GRNoir, la ley innata, Lorca y Rasputín
Una crónica en primera persona de la tercera edición del Festival Criminal de Granada
"Est enim iudices haec non scripta sed nata lex quam non didicimus accepimus legimus uerum ex natura ipsa arripuimus hausimus expressimus ad quam non docti sed facti non instituti sed imbuti sumus”
"En efecto existe, jueces, una ley no escrita, sino innata, la cual no hemos aprendido, heredado, leído sino que de la naturaleza hemos tomado, extraído, exprimido, para la que no hemos sido educados, sino hechos, y para la que no hemos sido instruidos, sino impregnados.”
El hombre de Vitrubio, de Leonardo da Vinci, se suspende bajo este texto. Las mismas palabras en la portada del disco La ley innata, de Extremoduro; las letras, una detrás de otra, suspendidas entre los días que tuvo lugar el festival Granada Noir. Con el mismo sentido y sentimiento. Tres veces tres en esta tercera edición.
Los integrantes de Extremoduro han definido su estilo como rock transgresivo, basado en un rock duro agresivo y sucio con letras explícitas que tratan temas terrenales y marginales en contraste con frecuentes alusiones poéticas. Así es el género y así lo enseña Granada Noir.
Primer movimiento: el sueño y Lorca
Hecho realidad. Tercera inauguración bajo un sol no estrictamente otoñal que seguí desde el otro lado del charco: dicen que Lens y Gómez estuvieron acompañados por el director de CAJAGRANADA Fundación, Diego Oliva y de autoridades locales y culturales.
La exposición HNEGRA, comisariada por Gonzalo Pernas, dirigida por Ramón Pernas y presentada por Fernando Marías, fue el acto inaugural del festival: Marta Robles, Celia Blanco, Carlos Salem, Milagros Frías, María Zaragoza, Paula Iwasaki, Berna González Harbour, Maite López, Nieves Abarca, Javier Olivares y Santiago Sequeiros como representantes de esta colección de 22 ilustraciones y 22 relatos cortos. Todos reunidos en una cuidada edición de Alrevés Editorial. Los Potato Head Jazz Band ofreció un concierto callejero, dicen. Y Cervezas Alhambra patrocinó el primero de los “encuentros especiales” que llenaron la semana larga del festival: Berna González Harbour y Marta Robles conversaron en el bar TTT, acompañadas por Guillermo Quero, delegado de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía.
El día termina y no llega el despertar: Carlos Salem y su monólogo Porque el desorden mata en el Tun Tún Restobar; Juanjo Guarnido mezclando su serie Blacksad con el público y el dibujante de tebeos Enrique Bonet que ha visto su última obra, La araña del olvido, convertida en regalo institucional de esta edición. Lean y sepan. Un must de la viñeta. Y del testigo que deja Bonet, sigue la carrera con velocidad Lorca. Por qué lo resucitan, por qué lo eligen y por qué lo quieren. Fernando Marías y Alejandro Pedregosa protagonizaron parte de la respuesta; Marías fantasea con la idea de que Lorca no murió tras ser fusilado y relata sus paseos por Granada en su La luz prodigiosa; Pedregosa adelanta el trabajo que ha estado desarrollando durante su beca en Praga promovida por Granada Ciudad de Literatura UNESCO: ¿y si Lorca y Kafka se hubieran cruzado?. Piedras. Que tiran los autores y que nos llegan. Por cierto, ¿saben quién fue Penón? ¿Qué llevaba en la maleta? ¿Dónde está la maleta de Penón? Misterio servido y pistas en La araña del olvido. Material, todo inflamable, que suscita la sonrisa a través de la colección de viñetas que firman Juanfran Cabrera y Javierre: ¿imaginan la vida de Federico García Lorca en la Residencia de Estudiantes? Ellos lo han hecho.
Tras esta jornada llena de interrogantes, Bonet y Cabrera dibujan a Penón y Lorca en la cristalera del espacio Coworking ErranT. Al fin juntos. Y todos reunidos bajo la lírica de Pedregosa, que recita y explica los grandes crímenes en la historia de la poesía, en el bar La Goma.
Segundo movimiento: lo de fuera
Cansada de mirar de lejos, solución pseudo instantánea: 8.000 kilómetros, seis horas de diferencia y me planto en Granada para ver todo mucho mejor. Más de cerca y sin que nadie me lo tenga que contar. Aterrizo en uno de los momentos “wow” del festival. Agustín Díaz Yanes escoltado por Fernando Marías y Jesús Lens. Una mesa y muchas cámaras. Por qué del género negro en el cine y un “mátame, por favor” que aún no sabía que sería real.
