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Crítica | Río arriba
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Al encuentro con uno mismo

Es un drama con no demasiado texto que contiene un dueto interpretativo de altura: Olivier Gourmet y Sergi López

Olivier Gourmet y Sergi López, en 'Río arriba'.
Javier Ocaña

RÍO ARRIBA

Dirección: Marion Hänsel.

Intérpretes: Olivier Gourmet, Sergi López, John Lynch.

Género: drama. Bélgica, 2016.

Duración: 88 minutos.

Las películas en las que los personajes deben recorrer el cauce de un río en sentido ascendente siempre tienen un sentido metafórico. Se trata de un viaje hacia lo desconocido, hasta una misión equívoca, al encuentro con el otro pero sobre todo al encuentro con uno mismo, con su interior, y en una condiciones fuera de lo convencional, a contracorriente. Al trayecto físico hay que unirle el trayecto moral. Que se lo digan al capitán Willard en busca del coronel Kurtz en Apocalypse now, a Fitzcarraldo en lucha con su megalomanía.

Los dos (medio) hermanos protagonistas de Río arriba, película belga de la veterana Marion Hänsel, también tienen algo de aventureros a la fuerza, de contrasentido. Apenas se conocen y van en busca del padre en territorio agreste, un paisaje croata bellísimo y de trágica intrahistoria. Eso sí, en busca del padre muerto: para uno de ellos, un simple enigma, pues ni lo rozó; y para el otro, una certeza que quizá prefiera olvidar. Y Hänsel, cerca de cuatro décadas en esto del cine, cuyas películas solo han llegado a España con cuentagotas, narra la odisea con lenguaje metafórico, narrativa minimalista y acompañamientos formales compactos pero exiguos. La música, por ejemplo, tarda en acudir casi 45 minutos, y nunca subraya.

Ante un panorama así, y con no demasiado texto, parece obligado un dueto interpretativo de altura. Esta película lo tiene. Olivier Gourmet y Sergi López, dos grandes gordos del cine europeo, kilos de carisma y pasión, tipos normales con el atractivo de la fotogenia, la mirada abrasadora y la fortaleza gestual de los grandes de la cotidianidad, logran cogerte por las tripas hasta que finalmente llegan los secretos, relacionados con un padre que comenzó a luchar en la Legión Extranjera y ya nunca abandonó la batalla. Todas las batallas. Hasta conformar una película de apariencia escueta pero de sólido bagaje.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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