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Art Basel Hong Kong cierra con fuertes ventas

La feria de arte celebró una edición marcada por la madurez del mercado asiático y su capacidad para llevar a cabo acuerdos entre artistas, galerías y museos

La obra 'One Minute Sculptures' del artista Erwin Wurm en la Art Basel en Hong Kong.
La obra 'One Minute Sculptures' del artista Erwin Wurm en la Art Basel en Hong Kong.ANTHONY WALLACE (AFP)

El pasado jueves arrancó en Hong Kong Art Basel 2018. Noventa minutos después de su inauguración, la feria de arte batía un récord con la adquisición por un coleccionista privado de una obra de Willem de Kooning por más de 28 millones de euros, convirtiéndose en la pieza más cara vendida en el evento desde que se instaló en la ciudad en 2013.El domingo, al cierre de la feria, las 248 galerías procedentes de 32 países que participaron reportaban fuertes ventas a todos los niveles del mercado durante los tres días de exposición y destacaban la madurez del público asistente a la exposición.

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“Nos ha ido muy bien. Estamos muy contentos. No solo con las ventas y adquisiciones, sino con los contactos. Hemos mantenido conversaciones para llevar a cabo un par de retrospectivas de un artista con dos importantes museos, algo inesperado”, declaró a este diario Sabrina Amrani, directora de la galería homónima. La galerista explicó que, a diferencia de años anteriores, “el público de ahora se siente seguro y tiene mucha inquietud. Hemos vendido a gente que tiene un pie en Hong Kong y otro pie en otros países del sur de Asia o de Europa”.

Como ella, la mayoría de los participantes han destacado que la sexta edición de Art Basel ha creado un entorno excepcional para realizar nuevos descubrimientos, mantener conversaciones en profundidad con patrocinadores y generar sinergias entre los diferentes escenarios artísticos a nivel mundial. La madurez del mercado asiático se ha hecho notar. Las galerías asiáticas y occidentales han aprendido mutuamente de las preferencias de sus clientes y la mayoría de los 80.000 asistentes a la feria ya no son aficionados. Tan solo hay que observar las cifras. En 2017, el mercado asiático representó el 23% de las ventas globales de arte y los compradores asiáticos coparon el 15% de las ventas de los concesionarios. China se llevó el 21% de esas ventas, tan solo por detrás de Estados Unidos (42%) y por delante de Reino Unido (20%), según el informe The Art Market 2018 publicado este mismo mes.

El mismo escrito destaca que las ferias de arte continuaron siendo una parte fundamental del mercado mundial del arte con ventas estimadas en 15.500 millones de dólares, una cifra que superó en un 17% a la del año anterior. Si a esto se le suma que el número de multimillonarios que hay en Asia ha superado, por primera vez, al de EE UU, se explica por qué las ventas de arte como valor seguro se han multiplicado. Para Adeline Ooi, directora de Asia de Art Basel, en el caso del gigante asiático hay otro factor clave, el de la cantidad de generaciones que coleccionan arte en China. La jefa de proyectos de la galería Edouard Malingue, Jennifer Caroline Ellis, compartía esa opinión. Según declaró a EL PAIS “los clientes asiáticos van de los 30 a los 70 años y hay muchos coleccionistas jóvenes. A nosotros nos ha ido genial, hemos vendido prácticamente todo”.

Pese a las críticas por la falta de grandes obras y acusaciones de que la feria no hace mucho por los artistas locales, Hong Kong se ha llenado este mes de intervenciones artísticas en diferentes puntos de la ciudad, de menús y cócteles hechos con mucho arte y de estrellas internacionales que se han acercado para la ocasión. Los expertos apuntan a que en esta feria no se trata solo de vender, sino de hacer contactos que generen ventas el resto del año. Y así ha sucedido. En esta ocasión, a la demanda asiática de arte contemporáneo internacional, se le han sumado multitud de compradores de otros continentes y las galerías -algunas de las cuales dijeron haberlo vendido todo-, han cerrado numerosos tratos. Algunas de las adquisiciones más destacadas incluyen un Neo Rauch por 1.000.000 de dólares, un Botero por 800.000 por o un Miró de 300.000.

Thaddaeus Ropac, fundador y director de la galería que lleva su nombre lo resumió de la siguiente manera. “Este año ha sido la continuación de un gran éxito; la feria crece y crece con un alcance que va mucho más allá de China. Hemos tenido encuentros con coleccionistas de regiones como Tailandia, Malasia, Singapur, Corea o Australia. Este es el evento anual que no hay que perderse; es la feria más poderosa para la región de Asia-Pacífico y el único destino en el que seguramente se encontrará con todas las personas clave".

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