El retorno de los abuelos del ‘tecno’

Yello debe ser uno de los pocos fenómenos pop suizos que ha logrado no solo atravesar las barreras lingüísticas dentro del pequeño país alpino, sino que ha conseguido dejar su impronta a nivel internacional, y hasta hacerse un hueco en el difícil mercado de Estados Unidos. Pero esto ocurrió hace décadas. ¿Por qué entonces vuelven a ser noticia?

Porque Boris Blank y Dieter Meier han conseguido algo cuanto menos inusual. Estos hombres (de 64 y 72 años respectivamente) han realizado su debut escénico a tan respetable edad con motivo de la aparición de su nuevo disco: Toy. Aunque parezca una humorada, lo cierto es que Yello (grupo creado en 1980) hizo toda su carrera en estudio y en los inicios de la era MTV. Vendían discos (cuando eso era aún posible) y creaban videoclips que exploraban las posibilidades expresivas del naciente medio.

Es así que el primer concierto de Yello tuvo lugar en Berlín en octubre de 2016. El lugar escogido para las presentaciones fue el mítico Kraftwerk, una vieja usina eléctrica del Berlín Este reconvertida en templo pop. Ante un público que iba de los 20 a los 70 años, Meier y Blank desgranaron sus éxitos como Bostich, Oh Yeah o The Race. Aunque si bien la serie de conciertos berlineses fue un éxito, se rumoreaba que lo más probable fuera que los suizos no volvieran a pisar una escena ya que, desde luego, no les hace falta. Ambos se han hecho ricos gracias a la música y Meier ha nacido en el seno de una poderosa familia de burgueses de Zúrich.

Pero los pronósticos se equivocaron, y todo hace pensar que los veteranos creadores de Yello le han cogido el gusto a la escena. Es así que la 51 edición del Montreux Jazz Festival les acoge en algo parecido al olor de santidad para una presentación en la que serán estrellas absolutas y no compartirán escenario con ningún otro artista; algo bastante inhabitual en este festival. La cita será entonces el miércoles 12 de julio en el Montreux Jazz Lab, la sala más “joven” y alternativa que propone el mítico evento suizo. Cabe destacar que será la primera vez en la historia que estas estrellas suizas toquen en Suiza, lo que no deja de tener su gracia.

Aunque hay una curiosidad más acerca de Yello que toca de cerca a los que hablan español. Dieter Meier, el dandi de Zúrich, reconocido artista y coleccionista, es también un enamorado de Argentina y su gastronomía. Posee miles de hectáreas en Buenos Aires y Mendoza donde produce carne y sus propios vinos, que distribuye con éxito en sus restaurantes de cocina pampeana de Zúrich. Un hombre de proverbial elegancia, a quien no es raro ver en los openings más exclusivos, o las fiestas más mundanas entre Basilea, Berlín o Ginebra. Desde luego, un personaje que poco tiene que ver con la idea (algo austera) que la gente suele hacerse de los suizos