De forma paralela, Alfonso Salazar y Alejandro Pedregosa enfrentan a Lisbeth Salander y la Señorita Marple para que resuelvan el crimen de las niñas de Alcasser. Una de las entregas de su Escuela de Escritores, donde acercan casos criminales reales y la supuesta investigación que dos personajes, muy distintos a priori, llevarían a cabo de ser reales. Objetivo múltiple conseguido: nos levantamos de la butaca sabiendo más del caso en cuestión y nos llevamos en el bolsillo un par de perfiles que nos hacen sentir más cercanos al personaje de ficción.
Tercer movimiento: lo de dentro
El Teatro CajaGranada lleno hasta la bandera para ver Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto. La cinta que, efectivamente, mata. Aunque yo me refería a una muerte distinta, sólo a un gesto, me vi obligada a dejar de respirar. Victoria Abril volvió a conquistarme desde su lado más trash, el de dentro. Agustín ha dirigido, sin excusa, la vida real. Y sí, me mató.
Sepan que, a veces, los asesinatos se premian. Y por haber obsequiado a tantos y tantos espectadores de sus producciones, el alcalde de Granada Francisco Cuenca, hace entrega del Premio Granada Noir al cineasta por su trayectoria. Declaro, solemne, que me gustó morir así.
Y en mi deceso, asisto a los secretos del film: Fernando Marías y Agustín Díaz Yanes. ¿Conocen esa sensación de estar mirando por un agujerito? A lo voyeur, sí. Dos sillones y a mirar. Eso fue el encuentro entre los dos creadores y amantes del séptimo arte.
Para que no me acomode demasiado, sospecho, me sueltan la controversia: Rasputín. Todo bajo el marco del centenario de la Revolución Rusa. El profesor de filología eslava y coordinador del Centro Ruso de la UGR, Benamí Barros, y José Antonio Muñoz, periodista cultural de IDEAL, se metieron en las entrañas de la vida del gigante, sus sórdidas costumbres, las conspiraciones. Un lío, vaya, que culmina con la proyección de una entrevista que fue pero que ya no: Yusúpov declarándose responsable de su asesinato. Y para no dejar puntada sin hilo, nueva entrega del tándem Salazar-Pedregosa, que muestran el misterio Anastasia a los personajes Bernie Gunther y Erast Fandorin. Y que se las compongan.
Cuarto movimiento: la realidad
Llegó Víctor del Árbol con su Por encima de la lluvia. Para introducirlo y casi interrogarlo, el director del festival conquense Las casas Ahorcadas, Serio Vera. Otro agujero desde el que (ad)mirar una suerte de conversación entre amigos. La vejez como protagonista bonita de la historia y el derecho a vivir intensamente. Los caminos que se cruzan y los viajes.
Próxima parada en El pescaito de Carmela, otro de los encuentros especiales de Cervezas Alhambra: Toni Hill nos lleva, junto al club de lectura que lo acompaña, al sanatorio, antiguo hogar para señoritas bien. Más gótico que nunca, Hill habla de sus personajes como si estuvieran entre nosotros… ¿Están? De este y otros temas del más allá conversó junto a Pere Cervantes en el Cuarto Real. Una contraposición entre los que no están pero han vuelto de Los ángeles de hielo y los que no consiguen irse del todo de Tres minutos de color. La locura de alguien que está pero no, del blanco y negro perpetuo, los recuerdos y el pasado. Que vuelve y vuelve y vuelve. Y nos quedamos, sin duda, en el más acá, porque allá no queremos saber ni qué habrá. Si es que hay…
Y el triplete Paco Gómez Escribano, Juan Ramón Biedma y Quico Chirino que nos llevan de paseo a las chabolas, el suburbio de la ciudad, del pueblo, el barrio mas barrio de todos. Dan luz al momento en que no había farolas. Denuncian esa parte “fea” de la sociedad que nadie quiere ver pero que todos, de algún u otro modo, hemos construido a crear. La marginalidad obligada de los años 80, de los 90. Eso, la cara B.
Y desde el prisma pro, los periodistas Mariano Sánchez Soler y Javier Valenzuela son moderados por Quico Chirino en una conversación donde la columna se vertebra sobre la investigación. Y el magia de la ficción, que les otorga el poder de contar lo que en el periódico no.
Parece que se ha acabado. Todos juntos y revueltos. La Borraja que pasea sus bandejas, la cerveza, y otra vez viene la muerte a por mi: DJ Toner pincha el Falling de Julee Cruise. Irremediablemente, llega Laura Palmer. Y todo cae: el peso del cansancio, la intensidad de formar parte, el sonido de fondo de las conversaciones, la espera de la siguiente edición, el gracias…
Supongo que ahora entienden el porqué de esta LEY INNATA. Y sus movimientos.
Jesús Lens y Gustavo Gómez a la cabeza de un equipo donde lidera el corazón. Y es que se está en casa. Y huele a café recién hecho. Además, las tapas y las Alhambras: la que se admira y la que se bebe. Por todos lados y a todas horas. Una sucesión de movimientos. Como los Extremoduro.
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