Spielberg, Hanks y Streep unen fuerzas para desempolvar el cine político
El director norteamericano anuncia que rodará 'The Post', un filme sobre los 'papeles del Pentágono'
Cuando al promocionar su anterior película Mi amigo el gigante en Londres, en junio de 2016, preguntaron a Spielberg sobre el entonces candidato republicano a la presidencia Donald Trump, el ganador de tres Oscar aseguró: “Estados Unidos es un país racional y ahora mismo está atravesando lo que Paddy Chayefsky predijo en el guion de Network, cuando todo el mundo salía a la ventana a gritar: ´Estoy más que harto y no quiero seguir soportándolo´”. Si bien su diagnóstico fue correcto, se equivocó en su optimismo, pues añadió que esperaba “un final feliz” en las elecciones de noviembre.
Pero el infatigable Spielberg sigue creyendo en su país y en la razón y a ella apela en su próximo proyecto, The Post, en el que se va a esos años 70 del guión de Chayefsky pero lanza el mensaje de que, por lo pronto, de las grandes pesadillas salen los equipos soñados, pues para este filme ha reunido a Tom Hanks y Meryl Streep.
Los tres, como una especie de Santísima Trinidad de Hollywood, unirán fuerzas frente a los improperios lanzados por el actual presidente de los Estados Unidos contra la industria del cine y contra la prensa para recordar a su país el importante papel que el cuarto poder ha supuesto en la forja y preservación del orgullo patrio.
Según ha avanzado el portal especializado Deadline, The Post narrará la trama de los Papeles del Pentágono que, filtrados a la prensa en 1971, alumbraban la verdadera naturaleza de las relaciones entre Estados Unidos y Vietnam. Al llegar a las manos del New York Times y el Washington Post desataron una batalla legal por su publicación que acabó en el Tribunal Supremo.
La historia, una suerte de “precuela” de lo que se retrató en el clásico Todos los hombres del presidente (centrado en el escándalo del Watergate), es afrontada por Spielberg en un momento en el que las fake news, las filtraciones y la dudosa credibilidad de los comunicados oficiales (o Twitters oficiales) combaten cuerpo a cuerpo, y desde luego, que haya enrolado a dos gigantes como Hanks y Meryl para captar todas las miradas no parece casualidad. Los multioscarizados intérpretes darán vida al editor y la propietaria del Washington Post, los legendarios Ben Bradlee y Katherine Graham, y la película tirará del hilo de los documentos clasificados por el Departamento de Defensa de los EEUU y filtrados por el funcionario Daniel Ellsberg.
En ellos, se retrataba la política exterior del país con Vietman desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta 1967, por lo que dejaban en evidencia las argucias de no una sino varias administraciones estadounidenses, además de perfilar el fatal destino de la contienda que abrió el primer trauma bélico para la primera potencia mundial.
Ahora, con la urgencia del momento actual, la perspectiva del tiempo respecto a aquel caso y la total desclasificación de los documentos (que no llegó hasta 2011), el material cinematográfico escrito por Liz Hannah llega a manos de Spielberg, flautista de Hamelin cinematográfico, fue capaz de llevar masas al cine a ver una cinta tan política, histórica y legalmente densa como Lincoln y que el propio Trump recomendó en un tuit en 2012, antes de que su cuenta se hiciera tristemente célebre.
Entonces, Spielberg señaló a esta periódico que los paralelismos entre el discurso de ese filme y el gobierno de Barack Obama eran obvios. El cineasta ya había alumbrado, a su vez y junto a Tom Hanks en la primera de sus cinco colaboraciones, una cinta de patriotismo tan impecable como Salvar al soldado Ryan. Y el actor, por su parte, viene de encarnar al héroe del Hudson en Sully, del republicano más respetado de Hollywood, Clint Eastwood. La tercera pierna del proyecto, Meryl Streep es, a pesar de sus encontronazos con un presidente que la acusó de sobrevalorada, la actriz más premiada de todos los tiempos y su discurso en los Globos de Oro la colocó en el punto de mira del activismo emocional y razonable, quizá el camino conciliatorio en tiempos de división.
Por eso, más significativo que ver al otrora revisionista oficial Oliver Stone dirigiendo el desafortunado biopic de Snowden o esperar una reacción crítica directa e incendiaria contra Trump en el cine, la voz serena de tres popes del Hollywood llamando a la fe en las estructuras garantes de las libertades democráticas (tanto el periodismo como el sistema legal estadounidense) promete ser más eficaz que cualquier alegato encendido.
Esta triple alianza retoma, de esta manera, el noble propósito del arte de devolver la creencia en la democracia al pueblo estadounidense, tradicionalmente huérfano de izquierda sólida pero que ha encontrado en su patriotismo un espíritu combativo bien eficaz. Y así, igual que Frank Capra filmó una batería de obras maestras sobre el optimismo en la Gran Depresión, de la misma manera que Pete Seeger escribió sus himnos de la canción protesta americana basándose en la humildad y el esfuerzo de su pueblo o Bruce Springsteen recordó eso mismo en época del neoliberalismo de Reagan con su Born in the USA, The Post recordará la gesta que devolvió el orgullo a su país llamando al orden a la mismísima Casa Blanca.
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