Los Premios Fénix y su impacto en la distribución
La falta de exhibición de las cintas que aspiran al galardón en los países de América Latina es todavía un gran obstáculo
En 2013 en el Festival de Morelia, se realizó la presentación oficial de Cinema 23 e igualmente se anunció el nacimiento de los Premios Fénix. La divulgación de esta iniciativa apoyada por importantes personalidades de la cinematografía, era algo sin precedentes que conjuntaba a estas importantes voces en una comunidad y con el fin de promover, incentivar la producción y la difundir el cine hecho en Latinoamérica, España y Portugal.
El reconocimiento que forma parte de las varias actividades de esta organización, sería entregado un año después por primera vez a lo mejor del séptimo arte bajo el nombre de Premio Iberoamericano de Cine Fénix.
A pesar de que las dos ceremonias que se han realizado hasta hoy en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris han contado con un muy buen nivel de producción y convocatoria, sin embargo, la iniciativa tiene un importante bemol: la exhibición de las cintas contendientes.
Realizar una película en la mayoría de estos territorios, resulta ser un acto casi heroico. Hay que vencer a demasiados obstáculos para que, finalmente cualquier día de estos, Juan Pueblo elija su película, pague su boleto y logre dedicarle alrededor de dos horas de su vida a un largometraje realizado en un contexto en el que, los apoyos gubernamentales, privados, las coproducciones y demás elementos que son casi recurrentes en la mayoría de los rodajes de este perfil, forman parte de un titánico ciclo cuyo último desafío consiste en mantener su nombre en las marquesinas la mayor cantidad de semanas posibles, enfrentándose a títulos respaldados por empresas trasnacionales con grandes campañas publicitarias. Desde luego que la desventaja es apabullante y la naturaleza de ambos bandos, altamente dispar.
Es muy positiva la transmisión regional de la ceremonia por televisión cómo Studio Universal o E! Entertainment, vía streaming y Facebook Live, aprovechando importantes ventanas y tecnologías para llegar a miles de hogares en múltiples países. Pero quienes atenderemos los premios, ¿qué películas participantes hemos podido ver?, ¿Cuántas de ellas se han estrenado comercialmente en todos los países considerados en la premiación?, ¿Qué pasa con quienes no viven en capitales o zonas metropolitanas?, ¿Y las ciudades en donde no hay ciclos, muestras o festivales?
La falta de exhibición en los territorios tomados en cuenta para este galardón es un gran reto aún, porque si bien es altamente loable el que los miembros de la comunidad cinematográfica se hayan organizado para poder reconocer entre sí su trabajo, su arte, su creatividad; la finalidad de una película no es ser premiada, sino ser vista.
Este año, finalmente Cinépolis lleva actualmente a cabo el ciclo “La semana Fénix”, en la que se están proyectando 23 películas nominadas, pero sólo en las Salas de Arte de 3 de sus complejos. Desde luego que esto no es ni remotamente suficiente, pero era un paso imprescindible desde el primer año de los Fénix.
Si bien Cinema 23 y para el caso, ningún grupo de esta naturaleza (o así los medios de comunicación que se han sumado a la difusión de los Premios Fénix), no representan un músculo para influir en la exhibición, ojalá que tanto las excelentes relaciones públicas e influyentes miembros que lo conforman, logren en un futuro próximo una alianza más sólida y contundente con distribuidoras y exhibidores varios para que nos ofrezcan los títulos que veremos mencionar en las próximas ceremonias, para puedan tener una corrida digna y extensa que sacie la curiosidad del cinéfilo, quien en casos como el mío, se dará a la tarea de estar alerta de cualquier oportunidad que pueda existir de ver alguna de estas cintas que se antoje y que así resulte una premiación más incluyente con el público.
Seguramente los Premios Fénix se fortalecerán año con año y que al margen de su festividad, se logre impactar en la difusión del cine, de nuestro cine, sin etiquetas, fronteras ni nacionalidades, el que nos emociona y nos conmueve, el que todos debemos reconocer y celebrar.
Linda Cruz es conductora de Full Screen Studio en Studio Universal.
Babelia
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