Los principales investigados del ‘caso rueda’ de la SGAE y las televisiones
Falsos compositores, intermediarios, entramados empresariales, sobornos, cuentas en paraísos fiscales: 100 millones recaudados en derechos de autor
Son apenas 28 páginas pero cabe de todo. El auto judicial por el que se detuvo el martes a 18 implicados del caso Rueda, la trama entre socios de la SGAE y las televisiones para enriquecerse gracias a los derechos de autor de las canciones emitidas en la franja nocturna, habla de falsos compositores, entramados empresariales, sobornos, un “fraude” de hasta 100 millones, maniobras para condicionar el gobierno de la entidad y secuencias casi de película, como un intercambio de “algo” en el interior de un coche que, según el texto, podrían ser 10.000 euros, entre dos de los investigados.
El texto concluye que hay una trama a tres niveles: decenas de supuestos compositores retocan levemente obras dominio público, es decir, que ya no generan derechos; otra opción es que compongan nuevas canciones “de mala calidad”; unos intermediarios coordinan esta red de creadores, y registran sus canciones como arreglos de obras de dominio público o temas nuevos; a veces firman como coautores de los temas, en otras emplean a testaferros o familiares. Además, gestionan el contacto con las televisiones; empleados de las cadenas adquieren las canciones para las editoriales de las televisiones y luego se encargan de llenar la emisión de programas musicales nocturnos. Entre todos, se reparten los ingresos millonarios que esta actividad genera por los derechos de autor.
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno detalla en su auto nueve investigados principales, los acusa de delitos como “organización criminal, corrupción en los negocios y estafa” y explica a fondo su presunto rol en la trama: a continuación, algunos fragmentos del auto sobre cada uno de ellos.
Manuel Carrasco Tubio
El pianista y compositor, socio de la SGAE —que no hay que confundir con el célebre músico homónimo—, es “una de las personas fundamentales de la rueda”, junto con Fernando Bermúdez. Fue detenido y puesto en libertad bajo fianza de 100.000 euros. Entre ambos, “han tejido un entramado empresarial dedicado a la falsificación, manipulación, producción y creación de obras musicales de baja calidad, valiéndose de testaferros para ocultar sus actividades e identidades. Las obras referidas son utilizadas y reutilizadas para formalizar contratos de forma connivente con las cadenas de televisión basados en la contraprestación económica o patrimonial de manera encubierta”. Carrasco se ocupa de la parte creativa, de generar el flujo de obras. Su madre, Gloria Tubio Grajera, aparece por ejemplo como arreglista de una versión registrada de Ah donate il caro sposo, una obra del compositor italiano Gioacchino Rossini, fallecido en 1868. Y su exmujer, Elena Zubareva Zubareva, también está incluida como compositora del tema sinfónico Pobre de mí, junto con la hija de otro investigado. Carrasco aparece vinculado a varias empresas, cuyos principales ingresos proceden de cobrar derechos de autor de la SGAE.
Fernando Bermúdez
Se ocupa de la “parte comercial, técnica y de introducción de contenido en las distintas televisiones”. Fue detenido y puesto en libertad bajo fianza de 100.000 euros. Tiene cuentas bancarias en Andorra y aparece vinculado a más de una decena de mercantiles, que cobran solo o casi únicamente de la SGAE. “El círculo formado por él, su mujer, Ana María Beltrán Lassaletta, la cesionaria de ambos y la editorial Eurodelta Music” muestra un espectacular incremento creativo: “Con anterioridad a 2005 registra una obra. En adelante, registraron 644 obras y recaudaron 3,2 millones”. Se centran sobre todo en arreglos y versiones de piezas de autores clásicos como Mozart o Schubert. Bermúdez se reúne a menudo con directivos de televisión, según el auto, “llegando a realizar conductas corruptas al obsequiarles para ganar su trato de favor”.
