museo de Culturas del Mundo, que recibe unos 30.000 niños al año y espera contribuir a su educación.

Del aborigen al sirviente; del cafre al moro

Aborigen:

"Viene del latín ab y origine, que significan ´desde el principio´. Describe a los primeros habitantes de un lugar, sin tener en cuenta la complejidad y diversidad de los pueblos indígenas. Si no se puede distinguir, úsese con mayúscula en señal de respeto: persona Aborigen.

Cafre:

"Viene del árabe, kafir, que significa sin religión. En el siglo XVI, describía en Sudáfrica a la población negra no musulmana. En inglés y afrikáans, se extendió luego a los negros de origen africano para denigrar, y también durante el apartheid. Se sugiere su entrecomillado en el contexto adecuado. Para los Cafres de Sri Lanka indica respeto, y debe adecuarse".

Descubrir:

“Se puede utilizar de forma neutral, pero deja de serlo cuando sugiere que un lugar no existía hasta que llegaron los europeos a descubrirlo. Por ejemplo: “Casi 40 años después del descubrimiento de América, en 1492, por Cristobal Colón, esta pieza de arte…” Dicho así es peyorativo, como si no hubiera habido arte, gente o sociedades antes de Colón. Es mejor decir que “era el primer europeo que llegó…”

Exótico:

"Procede del griego, exotikos, que quiere decir ´de fuera´. En neerlandés se ha mezclado con el concepto racial y sexual de ´otros´. Se emplea para describir plantas y animales, pero también a personas de color. Está bien para flora y fauna, pero no se aconseja para los seres humanos".

Gitano:

“Se usa para pueblos nómadas, como los Roma. A pesar de que en origen su migración fue forzosa, prevalece el estereotipo negativo. En los años setenta decidieron llamarse oficialmente Roma. Es el término que debe usarse. Si hay grupos, como los Sinti, que lo prefieren, también”.

Indio:

“Colón los llamó indios porque creyó haber llegado a la India. Indios se usó de forma general para nombrar a los pueblos indígenas de América del Norte [Estados Unidos y Canadá]. En los países de habla española de América Central y del Sur, el vocablo no es usado por los indígenas. Se prefieren los términos que estos pueblos consideren respetuosos”.

Moro:

“Es controvertido y ha cambiado de significado. Describe a musulmanes de ascendencia árabe y amazigh (etnias bereberes) del norte de África y el sur de Europa. En Holanda se usa para denigrar a los primeros, o bien a los negros. No hay alternativa y el término es insultante hoy. Es mejor entre comillas y en su contexto histórico”.

Primitivo:

"Viene del latín, primitivus, para el primer nacido o el primero de su clase. En Europa indica alguien simple o fuera de su tiempo. El Primitivismo es una corriente artística relativa a lo natural, en contraposición a la Europa industrializada. Primitivo y Primitivismo son términos contestados. Es mejor ponerlos entre comillas".

Sirviente:

“Sirviente, paje o servidor, describe a los que limpian y cocinan sin tener en cuenta el nexo jerárquico con sus amos, basada en la diferencia de clase y el poder. El paje podía servir a un noble o a una dama. Se aconseja usar en lo posible el nombre de la persona en cuestión. De no saberse, es mejor dejar clara la relación de poder”.

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