Alberto López Simón, cuatro orejas en solitario en San Sebastián de los Reyes

El diestro Alberto López Simón saldó con cuatro orejas la tarde en la que se encerró con seis toros en solitario en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes.

Con media entrada, se lidiaron toros de Daniel Ruiz (primero y tercero), Vellosino (segundo y sexto), y Hermanos García Jiménez (cuarto y quinto), de desigual presentación y de juego también variado. El mejor, el tercero.

El balance artístico de Alberto López Simón, que actuó como único espada, fue el siguiente: oreja, aviso y vuelta al ruedo tras fuerte petición de oreja, dos orejas, oreja, ovación y ovación.

Llegaba López Simón a ‘Sanse’ dispuesto a afrontar su gesta de encerrarse con seis toros en solitario, y lo hizo también después de superar la crisis de ansiedad y respiratoria que sufrió hace unos días en Bilbao. Pero el madrileño, como si nada, despachó al sexteto de astados con facilidad, soltura, y más o menos brillantez.

Abrió la tarde un toro de Daniel Ruiz noble y facilón al que el joven espada diseñó una faena ligada sobre ambas manos, que le valió para cortar la primera oreja de la tarde.

El segundo, de Vellosino, apenas tuvo fortaleza y raza. López Simón no se aburrió, le buscó las vueltas en una labor epilogada en la distancia corta. Le faltó contundencia a la hora de matar y dio una vuelta al ruedo.

Lo mejor de la tarde llegó en el tercero, el mejor toro de la corrida, marcado con el hierro de Daniel Ruiz, al que López Simón hizo una labor muy variada, en la que no faltaron los rodillazos iniciales, varias tandas en las que exhibió un toreo largo y templado y un final de altura con circulares y otros alardes. La estocada final dio paso a la concesión del doble trofeo.

El cuarto, de Olga Jiménez, se movió mucho y no siempre entregado. Aquí se vio la versión firme y valiente de López Simón, que se impuso y logró otra oreja.

La faena al quinto, también de Olga Jiménez, no pasó de simple proyecto por las nulas opciones que brindó el astado, y la del sexto, de Vellosino, pudo haber sido de premio si no falla con la espada otra buena labor con la firma del joven madrileño, que acabó saliendo en volandas por la puerta grande del coso de ‘La Tercera’.

Bautista, única oreja en Colmenar Viejo

El diestro francés Juan Bautista cortó en Colmenar Viejo (Madrid) la única oreja de una blanda, desrazada y deslucida corrida de Fernando Peña, con la que David Fandila El Fandi y José Garrido se fueron de vacío.

Con media entrada, se lidiaron toros de Fernando Peña, cuarto y quinto como sobreros, aceptablemente presentados, pero blandos y sin raza, de juego deslucido en conjunto.

Juan Bautista, silencio y oreja.

David Fandila El Fandi, silencio y silencio.

José Garrido, silencio tras aviso y palmas en la despedida.

Tarde de poco contenido en Colmenar Viejo. Y no lo hubo, principalmente, porque la corrida de Fernando Peña, muy floja, no acompañó. Hubo hasta dos sobreros, el cuarto y el quinto, y, precisamente, el primero de ellos fue, a la postre, el más toreable del envío.

Ese primer sobrero le correspondió en suerte a Juan Bautista, que, tras pasar de puntillas con su insulso y apagado primero, logró las únicas tandas ligadas de toda la corrida, lo que le dio a la faena un cierto hilván que, junto a la estocada final, le permitieron al francés pasear la única oreja de la tarde.

El Fandi no tuvo opciones ni con el segundo ni con el quinto, dos toros apagados. Tampoco José Garrido contó con oponentes propicios; ni con el apagadísimo y parado tercero, ni con el desrazado y desfondado sexto. Con ambos anduvo muy dispuesto el extremeño, y puso todo de su parte para argumentar dos labores que, al final, quedaron también en nada.