‘La otra mirada’, las mujeres que necesita TVE
La nueva serie de época tiene un discreto estreno en La 1 pero cuenta cosas que es importante mostrar en un cadena pública
Una vez superados los primeros diez minutos en los que la serie se esfuerza demasiado en dejar claro el mensaje feminista hasta la exageración, el primer capítulo de La otra mirada se relaja y resulta más sutil. Y así funciona mejor. Que es una serie feminista está claro. Que es necesario algo así en el prime time, también. Y más en la televisión pública.
La otra mirada, ambientada en un colegio de señoritas de principios de los años veinte en Sevilla, comienza en su primera entrega con dos misterios, necesarios para mantener el interés. Uno al principio, con crimen incluido, que lo desencadena todo, y otro al final con el que, suponemos, mantendrá la atención dentro de esa academia. Entremedias, un reparto con una estupenda Patricia López Arnaiz (La peste), Macarena García, Ana Wagener y Cecilia Freire, entre los nombres conocidos. Y con muchas actrices jóvenes que tienen en esta serie una oportunidad de oro. Vaya gustazo ver en La 1 una serie con tantas mujeres protagonistas.
La ambientación (con bastantes exteriores en Sevilla, que se agradece), la música, el aspecto, son muy de La 1, todo muy clásico. Y con buena factura. Como siempre en las ficciones de las cadenas generalistas, le sobran 15 minutos. Qué bien que los tiempos están cambiando (Vis a vis, Las chicas del cable, La casa de papel en el futuro en Netflix, las series propias de Movistar +...) y esperemos que, al menos en TVE, que no depende de la publicidad, vayan tomando nota. Cada vez las ficciones españolas son más internacionales y deben de adaptarse a ese mercado. Y La otra mirada podría funcionar perfectamente fuera de nuestro país.
Son muchos los momentos casposos y como de otra época de TVE. Ahí está Javier Cárdenas y su equipo en el nefasto Hora punta o aquel fallido programa de Carlos Herrera que apenas duró en antena y cuyo nombre ni recuerdo. Pero también, de no hace mucho a esta parte, el ente está tratando de hacer las cosas de otra manera, aunque sea a cuentagotas, con esa otra mirada a la que hace alusión esta serie. Ahí, como ejemplo, está el último Operación triunfo, con sus historias de jóvenes para jóvenes, con sus momentos de visibilidad, respeto e igualdad. La otra mirada habla de desigualdades que pasaron hace un siglo y que quizá hoy en día siguen vigentes de alguna manera. Que se hable de ello en La 1 es importante, tenga la audiencia que tenga.
La otra mirada tuvo un estreno discreto en la noche del miércoles en La 1 con 1.620.000 espectadores y una cuota de pantalla del 9,6% (frente a Fariña, 2.008.000, 12,6% y Factor X, 1.969.000, 15,7%).
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