La nota española de ‘La La Land’
El granadino Anele Onyekwere toca el sueño americano con su trabajo en el montaje musical de la exitosa ’La ciudad de las estrellas'
Anele Onyekwere Gómez se despierta a diario en Los Ángeles con el observatorio Griffith delante, el bulevar de Hollywood detrás y una sonrisa. Un sueño hecho realidad para este nacido en Baza (Granada) hace 39 años, de padre nigeriano y madre andaluza, y que desde los siete sabía lo que quería. “Por Reyes me regalaron unos patines y una guitarra. Los patines duraron un rato. La guitarra, hasta hoy”, asegura el hijo del rey Baltasar de su pueblo.
La energía y la felicidad le salen por los poros. Además de conseguir su sueño, Onyekwere forma parte de esa carta de amor colectiva y musical que se llama La ciudad de las estrellas (La La Land), una película que ha engatusado al público y a la Academia consiguiendo 14 nominaciones a los Oscar. Ninguna de ellas lleva su nombre con todas las letras, pero Onyekwere ha dejado su huella en el equipo de montaje musical de un filme donde es el único español. “Entré de refuerzo en un momento de gran intensidad, adaptando la música a las secuencias, clavando las tomas vocales”, describe en qué consistió su trabajo. Pero más importante que lo que hizo fue lo que sintió: al ver la película de Damien Chazelle se le cayeron las lágrimas porque estaba reconociendo “un poco” su propia historia, que tiene final feliz.
Onyekwere llegó a Los Ángeles hace cuatro años con su esposa, la diseñadora gráfica Ascen García. Juntos se lanzaron a la aventura americana, algo que reconoce que no habría hecho sin su pareja por mucho que le llamara la música. “Fue una ayuda brutal, solo esta ciudad de estrellas es durilla”, admite. En España, su pasión les llevó de Baza a Granada y de ahí, a Madrid. Se dejó la piel en lo que muchos menosprecian como carrera: la música, especialmente la de cine, que para Onyekwere es “la forma artística más potente de contar historias”.
En España gozaba de una gran compañía, rodeado de amigos y profesionales como Federico Jusid, Lucio Godoy, Ale Martí, Gustavo Gini o María Ulled, entre otros de los integrantes de su ambiente creativo.
Pero Onyekwere no se sacaba Hollywood de la cabeza. “Tenía la formación y las ganas. Si haces música y te dedicas al cine lo que quieres es llegar a Hollywood”, subraya quien estudió en la escuela de música Berklee. Su llave fue 300: el origen de un imperio, película producida por Zack Snyder que le ofreció un contrato, visado y billete con destino a la ciudad de las estrellas. “Llegamos a comernos el mundo, trabajando con uno de los nombres más potentes del momento y en una peli de estudio”, recuerda. El sueño duró un instante. El equipo musical fue reemplazado nada más llegar. Un golpe muy duro, “pero de ahí las cosas solo podían ir hacia arriba”, se dijo el eterno optimista que nunca dejó de soñar. Y así fue. Los proyectos le llegaron desde todos los rincones, en películas como No respires, Los últimos de Filipinas o Neruda; series como Carlos, rey emperador o superproducciones: Independence Day: contraataque y, por supuesto, La ciudad de las estrellas (La La Land).
“Mis padres me llamaron cuando vieron La La Land en el pueblo. Fueron al primer pase con un lleno total y donde la gente se quedó hasta los créditos para ver mi nombre y aplaudir. Muy emocionante”, relata. Un momento de gloria que sumar a los que va viviendo en Los Ángeles, como su paso por los Globos de Oro, rodeado de aquellos a quien admiraba desde que era niño en el videoclub de sus padres en Baza . O el día que conoció a Ennio Morricone, su ídolo desde Cinema Paradiso. “Me cogió la mano y me dijo que me siguiera dedicando a la música”, afirma con los pelos como escarpias.
Ni se plantea volver a España: “El crecimiento allí tiene un techo. Aquí un día puedes hacer un musical y al día siguiente, una de superhéroes”. Y como si de la lista de la compra se tratara, Onyekwere está cumpliendo todos los recados, primero La La Land; luego, Doctor Extraño (por la que acaba de ser nominado con el Golden Reel al mejor montaje musical) y ahora, Thor: Ragnarok. O lo que le echen a continuación en los estudios Marvel, donde trabaja actualmente. “Mi siguiente sueño es componer. Aunque el trabajo de montaje musical me encanta, porque ayudo a que las imágenes conecten”.
Babelia
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