Viajes en el tiempo pegado a una butaca

El 96% de los 3.500 encuestados en 2015 por Ticketea, la empresa de venta de entradas online, reconoció que les gustaba regalar cultura. De ellos, el 39% se decanta por entradas para musicales. Este año la oferta es amplia, con títulos originales inspirados en obras literarias o en figuras y momentos históricos. Para todos los públicos y todos los bolsillos, desde superproducciones hasta micromusicales por cuatro euros.

Barcelona

La compañía catalana Dagoll Dagom recupera el espíritu espadachín de sus obras más representativas en Scaramouche, su última creación, en el Teatre Victòria de Barcelona. Una historia de capa y espada con la Revolución Francesa como telón de fondo. “Queríamos recuperar el espíritu de películas como El tulipán negro o la propia Scaramouche de 1952, con música que evocase desde Glück hasta Nino Rota”, relata su director, Joan Lluís Bozzo. Otra obra de Dagoll Dagom, Flor de nit, puede verse estas navidades en el Teatre Almería. Se centra en los clientes de un cabaret del Paralelo entre los que se cuentan señoritos, chicas de alterne, revolucionarios y reaccionarios entre la Exposición universal de 1929 y el estallido de la Guerra Civil.

La danza es el principal elemento de Moustache The Rythm Musical, una apuesta de la coreógrafa Coco Comín en el Teatro Apolo de Barcelona. La espectacularidad es su principal seña de identidad a través de elementos clásicos del musical de Broadway como el claqué.Con un trasfondo más oscuro y reivindicativo nació El despertar de la primavera, musical basado en la obra teatral de Frank Wedekind, que ya tiene más de un siglo. El musical se estrenó en Broadway hace una década, permaneció tres años y cosechó ocho premios Tony. Ahora llega al Teatre Gaudí, en la primera producción profesional en España. En ella un grupo de colegiales, encorsetados en la puritana Alemania de finales del siglo XIX, descubren su sexualidad a ritmo de rock y grunge. Para este montaje han trasladado la estética a principios del siglo XX. "En plena efervescencia de las vanguardias, como el dadaísmo”, señala Marc Vilavella, director del espectáculo, producido por dos jóvenes actores, Marc Flynn y Rubén Yuste.

Madrid

Don Juan Tenorio, uno de los grandes personajes de la literatura española, protagoniza un ambicioso musical en la Gran Vía madrileña. La apuesta, una coproducción entre España y México, toma la versión de Zorrilla como base de una superproducción musical. “Hay grandes escenarios y mucho blues y rock; Don Juan rapea y Brígida improvisa jazz”, cuenta Antonio Calvo, el compositor. Hasta el 23 de diciembre podrá verse la historia musicada del Tenorio. Después, tomarán la sala cuatro vampiras con mucho swing: Nawja Nimri, Alba Flores, Kimberley Tell y Anna Castillo protagonizan Drac Pack, una sugestiva historia de ambición a ritmo de jazz y rock and roll. En el Pequeño Teatro Gran Vía, en el sótano del Teatro De la Luz, suenan 75 canciones en 75 minutos. Esa es la premisa de Lo tuyo y lo mío, un romance en todas sus fases relatado a través de temas de Rocío Jurado, Alaska o Shakira.

En el teatro Rialto Gran Vía se celebra un homenaje a una figura clave de la copla, Miguel de Molina, recreado por el actor Ángel Ruiz. “Hago memoria histórica de España a través de su vida y sus canciones. De Molina fue maltratado y tuvo que exiliarse, lo enterraron en vida”, confiesa Ruiz, que canta algunas de sus coplas junto al pianista César Belda. Sobre la Guerra Civil versa Goodbye, España, la historia de un británico que viene a luchar, inspirado en testimonios reales. Se puede ver hasta el 20 de diciembre en el teatro Fígaro de la capital.

La mítica película de los ochenta Dirty Dancing se vuelve musical en su primera adaptación teatral con todas las canciones y las coreografías. Tras su estreno en Sídney y Londres, una versión traducida al castellano por el guionista Félix Sabroso aterriza en el teatro Nuevo Alcalá de Madrid. "Es un fenómeno generacional que sigue enganchando al público; sobre todo, al femenino", admite el productor Iñaki Fernández.

Dos musicales se mantienen en la cartelera temporada tras temporada: La llamada, en el teatro Lara, y El Rey León, en el Lope de Vega. La adaptación de Disney ha atraído a dos millones y medio de espectadores desde su estreno en 2011. “La puesta en escena de Julie Taymor y la música de Hans Zimmer y Elton John atrapan al espectador desde el minuto uno”, argumenta Nando Olives, productor ejecutivo. La cercanía y la originalidad son los atractivos de La llamada, según Javier Ambrossi, su autor junto a Javier Calvo.

De gira

Los suecos Abba siguen teniendo tirón. Desde su estreno en 2004, el musical Mamma Mia! se ha programado durante ocho temporadas. Pasará por Valladolid, Tenerife, Las Palmas y Alicante antes de instalarse en el Coliseum de Madrid. Una vez más, con Nina al frente del reparto. Otra cara conocida, Cristina Castaño (Judith en La que se avecina), lidera el elenco de Cabaret, de gira desde el pasado verano. De drag queens y conciliación familiar trata Priscilla, reina del desierto, el musical con clásicos del disco-soul, que sigue espolvoreando purpurina por todo el país.