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El terror gana inteligencia

'Hereditary' es el último ejemplo de una hornada de filmes de miedo, como 'Déjame salir' o 'Un lugar tranquilo', que aúnan subversión social y buenas críticas

Toni Collette, en 'Hereditary'.
Toni Collette, en 'Hereditary'.
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Corren nuevos tiempos para el cine de terror. Atrás quedan la casquería, el torture porn o los sustos. Bienvenida la subversión, la critica social y el miedo inteligente arropado por fenómenos chungos. Ambas son expresiones del mismo género, el de las películas de miedo. Pero tras años en los que el género estuvo dominado por las numerosas secuelas de fenómenos como Saw, nuevos títulos como Déjame salir, Un lugar tranquilo y, ahora, Hereditary le dan la vuelta a la tortilla. Tienen hasta su propia etiqueta en redes, #elevatedhorror. Así se define el empoderamiento del nuevo cine de terror.

Los ejecutivos de Hollywood llevan un tiempo vigilando películas como Babadook (2014) o La bruja (2015), porque es un miedo inteligente que asusta y da dinero a la vez que gusta a la crítica. A él se han aficionado nuevas productoras como A24 o Blumhouse, sellos independientes que buscan producto de bajo costo pero con calidad, y que lo califican como "Miedo artístico", que recuerda a clásicos del género como El resplandor o La semilla del diablo. De hecho, Hereditary es celebrada en redes con memes que recuerdan uno de los momentos más terroríficos del filme de Stanley Kubrick. O calificada como El exorcista para nueva generación. Sin embargo, su director, Ari Aster, ve Hereditary como un drama familiar en el que se desata el terror. “Nunca pensé en términos de género. Fue la forma de financiar la película”, reconoce el cineasta, que a sus 31 años ha dirigido su primera película. En cambio, John Krasinski ya había dirigido antes aunque nada con el éxito de Un lugar tranquilo, que lleva cerca de los 279 millones de euros en la taquilla mundial y un 95% de críticas positivas según el agregador digital Rotten Tomatoes. “Nunca la vi como una película de terror. Si ni tan siquiera soy capaz de ver películas de miedo”, comentó a EL PAÍS durante la presentación de su película. Padre por segunda vez, el actor vio en Un lugar tranquilo una historia de familia, un drama que daba forma a muchos de sus terrores como hombre de la casa.

John Krasinski, en 'Un lugar tranquilo'.
John Krasinski, en 'Un lugar tranquilo'.

Hay muchas constantes que se mantienen en esta nueva ola de cine de terror. Como señala Aster, son la mejor forma, si no la única, para que los nuevos realizadores metan la cabeza en la industria. Por esa puerta han entrado multitud de directores europeos y sudamericanos. Y desde los tiempos de Freaks (La parada de los monstruos), en 1932 dos cosas están aseguradas con cualquier película de terror: es un cine de bajo coste e, incluso en el peor de los casos, elevado rendimiento. La taquilla de Hereditary palidece frente a los más de 850 millones de euros que consiguieron los 8 filmes de la franquicia sangrienta de Saw. Pero recupera el color teniendo en cuenta que Hereditary costó 8,6 millones de euros y lleva 25 millones recaudados desde su estreno el 8 de junio en EE UU. Por comparación, Ocean’s 8 arrancó con 35 millones de euros en la taquilla estadounidense aunque costó 129 millones. Otras de las claves de este género son la subversión y la experimentación, como bien supo aprovechar el año pasado Jordan Peele, otro director novato que por cerca de cuatro millones de euros realizó un fenómeno social: Déjame salir. Recaudó 220 millones de euros en la taquilla mundial y cuatro candidaturas al Oscar, llevándose la estatuilla al mejor guion original.

El boca oreja defiende una merecida candidatura al Oscar para la silenciosa Emily Blunt en Un lugar tranquilo y para los desgarradores llantos de Toni Collette en Hereditary. Pero en la historia de la Academia solo 14 títulos de terror han recibido esa nominación para sus actores a pesar de que el reparto en este género impulsa el éxito de la película. “Nunca habría hecho género por el hecho de ser género”, comenta a EL PAÍS Collette. La australiana buscaba algo ligerito para su siguiente filme. “A cambio encontré un estudio psicológico, una voz nueva y valiente en este género, y en el cine en general”.

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