El forzudo mongol y el fenómeno del látigo, entre las estrellas del festival de circo de Girona
Una ‘troupe’ de artistas de Corea del Norte figura en el programa, que arranca el jueves
¡Llega el circo!, con toda su emoción y riesgo, aunque no al mismo sitio de antes. El Festival Internacional del Circ Elefant d'Or, uno de los mejores del mundo en su género y que se celebraba hasta ahora en Figueres, ha cambiado de sede y levanta sus carpas en su séptima edición en la ciudad de Girona. Las funciones arrancan hoy (hasta el lunes) en el camp de Mart-La Devesa con un programa que incluye 88 artistas de 18 países y un total de 24 números.
A destacar en el cartel de este año, lleno de deslumbrantes estrellas de la pista, a Tulga, el forzudo de Mongolia, de la estirpe de Sansón y Goliath, que hace malabarismos con postes de alumbrado y sostiene verdaderos castillos humanos, o al fenómeno turcomano del látigo, Malhaz Annayev, émulo (por su destreza) del verdugo de Féofar Khan y capaz de apagar tres velas en línea con la punta de su instrumento.
El director del festival, Genís Matabosch, recalca también los juegos icarios del grupo acrobático chino Jinan, los equilibrios con percha en trapecio de la Troupe Der Tru del circo estatal de Vietnam, y la presencia de dos formaciones de artistas del Gran Circo de Pyongyang (Corea del Norte) con funámbulos a gran altura ("una actuación arriesgadísima") y un número que, por primera vez en la historia del circo, combina balanza rusa, barra fija y báscula. Matabosch recuerda que los coreanos han tenido históricamente gran reputación como acróbatas y desde la llegada al poder de Kim Il Sung en 1948 se ha potenciado mucho el circo en Corea del Norte, asociándolo al esfuerzo de construcción nacional.Curiosamente no se prodigan mucho en el número del Hombre Cohete.
En el programa asimismo el número de cintas aéreas del australiano Jack Dawson (Phoenix), los patinadores acrobáticos DuoEvolution, el contorsionista extremo finlandés Zephyr y los payasos Anatoli Okulov y lPietro Vicentini.
El director del festival subraya la ventana a lo mejor del circo mundial que constituye la cita y el hecho de que este año se cumplan los 250 de la existencia del circo moderno, cuya invención se acredita en 1708 al inglés Philip Astley, jinete y ex sargento mayor en el 15 º de Dragones Ligeros, que presentó por primera vez un espectáculo integrado de música, doma de animales, acróbatas y payasos en el formato que se haría popular, incluida la disposición en anillo. La edición de este año conmemora el aniversario y homenajea al mismo tiempo a la fallecida trapecista Pinito del Oro y al también desaparecido malabarista madrileño Picasso Junior.
Sobre el cambio de sede del festival, Matabosch señala “un cúmulo de circunstancias”, entre ellas la que se aduce oficialmente como la principal que es la amenaza del viento (letal para las carpas), que suele soplar de forma muy intensa en Figueres en esta época del año. Sea como fuere, “la gota que colmó el vaso” fue que no prosperara en el Ayuntamiento de Figueres el proyecto del museo del circo que formaba parte del despliegue del festival.
El director afirma que la moda de “los payasos asesinos” representada por el clown Pennywise de It hace mucho daño al colectivo, al igual que las descalificaciones usadas durante el procés independentista utilizando las palabras payaso o circo
"No había estabilidad para seguir adelante aquí con el festival", dice su director, "y el riesgo económico para nosotros era cada año muy alto". El año pasado, además, el consistorio expedientó al festival por la presencia de gatos y perros en números circenses. Matabosch señala la incoherencia de que en cambio en la misma localidad se realizaran sin problemas justas medievales con caballos. "Hubo quien quiso sacar rédito mediático atacando al festival", apunta.
La relación con Girona ya estaba establecida por el festival que organizaba desde hace cuatro años en la ciudad el circo de navidad y la relación" es buena con la administración y el público".
El formato no es diferente este año e incluye el formato de concurso y los premios, aunque se prevén cambios para el futuro. . Matabosch destaca la calidad de esta edición, en la que se ha rebañado el plato de lo mejor que tiene por ofrecer el circo mundial.
El director lamenta los ataques al circo que actualmente llegan desde diferentes sectores, como los animalistas y vuelve a señalar la injusticia de que no se pueda exhibir doma de caballos en la pista pero no se critiquen los concursos de saltos ni el que la hípica sea disciplina olímpica. Matabosch añade que el fenómeno de “los payasos asesinos” representado por el clown Pennywise de It de Stephen King hace mucho daño al colectivo al igual que las descalificaciones usadas durante el procés independentista utilizando las palabras payaso o circo. “Se desprestigia al circo mientras nosotros nos empeñamos en dignificarlo, promoviendo la calidad y la excelencia”.
Babelia
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