Lo que perdura
Un gran libro incisorio y preciso del filósofo Javier Gomá nos invita a reflexionar sobre la imagen que nos gustaría confiar a la memoria de los demás cuando desaparezcamos
Dos ensayos breves y una pequeña obra dramática componen el nuevo libro del filósofo Javier Gomá (Bilbao, 1965). El autor de la magnífica Tetralogía de la ejemplaridad (Taurus) reflexiona esta vez sobre la “ejemplaridad póstuma”, la cual no sólo es propia de los hombres y mujeres eminentes, sino que puede serlo de todos los mortales. A ella se refiere con el sintagma “imagen de tu vida”, inspirado en Séneca, quien, condenado a muerte por Nerón y privado de hacer testamento, dijo a sus allegados que les dejaba lo mejor de él: “La imagen de su vida”.
A todos nos es dado dejar una u otra imagen, ¿cuál es la que desearíamos confiar a la memoria de los demás cuando desaparezcamos? Sobre esta cuestión, que apela a la responsabilidad para con nuestro presente y que atañe a nuestro legado futuro, nos invita a reflexionar este pequeño gran libro, incisorio y preciso.
Con el elegante estilo literario que caracteriza al autor de Filosofía mundana (Galaxia Gutenberg), un estilo que presta alas a la voluntad de captar artísticamente la verdad de las experiencias del yo, Gomá condensa en el primero de los ensayos algunas de las mejores ideas de su filosofía mundano-ejemplar; por ejemplo, el motivo del héroe griego Aquiles. Éste abandonó la comodidad del gineceo, en el que hubiera seguido siendo un eterno adolescente, a cambio de hacerse mortal y alcanzar la gloria póstuma; el mito nos recuerda que asumir nuestra mortalidad es la condición indispensable para que maduremos y seamos “heroicos” en nuestra vida cotidiana.
Un segundo ensayo tiene por tema la imagen que de sí mismo nos legó Cervantes, formada por tres elementos sabiamente conjugados: “Idealismo, cortesía y chiste” (humor). Un sutil equilibrio entre estas cualidades forjó la imagen póstuma del ingenioso Manco de Lepanto, dice Gomá, quien se pregunta además si quizá esta imagen podría servir en la actualidad como civilizadora de nuestra España.
Cierra el libro un monólogo dramático que lleva por título Inconsolable. Es una prometedora vía literaria de la que Gomá se sirve con arrojo para subir a escena la transfiguración de un dolor íntimo, que él transmuta sabiamente en vivencia universal: el impacto por la muerte de su padre, su duelo y su intento de razonable consolación. Con mucho en su tono de moderna oración fúnebre y, a la vez, de memento mori, el “hijo” monologa ante un público imaginario (que será real, porque la obra se estrenará en Madrid el 28 de junio), rememorando su experiencia del dolor que le causó el inesperado y funesto acontecimiento, cómo lo encajó y de qué estrategias se sirvió para mitigar un sufrimiento que de suyo carece de consuelo, puesto que remite a la muerte como condición esencial humana.
Inconsolable es un hermoso acto de piedad filial, de sentido homenaje al padre querido, y una profunda reflexión filosófica sobre el significado de morir, pero también de trascender la muerte y perdurar en la posteridad gracias al legado de una imagen digna, que sirva de ánimo y orgullo para los vivos, y les infunda aún más energía. El monólogo es sobrio, ligeramente irónico a veces, pura filosofía y reflexión en escena —ambas muy bien trabadas—, que el lector/espectador sigue con avaricia, pues asiste a un cuadro de densa y dramática realidad que lo afecta mientras lo llama a la reflexión y a la catarsis, al igual que las mejores obras de teatro.
La imagen de tu vida. Javier Gomá Lanzón. Galaxia Gutenberg, 2017. 142 páginas. 18 euros (digital, 11,99).
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