Rafael de Tena
Compositor, hermano del fallecido músico Manolo Tena. Fue expulsado de Telecinco por sus malas prácticas. Fue detenido y puesto en libertad bajo fianza de 100.000 euros. “Lidera otro grupo de personas en el ámbito de la rueda”, según el auto. “Mantiene fuertes contactos en varias televisiones que emiten sus repertorios como contraprestación de la cesión de derechos de obras y tratos de favor que por referencias consistentes se basan en el soborno”. Junto con otro autor, Juan Márquez, y tres empresas, habían registrado 14 temas hasta 2005; la cantidad pasa a 20.173 obras entre 2006 y 2012, con beneficios que superan los siete millones. Entre otras compañías, crea un centro de cirugía plástica y estética, que “parece responder a objeto de invertir dinero obtenido irregularmente y acumulado durante todos estos años con procedencia la SGAE”. En declaraciones a Europa Press, ha afirmado hoy que su implicación es “un disparate” y está "muy tranquilo".
Nuria Rodríguez Fernández
Encargada de contratación y emisión de contenidos para el grupo Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Nova, Neox). “Dirige la actuación de los principales miembros de la rueda para la perpetuación del sistema”, según el auto, que insinúa que ha estado manteniendo reuniones previas a la Asamblea General de la SGAE de hoy jueves “incluso planteando provocar la expulsión del presidente de la SGAE [José Miguel Fernández Sastrón] por no beneficiar más sus intereses”. El auto la coloca como una de las principales responsables de la trama, con un poder de influencia muy destacado entre las televisiones, muchos socios e incluso directivos de la SGAE. “Imparte instrucciones a personas que trabajan en distintos departamentos de la entidad sobre cómo han de comportarse”, continúa el juez.
Antonio Blanco Mateos
“Es una pieza fundamental” de la organización liderada por Bermúdez y Carrasco. Se dedica sobre todo a asesorar a los investigados en todo lo que tenga que ver con el entramado: “A él acuden para que les informe del sistema de reparto, liquidaciones, el régimen estatuario y funcionamiento interno de la SGAE”. Además, aparece también como autor de varios temas, de ahí que los ingresos que generen esas canciones constituyan “otro medio de pago” por sus labores.
Iván Emilio Martínez Pernia
“Realiza funciones comerciales, gestionando contactos con diferentes personas relacionadas con las televisiones nacionales y extranjeras”, según el texto. Con su productora editorial, Key Music, realiza varias producciones musicales para los programas nocturnos; Bermúdez y Carrasco usan su compañía, continúa el auto, para alcanzar “las televisiones que no manejan o incluso aumentar su repertorio dentro de las que sí, a cambio de cederle al mismo un porcentaje de los derechos autorales de las obras”.
Carlos Salazar Murillo
Jefe de División Musical de Canal Sur Radio y Televisión. Según el juez, hay indicios “claros” de que “recibe una contraprestación económica por favorecer las emisiones de los repertorios de Carrasco y Bermúdez”. Además, ejerce de “puente o nexo” con otras cadenas televisivas para revender las mismas obras. También asesoró a Bermúdez para sus contratos con distintas cadenas.
Francisco Javier Valero Baquedano
Es el encargado de la contratación de la música nocturna en Telemadrid. “En esta cadena, se encarga de mover el repertorio de Carrasco y Bermúdez, entre otros”, afirma el juez. De vez en cuando, introduce en los programas “obras de autores más reconocidos, lo que le da un caché superior y más atractivo”. El relato del juez incluye un episodio que suena a filme de espías: el pasado 29 de diciembre, Bermúdez extrae de su cuenta bancaria 10.000 euros, queda en un VIPS madrileño con Valero y charla con él durante unos minutos. Después, ambos entran en el coche de Bermúdez, donde intercambian “algo”, que según la investigación podrían ser justo los 10.000 euros recién sacados del banco. En otra conversación entre ambos, Bermúdez le traslada a Valero “lo orgulloso que está de hablar con alguien a quien le va a tocar la lotería y se va a hacer rico”. El empleado de Telemadrid responde que “se pone nervioso al pensarlo”.
José Luis Rupérez Cebolla
“Mantiene fuerte contactos en televisiones que benefician las emisiones de sus repertorios”, en los que se ha demostrado la presentación de obras fraudulentas, según el auto. Rupérez, junto con una sociedad cesonaria, no cuenta con ninguna obra hasta 2005; a partir de entonces, y hasta 2012, registra 339 temas, por los que recauda 1,4 millones. El juez lo resume así: “Rupérez pasa de tener una actividad autoral nula a un ritmo de creación artística muy elevada, que le suponga unos beneficios económicos muy cuantiosos”. De ahí que el texto concluya que se trata de unos de los socios de la SGAE “con más interés en perpetuar el sistema de la rueda”.
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